martes, 29 de diciembre de 2015

El final de Downton

Es muy duro esto. La vida sin Downton. Qué mal todo, con lo de sí que nos da esa familia y lo que queda por pasar. Qué desgracia. 

En fin. Conclusiones sobre el capítulo final de la serie, ese en el que Edith alcanza la felicidad, ayudada por la siesa de su hermana, Lady Mary. Pues muy bonito todo, sí, precioso que Poor Edith se marcara un matrimonio por amor de los que le darían a Jane Austen para tres novelas. Marqués ricachón llegado al título -y al dinero- de rebote previa muerte en extrañas circunstancias de su primo el titular, que además de titular era gay, cosa malísimamente vista en aquellos tiempos y que complicaba cantidad el tema sucesorio, para qué engañarse. Y si además de marqués y millonetis el muchacho tiene un castillo de esos de caerte de espaldas, pues mejor. Porque qué castillo, oiga. Porque no era uno cualquiera, no, era Alnwick Castle, que viene siendo, para los castillo-frikis, lo puto MÁS. Con perdón. 

domingo, 27 de diciembre de 2015

The Force

Puede, sólo puede, que lo primero que haya hecho hoy al despertarme haya sido entrar en la web de El Corte Inglés en busca de un BB-8. Y que me haya sorprendido porque, uno, el que ofertan es de tamaño mandarina y vale 170 euros y, dos, está agotado.

Aunque, en realidad, no sé de qué la sorpresa. Es BB-8. Es la nueva adoración surgida de Star Wars. Es volver a casa.

Una semana después del estreno y tras esquivar spoilers como una loca, ayer por fin logré ir a verla. No voy mucho al cine, lo reconozco. No soy especialmente cinéfila, ya sabéis, y además el cine tradicional tiene problemas añadidos: hay gente, hay palomitas y es doblado. Y yo soy una vieja cascarrabias, ya.

miércoles, 23 de diciembre de 2015

Y la vida siguió...

Sí, ya lo sé, como siguen las cosas que no tienen mucho sentido. Pues sí, oiga. Sabina, para variar, tenía razón. La vida sigue y hay que seguir. 

Pese a las elecciones y tal. 

Que yo, a estas alturas ya lo voy diciendo, me conformo con que en abril no haya nuevos comicios. Por mi salud -mental y física- lo digo. Y porque caerían justo después de Semana Santa y yo, ya sabéis, en esos días me desfondo y me entrego con pasión (qué bien traído, EH) al tema procesional. Y terminar aquello y empezar con lo otro, me apetece cero coma. Ergo, que gobierne Rita The Singer o Perico el de los Palotes, pero elecciones NO. Por caridad. 

Por lo demás, mañana es Nochebuena y no me apetece analizar mucho pero alguna conclusión he extraído. A saber: 

jueves, 17 de diciembre de 2015

Posibilidades y probabilidades

- ¿Es probable que lo mejor que haya podido hacer en estos días es pagar por tener un Spotify libre y sin anuncios? Es probable. Es posible. Es. 

- ¿Es posible que aún no haya tenido tiempo para escribir con calma sobre el final(azo) de temporada del Doctor y de lo muchísimo que admiro a Steven Moffat? Es posible. Es. 

- ¿Es posible que ciertos viajes y visitas me provoquen insomnio durante varios días? Es. Se llama estrés emocional, creo. Y tristeza. :(

- ¿Es posible que no vaya ni a acercarme al reto de Goodreads? Yep. Qué vergüenza, amigos. Perdonádmelo. 

- ¿Es probable que Bettie sea un amor? No. No es probable. Es una realidad. (Nota mental: comprar postales de Navidad de una vez). 

miércoles, 16 de diciembre de 2015

Las electo-variadas-navidades

Llevo varios días de debates intensos vía Whatsapp (que es el único modo que tengo de debatir con estos horarios míos). Que si a quién voto, que si no sé, que si que mierda todo, que si yo a estos, que si yo a aquellos, que qué coño hacemos, que es que mira, yo conozco a tales y son majos, pero los otros más, y QUE NO SÉ, DEJADME, YA, NO VUELVO MÁS NUNCA AL AVE...

Esas cosas. Y vale, surge como inevitable decir aquello de que vaya democracia, que si ninguna nos gusta lo suficiente y va a tocar votar por descarte, o con una pinza en la nariz o a alguna opción sin opciones o yo qué sé. Sí. Pero también, seamos realistas, estas elecciones son muy diferentes a lo que habíamos vivido hasta ahora. Que no sé si porque son etapas, o porque está así ideado por los poderes fácticos y económicos o porque es lo que toca, pero son distintas. Dejadme ser ilusa por una vez. 

lunes, 14 de diciembre de 2015

De campaña

No, si a navideñear, sí. Pero hace que no aparezco por aquí ni se sabe. Que no se puede, no se puede, tener una campaña electoral en diciembre, que ni tiempo tiene una de comprar espumillón y brillos varios. Ahora, eso sí, ahorrar estoy ahorrando lo que no está escrito. Mira tú por dónde. 

El caso es que la campaña no se presentaba mal, pero al final ha sido una decepción. Es obvio que desde el periodismo local tienen mucha más relevancia, para qué engañarnos, las municipales. Más relevancia y más estrés. Pero pensaba yo, no sé, ilusa de mí, que tal y como se presenta el panorama, estas generales iban a tener más vidilla. Y no. La habrán tenido, no digo yo que no, pero en provincias con más peso que esta que me acoge. Que ni pincha ni corta ni chicha ni limoná y está todo ya repartido, aceptado y asumido. Parece ser. Así que iba a venir PdroSnchez y nos canceló en el último momento. Y yo que me había apuntado a cubrir el evento toda presta y dispuesta, pues mi gozo en un pozo. Que ya le he visto en un par de ocasiones y en la última unas cuantas de la prensa nos hicimos foto con él, en un momento tela de adolescente y vergonzante (no regrets), pero quería yo una tercera. Y nada. Buuh. 

jueves, 3 de diciembre de 2015

A navideñear

1 de diciembre. Oficialmente -aunque yo ya llevo algunos días- ya se puede escuchar esto:




Caigo rendida ante la versión country-ñoña de la Taylor. Ale, a practicar inglés!

lunes, 30 de noviembre de 2015

Ayer me peleé por tuiter

Sep. Bueno, pelear. Yo intenté mantener una conversación civilizada, creyendo, ilusa de mí, que se podía razonar. Pero no. Y como acabaron llamándome racista, fascista, idiota e ignorante, qué queréis, lo concibo más como una pelea. O como un acoso prototípico de patio de colegio. Con los mismos métodos, además.

El caso es que se me ocurrió decir que prefiero esto que tenemos, con todas sus imperfecciones y cosas a mejorar, que lo que tienen en -algunos- de los países musulmanes. Que me gusta Europa y a mí burka/velo/whatever no me apetece llevar y además me encanta conducir, actividad no permitida en según qué lugares para las poseedoras de ovarios. Por poner dos ejemplos. Y, afirmando que fanáticos hay en todas partes y en todas las religiones, también señalé que el problema más gordo AHORA viene de ese lado del mundo. De ese concreto fanatismo. Se quiera o no.

Pues para qué hablé. Parece ser que  acusé al Islam y a TODOS los musulmanes de ser el MAL y la raíz de TODOS los problemas. Una racista fascista, ya sabéis. Yo. Que estuve a punto de estudiar filología árabe. Y que ojalá lo hubiese hecho.

En fin, me pareció un ejercicio tan rastrero de tergiversación que para qué entrar a discutir. Es una pena, en serio lo digo, que limitéis tanto vuestra mente y que los prejuicios, creencias, opiniones e ideologías que tenéis os impidan escuchar al prójimo. Darle la oportunidad de explicarse y el beneficio de la duda. Si no opina como yo, es un fascista. Ale. Y tan panchos.

jueves, 26 de noviembre de 2015

Cantar con Fallon

Que no se me ha olvidado lo de poner canciones, pero es que tampoco quiero atosigar...

¿Os he dicho que estoy perdiendo todo el inglés? ¿EH? ¿OS LO HE DICHO?

Bueno, vale, lo dejo. El mareo, digo. El inglés, no, EH. NO. Canciones, eso. A todos os sonará, no sé, de algo, lejanamente, esta chica inglesa tan mona que canta tan bien... sí, hombre, ¿cómo se llamaba? Es que como no sale en ningún lado... ¿Adelfa? ¿Adelaida? Adeleee, eso. Adele. Yo soy fan, pero hay que reconocer que la chica está hasta en la sopa. Ahora que mejor esta sopa, que por lo menos tiene calidad, que otras. Y NO MIRO A NADIE, POLÍTICOS ESPAÑOLES EN CAMPAÑA.

Supongo que todos a estas alturas habréis visto ya el vídeo de Adele en el programa de Jimmy Fallon, cantando JELOUUU FROM DI ODER SAAAAID Hello con The Roots, y con el acompañamiento de instrumentos de juguete. Pero es que es taaaaan lo más. Tanto.


lunes, 23 de noviembre de 2015

Últimos potingues en Iherb

Están las alegrías normales y luego la alegría de cuando te llega un paquetito de Iherb. Primero porque no se ha perdido, que dada la experiencia, ya es mucho, y segundo porque oooooh.... sorpresitas. Y además mis gatos adoran las cajas para jugar. Todo es bien. 

¿Qué me he pedido últimamente?

- Este champú de Nature's Gate. Porque estaba en oferta, básicamente, y porque, aun sin estarlo, es más barato que los de Avalon, con los que llevo tiempo sin que mi pelo reluzca como merecería. Así que cambié y el resultado es positivo. Se me cae menos, también porque creo que se está pasando la época, pero el cabello está más suelto y me dura más limpio, toda una proeza cuando tienes cuatro pelillos finorris y sin volumen, como es el caso. Por lo demás, huele a menta, aroma del que no soy muy partidaria, pero es lo que hay. Es probable que para el próximo pedido pruebe otro de esta misma marca, como este, que es para lavado diario. Y no olerá a caramelo para la tos. Espero. 

jueves, 19 de noviembre de 2015

I'm losing it

Que no sé si se puede decir así pero yo lo digo. Que lo estoy perdiendo. El inglés.

Ya, ya. Podéis llamarme agonías. Os lo acepto. Pero lo que es, es. Se me va.

Varios años de clases semanales, en las que por poco que hiciera, pues algo era, han dejado lugar a la nada más absoluta (al menos hasta que me apunte a la academia para el CAE). Y aunque sigo con mis series y mis libros, pues no es lo mismo. Y yo me noto que lo pierdo, que se me va, que se me diluye, que se me olvida... Y me pongo de los nervios. Haceos idea.

¿Obsesionada? ¿YO? ¿YO?

Anakin rules!

martes, 17 de noviembre de 2015

Mi coche el pijo, el pijo de mi coche

Ya os comenté que mi cochecito había tenido otra de sus crisis existenciales que comienzan dejándome tirada en la más absoluta de las miserias y terminaban, hasta ahora, con una ligera estancia en el taller y una factura aceptable, de las que se pagan sin mucho dolor.

Hasta ahora. Claro. 

El inicio fue igual. El coche estupendo durante todo el día y a la salida del trabajo que dice que no va y no va. A todo esto, yo salgo de trabajar a unas horas en las que todos vosotros ya estáis recogidos como personas de bien que sois.  Además,  por seguir añadiendo epicidad dramática a la historia, trabajo en un polígono industrial. Al quinto pino de la civilización. 

Bueno, pues el coche que dice que no va. Tocó llamar a la grúa. El gruero, al ver la situación, le quitó hierro al tema y se puso en modo: "va a ser una tontería, verás, es que, claro, este pobre coche ha tenido la mala suerte de ser conducido por una mujer". En fin. Dale que dale, el señor gruero intentó todo lo posible pero el buga decía que verdes las habían segado y que no le daba la real gana de arrancar. Yo, a todo esto, con el nivel de hartazgo subiendo y subiendo, mucho más cuando el gruero va y me suelta que el coche no arranca porque no reconocía la llave. SU propia llave.

Sí, ¿eing?

sábado, 14 de noviembre de 2015

La culpa fue del chachachá

- Si es que los USA son especialistas en meterse en guerras y luego las consecuencias para nosotros...
- Eeh... ¿Perdona? ¿Puedes desarrollar esa teoría...?
- Pues eso, que el imperialismo, el petróleo... Y luego vino el 11S, el 11M....
- Peeero el 11S fue antes de la invasión de Afganistán...
- Bueno, pero ellos siempre han tratado fatal a esa gente...
- ¿Puedes concretar un poco más?
- ....

viernes, 13 de noviembre de 2015

Momentos estelares de la humanidad

No llego al reto de Goodreads ni dejando de dormir de aquí al 31 de diciembre. Lo asumo. La vida no me da para más. 

Os cuento sobre el último libro que he leído: Momentos Estelares de la Humanidad, de Stefan Zweig. El porqué de leerlo vino por The Grand Hotel Budapest, la película, que está basada en los relatos de este escritor. Y me dije, pues no he leído nada suyo. Y me contesté, pues hay que remediarlo. 

Yo es que mantengo conversaciones conmigo misma de lo más interesantes. 

Total, que investigué entre las obras del antedicho Zweig y hallé esta de relatos históricos. Una pequeña joya, que permite conocer desde otro punto de vista momentos muy famosos o adentrarse en otros que han quedado olvidados por el paso del tiempo. Mezcla la narración con el ensayo e, incluso, con el teatro. Transmite mucha admiración por aquellos que lucharon por ir más allá, por elevar al ser humano, por querer algo más de lo que la vida les ofrecía.

martes, 10 de noviembre de 2015

Testigos de la historia

- Que viene el presidente del Gobierno. Que viene. 

- Bueno, pues pronto empezamos con la campaña...

- Sí, pero viene a Béjar, o sea, provincia, así que por aquí tranquilidad. 

- Amm. Bueno. 

La de este ammm y ese bueno fui yo, por si no ha quedado claro. Fue una respuesta de trámite mientras en mi cerebro bullía la frase "viene a Béjar, viene a Béjar". Me faltó tiempo para decírselo a T, que es del terruño y a T le faltó tiempo para decirme que ese día estaba en su aldea. 

Sí, lo habéis adivinado. Nos fuimos a ver a Mariano.



jueves, 5 de noviembre de 2015

Dudas votiles

Decía el otro día Lorzagirl en Tuiter que, tal y como están las cosas, se ve votando en las generales a una cebollita encurtida. No pude más que apoyar la idea, pues soy requetefán de tales aperitivos y además me encuentro en la misma encrucijada. ¿A quién coño voto?
No, en serio. ¿A quién? 
Porque yo soy de las que votan siempre, que tengo muy engarzado en mi cerebelo aquello de que soy mujer y hace cien años no votaba y ahora mismo tampoco podría hacerlo de vivir en según qué países. Ergo, yo voto porque me siento obligada aunque ya sé que en ese derecho está también el poder no ejercerlo. Pero qué queréis, me pongo dramática e intensa y no tengo remedio.

Bryan's day

Hoy es el día de Bryan, Adams, porque es su cumple. Y servidora lo destaca porque esta misma semana se ha confirmado que, si no pasa nada, el 28 de enero lo veré en concierto. Por cuarta vez. TOMA.

Dice T que somos ya unas groupies de las de carné y alarido. Pues sí, no regrets. Mucho ha llovido ya desde aquel enero de 2003 cuando nos presentamos, no sabemos bien cómo, en Leganés para asistir a algo que, por aquel entonces, nos parecía casi un sueño, un imposible. Un concierto de Bryan. 

Y si no sé cómo llegamos, más me pregunto cómo salimos de allí, a las tantas de la madrugada. Bueno, salimos porque apareció un taxi de la nada que nos llevó al centro, donde tuvimos que pillar otro taxi porque el primero no se aclaraba para llegar a casa de mi tita, que nos tuvo nuestra guardia y custodia aquella noche. Teniendo en cuenta que el día había empezado con una pelea de T con el cajero automático y continuado con un almuerzo a las cinco de la tarde en un restaurante catalán con tres chicas canadienses, ¿qué podía salir mal? Un día para no olvidar.

viernes, 30 de octubre de 2015

Series del otoño

Sé que debería comenzar alguna serie nueva, para no quedarme sin rumbo y en el lodo cuando las que sigo acaben. Pero, uf, pereza. Encima la llegada de Netflix ha finiquitado PopCornTime y mi vida ya no tiene sentido. Porque, oiga, qué aburrido es ser legal, eh. 

Sí, es que voy yo, es un poner, a ver Homeland así, por lo legal, y me encuentro con que en Netflix tienen solo las tres primeras temporadas. Y estamos ya en la quinta. Y, ¿qué quieren ustedes? ¿Que yo me aguante y me espere a ver qué pasa con la loca de Carrie hasta que los de Netflix firmen con Showtime y los planetas se alineen en conjunción con la Osa Mayor? ¿Quieren eso?

BOH. 

Así que, claro, no me aguanto ni me espero y utilizando otros conductos sigo con mi ritmo habitual de series, mientras Netflix sigue ahí, en el escritorio, durmiendo el sueño de los aburridos de los justos.

Y a eso voy, series. 

miércoles, 21 de octubre de 2015

Canciones para conducir: Francia

Estos días estoy sin mi coche y, si sois veteranos de estos predios blogueros, sabréis bien lo que eso significa musicalmente. Que no puedo escuchar lo que quiero ni como quiero ni cuando quiero porque como la radio digital con mp3 de mi coche no hay NADA en el mundo. Quiero mi cocheeeeeeeeeeeeeeeeeeeee.... 

Así que no me queda otra que darme a Cadena 100, que es lo más pasable que pilla la vetusta radio de mi coche prestado, que por otro lado es bien chulo y al que Dios guarde muchos años en perfectas condiciones, más que nada porque si le pasa algo durante el tiempo que compartimos juntos me veo desheredada y repudiada. Ejem. Quiero mi cocheeeeeeeeeeeeeeeeeeeee.... 

Estaba yo, decía, escuchando Cadena 100 el otro día cuando pusieron una del Alborán. Qué raro, eh. En Cadena 100 nunca, nunca, NUUUUNCA, ponen al Alborán, a Manuel Carrasco, a Antonio Orozco, a Manolo García y a esa gente, así, patria e ibérica. Nunca. Quiero mi cocheeeeeeeeeeeeeeeeeeeee.... En fin, parece ser que el Alborán ha grabado una canción con Zaz, la cantante francesa, y presentaban el asunto como Alborán nos descubre a la revelación musical en Francia, etc, etc. 

¿PERDONA?

lunes, 19 de octubre de 2015

Pelis de los últimos tiempos

No sé si os lo había dicho, pero me estoy volviendo cinéfila de esas. Sep. Como os lo narro. Os lo juro por la barba pelirroja de Fassbenderdemivida. Yo, cinéfila. 

El caso es que yo de películas pues poco, la verdad. Creo que solo veía, así en serio, cuando tocan los Oscar, por ver las de Benedict alguna de las favoritas y poder babear opinar, y cuando iba a la casa sureña de T. De la última estancia en aquellos lares recuerdo especialmente dos pelis: la de Cloud Atlas, de los Wachowski, que se puede resumir en una palabra: ¿Eing?, y la de unos magos americanos un poco desastre que me provocó dolor de tripa de las carcajadas pero no me acuerdo como se llama. 

Y ya. 

miércoles, 14 de octubre de 2015

Why, Downton?

"Eso es como si Jane Eyre pretendiera que la llamaran Señora Rochester". 

Y luego os preguntáis que por qué AMO Downton Abbey.

Media temporada lleva ya y yo sin venir por aquí a gritar y a llorar. Gritar porque cada día mola más y llorar porque se acaba. Triste, pero cierto. Se nos acaba. Sin remedio.


Pero, en fin y sin desmerecer a David aquí presente, vayamos a lo importante. Rapidito que estoy en el trabajo y no es plan. 

martes, 13 de octubre de 2015

El ajedrez de la vida

La vida es como una partida de ajedrez. No por las estrategias, peleas diarias y luchas por salir adelante, que también, sino por las piezas. Sí, las piezas. Desde que naces, a tu alrededor hay piezas, personas, que forman parte de tu día a día, a veces sin que te des cuenta. Hay algunas que están porque son familia, aunque su presencia es apenas visible en el horizonte, y hay otras que, sin ser nada en especial, forman parte del paisaje de tu vida de una manera directa. Son ese 'estado de los hechos' que cuando niño te parece inmutable e irrompible. 

Pero hacerse mayor implica despedir, poco a poco, a esas piezas. Ver como tu tablero existencial se queda cada vez más vacío. Ley de vida, claro, aunque a veces esa ley es prematura e injusta. Y no tiene piedad. 

No puedo decir más que me parece mentira lo que ha pasado y que te echaré de menos. Y que gracias por todos estos años en los que estuviste ahí. Acompañando, alegrando, queriendo, riendo y siendo. 

:(

lunes, 5 de octubre de 2015

Doña Joaquina

La puerta de la clase se abrió con rudeza. Un chaval, apenas 13 o 14 años, entró en el aula con los ojos fuera de las órbitas, buscando a sus antiguos compañeros. La adolescencia los había sorprendido a todos hacía pocos meses. Ya no era como antes, pero aún había un fino hilo de unión entre ellos. Habían compartido muchos momentos y, a veces, solo a veces, se miraban con reconocimiento en los pasillos de ese nuevo mundo que era el instituto, donde imperaban otras reglas, muy diferentes a aquellas de cuando eran niños. 

- Doña Joaquina. El tren. Doña Joaquina...

Es lo máximo que consiguió decir, acalorado por la carrera que lo había llevado desde la tienda de chucherías más cercana hasta el instituto. Sus antiguos compañeros de colegio lo miraron sin comprender. "¿Qué dices? ¿Qué pasa?"

- Doña Joaquina. Que se la ha llevado el tren. Venía en el coche a dar clase y el tren...

La gente y el Facebook

El personal está muy solo, tiene, en general, poca inteligencia emocional y lleva una vida de mierda que no sabe como llenar porque, entre otras cosas, su mundo es reducido y escasito en lo tocante a libros, educación y cultura.

Este es mi análisis sobre la utilidad que le dan muchos a Facebook. Para que dar rodeos, si se puede ir al grano. 

Que tú puedes creer que me interesan mucho las tropecientas fotografías de tus vacaciones pero yo lo único que pienso al verlas es que te van a robar en casa porque le estás gritando al mundo que te has ido diez días a ponerte ciego a mojitos a la orilla del mar. Seré yo que soy una siesa, lo sé, pero es lo que me sale. 

miércoles, 30 de septiembre de 2015

No me soporto ni yo

Pues sí, ea. ¿Os acordáis cuando este verano dije que me apuntaba al gym de verdad de la buena, esta vez va en serio, que sí, que sí, por la gloria de mi madre y tal?

Tararí. De nuevo la idea de verme como pilingui por rastrojo, arrastrando tras de mí la bolsa con los aparejos de una vida gimnasta y deportista, ha sido demasiado para mi pobre estrés existencial. Que sólo de pensarlo me pongo mala, vamos. Y me da ansiedad. Y al final va a ser peor el remedio que la enfermedad.

Inciso: para aquellos que no lo sepan, mis horarios laborales parecen diseñados por Cruela de Vil por lo que tendría que ir al gym en las horas de la comida y salir de ahí directa al trabajo, sin remedio, comiendo de aquella manera y eso siendo optimista. Que mucha gente lo hace, ya, pero yo no soy mucha gente y me agobio. Qué pasa.

Conste en acta también que mi anterior etapa gimnasta me sentó de perlas, eso es cierto, pero tuvo también efectos malignos. Me rompió el sueño y desde entonces no lo he recuperado. Yo era la típica, añado, que dormía cual bebé ceporrón tuviera al día siguiente lo que tuviera. Era experta en desconectar la mente incluso ante exámenes decisivos o lo que se terciara. Pero llegó el gym y llegó la vida laboral y mi natural zen se fue a tomar por saco. Qué malo es hacerse mayor.

lunes, 28 de septiembre de 2015

Cosas que me hacen perder la fe en la humanidad, segunda parte

1- Que todo el mundo hable de la erradicación del machismo pero se sigan viendo normales artículos en prensa sobre lo que pesan o dejan de pesar mujeres famosas. Ayer leí uno sobre Máxima de Holanda en el que, incluso, se llegaba a decir que sus tres hijas han "heredado su tendencia a ganar peso". Uno, ¿cuándo ha estado Máxima de Holanda gorda, que yo no me he enterado? Dos, ¿a quién le importa si lo ha estado o dejado de estar? Tres: sus hijas son tres niñas a las que ya se califica de futuras gordas. Muy bien, eh, muy bien. 

Y lo mismo sucedió con el caso Adele y sus supuestos 60 kilos perdidos. Como lo que importa es ganar visitas, qué más da si la noticia no tenía ni pies ni cabeza. Ya habrá tiempo para desmentir, el caso es publicar y que la gente lo lea. Que sea verdad o no, es secundario. 

Me voy a vomitar, si me disculpáis. 

lunes, 21 de septiembre de 2015

La bruma

Hoy estoy un poco plof. Bueno, más bien, estoy de llorera. De esos días que cualquier cosa, cualquier palabra, me provoca lagrimones. Yo es que, por si no lo sabéis, soy muy llorica, desde bien pequeña. Y cuando tengo el día plof, soy la fontana di Trevi. 

Así que aquí estoy, viendo a los de Juego de Tronos triunfar (por fin) en los Emmy y llorando cual Magdalena. Cualquier cosa, ya os digo. 

La razón de mi sensibilidad extrema es que hoy es el Día Mundial del Alzheimer y esta mañana en el programa de Carlos Herrera han hablado unos cuantos familiares de personas que tienen esa enfermedad. No me lo esperaba pero no he podido dejar de escucharlo. Y llorera extrema. 

Mi tía tiene alzheimer. 

viernes, 18 de septiembre de 2015

MVL en la city

Hoy lo tengo que contar, no me resisto. Normalmente no hablo, mucho, de temas de trabajo por aquí pero, claro, lo de hoy ha sido tan, tan, tan que hay que contarlo.

Vayan por delante tres cosas, conste:

1. Cada cual se gana la vida como puede y ponerse exquisito no está bien. No. 
2. Yo leo el Hola.
3. Nada de lo que diga en esta entrada podrá ser usado en mi contra. Es casi todo ficción. 

Aclarados estos puntos, procedo. Si me seguís por tuiter ya sabéis que hoy he estado ejerciendo en un acto muy especial. El asunto ha transcurrido según los cánones establecidos. Imaginaos el ceremonial que puede tener algo así en la Usal. Su latín, sus cantos, sus chirimías y sus 200 doctores revestidos de colorines. Y para finalizar, mazapán y vino dulce. Costumbres. 

martes, 15 de septiembre de 2015

Sobre los toros

Cuando te has criado en una tierra como la que me contempla, lo del mundo del toro es casi pan nuestro de cada día. Mucho más si además te terminas dedicando a la canallesca y a estar metida en todos los saraos, como es el caso. Pues acabas un par de veces al año dándole al jamón ibérico por gentileza de la peña tal, y controlando, más o menos, a quienes forman parte de ese mundillo. Y de ahí a ir a corridas y/o festejos varios, un pasito de nada. No te cuento si además te toca ir por trabajo. 

Digo todo esto para representar y presentar mi posición sobre la materia: moderada. A fuerza, sí, de conocer el ambiente y a mucha gente que lo compone, de tratar -y en algunos casos tener amistad- con aficionados de los de verdad y de comprender que si tengo que trabajar ahí, mejor hacerlo de buenas. Que amargarme no va a servir de nada. Ni a mi ni a los toros, que se los van a seguir cargando, tuerza yo el morro o no. 

Porque yo, quede claro también, de tierna infante era una antitaurina de manual. Y de adolescente también. Solo moderaba mi rabia ante mi abuelo, porque mi abuelo era (es) Dios a mis ojos y si a él le gustaban los toros, yo chitón. Y le gustaban, vaya que si le gustaban. Precisamente fue su muerte, acaecida hace ya muchos, demasiados, años, la que me acercó un poco al mundo taurino. Quizá fue su recuerdo, o que no sabía cómo hacer para no perderle del todo. No sé. A mi padre, que hasta entonces había sido un aficionado tranquilo, le sucedió algo parecido. De repente, en casa se veían los toros, gracias a que en aquellos momentos las plataformas digitales comenzaron a retransmitir todas las ferias importantes. 

domingo, 13 de septiembre de 2015

Canciones para conducir: Mecano

No sé si os he dicho que soy, fui, muy fan de Mecano, desde mi más tierna infancia. Con ocho años mis progenitores me llevaron a un concierto suyo porque si no, me daba un algo. Y esta entrada debería haberla escrito el 7 de septiembre, pero soy anárquica y rebelde, qué pasa.

Mis canciones favoritas de Mecano. Tacháááán....



Mi favorita entre las favoritas. Una canción-historia. Una maravilla. Este cuarto es muy pequeño para las cosas que sueño. Nacho, los teclados y sus melenas. Amor.

El hombre en el castillo, by Phillip K. Dick

Estoy a punto de terminarme este libro y, a no ser que la cosa cambie al final, lo que cuenta se puede resumir en la siguiente conversación: 

- ¿De dónde vienes?
- Manzanas traigo. 

Sí, maravilloso todo. Demasiado moderno para mi gusto. Demasiado, no sé, intenso, raro, elevado, para que llegue al lector normal. Supongo que, como en todo, habrá fans acérrimos para los que cada palabra tendrá un significado, oculto o no. Pero que se enterarán de algo, digo. Los habrá, no digo yo que no, pero servidora no ha conseguido profundizar en la historia. Ni un poquito. 

lunes, 7 de septiembre de 2015

Dos gatos

Sí, tengo dos gatos. Desde hace ya casi tres meses. Como Leo fue un bebé gatuno tranquilo, ejem, equilibrado, ejem, y que no me dio problemas, EJEM, ¿qué mejor que ahora, cuando una cierta tranquilidad ya ha llegado a su vida (y a la mía), volver a empezar con otro cachorrito? ¿EH? ¿Qué mejor?

Soy una incorregible adoradora de los gatos. Porque son los mejores. Y ya. 

El caso, y la realidad, es que Leo necesitaba compañía. Igual que os digo que Mi Pequeño Buda Nicolás no tenía ninguna necesidad de tener un hermano y que si no se hubiera ido tan rápido al Cielo Gatuno todavía estaría en guerra con el pobre Leo, con éste no es lo mismo. Es un carácter completamente diferente. Leo, -que, pese a su pasado de guerrillero, es un buenazo y un trozo de pan-, lo pedía y lo reclamaba. 

lunes, 31 de agosto de 2015

Estrés hermionístico

¿Qué hago? ¿Me matriculo o no para el CAE? Porque si lo hago lo tengo que hacer ya. Bueno, quien dice ya dice dentro de un mes y pico, lo justo para presentarme en diciembre. Porque me tengo que presentar en diciembre. ¿Por qué? Porque luego quiero hacer yo unas cosas de la Uned que empiezan en enero y me tendrán, si me meto en ese embrollo, todo el año que viene ocupada. Todo. 

Pero si me matriculo para hacer el CAE en diciembre, ¿lo aprobaré? Teniendo en cuenta mi rudimentario speaking que a punto estuvo de obsequiarme con un cateo monumental en la EOI, el futuro no parece muy prometedor. Y aquí hay que añadir un detalle fundamental en esta historia: que examinarte vía Cambridge cuesta 214 euros de nada. La libra que ha subido con respecto al euro, dicen. Mira tú qué risa. 

sábado, 29 de agosto de 2015

El huérfano, de Adam Johnson

No incluí este libro en la entrada del otro día por dos razones: aun no lo había terminado y porque, por su entidad, se merece protagonismo en solitario.

Corea del Norte. Ese país trágico y espeluznante, que contiene la mayor cantidad de horror por metro cuadrado de la Tierra, y mira que hay otros sitios que hacen méritos de sobra. Un país que no es tal, sino más bien la fantasía megalomaníaca de unos cuantos tipos desquiciados y reprimidos.

Hay quien, eso sí, se cree las vendidas de motos que la propaganda se empeña en emitir y que habla de Corea como un paraíso idílico del buen rollito y la fraternidad. De hecho, últimamente el gobierno permite la entrada a viajeros, a los que 'acompañan' durante todo su recorrido por allá mostrándoles, oh casualidad, a niños con sus impecables uniformes, viejecillos bailando y jóvenes en bicicleta.

jueves, 27 de agosto de 2015

Halt and Catch Fire, II

El año pasado, por estas mismas fechas, ya os hablé de esta serie. Aquí os dejo la reseña. Ahora tengo que volver a hacerlo por una sencilla razón: ha sido la única serie que me ha emocionado de verdad en los últimos meses. 

Y es que no sé si es saturación o que el cuerpo me pide otras cosas (leer, sobre todo) o que el C1 de inglés ha traído la galbana a mi vida seriéfila, pero me está costando, y mucho, encontrar el puntillo a toda historia por capítulos con la que me atrevo. No os digo más que me pinto las uñas durante los capítulos de Breaking Bad. Ya, ya, cómo oso. Cómo me atrevo. Sacrilegio. Pero qué queréis. Si sigo con las angustias de Walter White es solo y exclusivamente por Aaron Paul, cuyo Jessie me parece adoreibol ad infinitum. 

miércoles, 26 de agosto de 2015

Libros de este verano

Los días de asueto vacacional me están sirviendo, entre otras cosas, para encauzar mi rumbo en el Reading Challenge de Goodreads. Porque a primeros de año me las prometía yo muy felices y, ale, me puse un desafío de 30 libros. Que no digo que sean muchos, que no lo son, pero no contaba yo con la primavera de manicomio elecciones que me esperaba.

En fin, por lo menos ahora he avanzado bastante y creo que, al menos, llegaré a los 20. No me pido más, que en diciembre hay generales y sí, los estáis oyendo, son los políticos cantando por lo bajini Eye of the Tiger y poniendo caras de machote frente al espejo. Que vienen, que ya están ahí, eh, eh. 

A lo que iba. ¿Qué libros he leído estas semanas?

- All the light we can not see, de Anthony Doerr. Premio Pulitzer de este año. Novelón sobre la II Guerra Mundial en Francia. Pero novelón. Muy bien estructurado, capítulos muy cortos que le dan ritmo a la narración y que te atrapan. Uno de esos libros que no puedes dejar de leer. La historia es preciosa, muy bien documentada y avanza con mucha fluidez. Sería un best-seller si se promocionara adecuadamente y llegara al gran público, porque, por ejemplo, es mucho más asequible y comprensible que el Pulitzer del año pasado, El Jilguero. 

Conclusión: muy recomendable. 

jueves, 13 de agosto de 2015

Lía en el monte

Pues resulta que el otro día me llevaron al monte. Así, a las bravas y sin escapatoria. 

El monte que era, en principio, un sitio idílico, con cascaditas, agua y mucho verdor. Lo que viene siendo un Rivendel de manual. Y tú, tan feliz, dices que vale, que qué mono todo y que qué bien. Que te recuerda a cuando eras peque y silvestre y subías con tus primos a la peña, que es como en e! terruño de tus abuelos llamaban a estas aventuras veraniegas.

Jaja. Y una leche. 

Mordor, aquello era Mordor. Supongo, eh, porque no llegué. Cerca me quedé, pero mis bronquios dijeron que tururú, se cerraron en banda, apareció mi asma latente y la cagaste, Burt Lancaster. La pobre T, que tampoco iba fina, se pegó un susto de mil demonios, pero la sangre no llegó al río. O a la cascada. Inexistente, a todo esto. 

jueves, 6 de agosto de 2015

El misterio de Fuenteovejuna

Como lo leéis. Misterio de Fuenteovejuna. Me explico. 

Hace unas semanas me llegó un extraño correo electrónico procedente de mi biblioteca en la city. Hola, buenas, mira que tienes que devolver ya Fuenteovejuna, que te has pasado de plazo. El correo era extraño porque, por aclararnos ya, yo no he sacado en préstamo tal obra de la biblioteca, ni ahora ni antes ni nunca. Never. Como el tema me pilló en pleno estrés veraniego provocado por las vacaciones de mis compañeros y el afán pre-electoral de los políticos que nos gobiernan, no hice mucho caso, sinceramente. Pensé que había sido un error y que ya se darían cuenta. 

Pero no. Días después llegó una carta a casa. Que devuelvas ya Fuenteovejuna, reina mora. Que nos tienes contentos. 

Confiando de nuevo en la buena voluntad de los bibliotecarios y en que el libro aparecería por alguna parte o el sistema informático corregiría sus errores o yo qué sé, escribí un correo electrónico. Que miren ustedes, yo no tengo ese libro, de verdad de la buena. 

miércoles, 5 de agosto de 2015

Fed up

Algún día debo aprender que empatía, poquita. O ninguna. Que vivimos bajo la ley de la selva y tonto el último. Y que hay muchos que van de buenos y, al final, lo único que hacen es mirarse el ombligo y darse besos en el espejo. Porque son muy buenos, claro. Y también que aquellos que más difícil te lo ponen, a lo mejor son los que más capacidad de reflexión tienen, más allá de artificios y de disfraces. Este tiempo que llevo en el 'mundo real' me ha servido para conocer bien de cerca los males que afectan a España. Meritocracia, poca. Mediocracia, mucha. Y más ombliguismo.
 
En fin, menos mal que están los gatos para reconciliarnos con el mundo. Menos mal.


 
Como diría Superbritánico: I am until the bun.

jueves, 30 de julio de 2015

El verano y el gym

Cómo será mi nivel de 'hastaelmoñismo' que ayer ya no pude más y me enchufé en vena a Who-Must-Not-Be-Named-In-This-Blog. Porque no hay nada que desestrese más que entregarte a tu cantante favorito vicio oculto e inconfesable a grito pelado. 

Yo tenía claro que este año quería vacaciones largas. Nada de una semana por aquí, diez días por allá y otra semana por acullá. No. Yo en este 2015 que nos contempla quería enterarme, ser consciente, comprender mis vacaciones. Hacer una comunión cuerpo-alma con mis días libres y disfrutar de la sensación de no tener que hacer lo que habitualmente hago. Así que, más chula que un ocho, dije que hasta agosto nada. 

Y lo estoy pagando, claro. O, más bien, lo he pagado, porque ya quedar, queda poco. Yo sabía que iba a ser complicado, pero no así. Servidora esperaba un mes de julio tirando a desierto del Gobi, y lo que me he encontrado ha sido Benidorm en hora punta de sombrillas. En vena. Que me encanta mi trabajo y mejor que sobren que no que falten (las noticias, movimientos políticos, whatever), pero ha sido tan tremendo y tan inesperado que me ha dejado para el arrastre con mulillas. Y además no puedo contarlo como a mí me gustaría y tengo que dejar toda esta bilis que me chorrea por las comisuras para mi futuro libro de memorias. Mecachis. 

jueves, 23 de julio de 2015

The Honourable Woman

Que aunque parece que no, sigo viendo series. Más relajada, porque eso de que me iba a sacar el CAE ya mismo del verbo para ayer va perdiéndose en la nebulosa veraniega que todo lo envuelve. Que sí, que fui a mirar libros de preparación a una librería, yo ahí decidida, pero no encontré ninguno que, primero, se adaptara a los nuevos exámenes Cambridge, en los que se han unido las partes del Reading y del Use of English, y segundo, que no me hiciera llorar a la tarjeta de crédito al pagarlo. Y yo a mi tarjeta la quiero mucho y no la voy a hacer pasar ese mal rato, qué queréis. 

Total, que la preparación del CAE continúa por ahora en un limbo de calor, vagancia y mucho trabajo, que será verano y estaréis todos torrándoos al solecito, pero servidora sigue al pie del cañón levantando España. Y lo que me queda. Eso me pasa por hacerme la chula y decir que hasta mediados de agosto, nada de vacaciones, que así me pillaba más días seguidos y que yo podía, yes, I can, venga que sí. Y una leche. Hasta los órganos reproductores estoy. 

lunes, 20 de julio de 2015

La reina de las lavanderas, por Carmen Gallardo

Terminé por fin este libro. Lo comencé allá, os lo prometo, por marzo, pero entre idas y venidas, procesiones y campañas electorales, lo abandoné. Se me cruzaron otros en el camino, en la biblioteca se me pasó el plazo, me sancionaron y, claro, tuve que devolverlo. Total, un viacrucis que ha concluido felizmente esta semana. 

Y es que tenía que terminarlo, porque lo merece y mucho. Es novela, es ensayo, es biografía, es todo. Es fantástico. Es la Italia del Risorgimiento y la unificación, es Garibaldi, es la Europa de los descubrimientos, de la Revolución Industrial, y es la España del XIX, con sus luces y sus muchísimas sombras, con su ambiente único, por cerril, atrasado y, al mismo tiempo, extrañamente atrayente. 

Reconozco que me esperaba una cosa muy diferente cuando lo empecé. Una biografía edulcorada, liviana, sin fondo ni demasiado contexto. Lo justo para entrar en ambiente, pero nada de meterse en jardines. Y no. Para nada. 'La reina de las lavanderas' es, en sí mismo, un jardín. Un laberinto en el que se entrecruzan la espeluznante historia familiar de la protagonista (que corta el aliento en algunos momentos), con la historia de Italia, perdón, con la maravillosa historia de Italia en el siglo XIX (soy muy fan, se nota), y con la historia, o, mejor dicho, con el desastre absoluto que fue la España de aquellos tiempos. 

lunes, 13 de julio de 2015

El libro de la vida, por Deborah Harkness

No sé si os acordaréis de que el año pasado, casi por estas mismas fechas, vine por aquí a desahogar mi vergüenza tras la lectura de un libro llamado 'La sombra de la noche'. Os dejo AQUÍ la reseña, por si no la tenéis localizada. 

Como bien dijo mi yo de hace un año, ese libro era la segunda parte de una trilogía, y, si sois un poco avispados, que lo sois, y me tenéis calada, que también, ya sabréis a qué vengo hoy. Efectivigüonder, ha caído el tercero. Por mucho que mesé mis cabellos en acto de pura vergüenza ajena y propia, por mucho que dije que cómo, que ya me valía y eso. Por mucho que refunfuñé, la realidad era que estaba deseando que saliera la tercera parte para volver al mundo de vampiros y brujas. Para qué mentir. 

Y es que, a ver, como en todo, también en estos libros hay clases. Y estos de Deborah Harkness son, al menos de lo que yo he leído, de lo mejorcito. Porque están bien escritos, porque los personajes son creíbles y están bien construidos y porque tienen fondo. O, más que fondo, tienen una buena envoltura. 

miércoles, 8 de julio de 2015

Rae

Adiós, Rae. Y gracias. 

Gracias por las lágrimas y las risas. Y por tantas cosas. No me convenció en su momento que hubiera tercera temporada. A fin de cuentas el final de la segunda había sido perfecto. Para qué hurgar más. Pero ahora lo veo claro. Clarísimo. Jamás ha existido un cierre tan brutalmente apropiado para una historia. Tan necesario. Tan esperanzador. 

No se trataba de que otros la salvasen. Se tenía que salvar a sí misma. 

Qué gran lección. 



Gracias, Rae. 




viernes, 3 de julio de 2015

La revisión y el título del C1

Que no os he contado que el otro día fui a ver el examen de inglés. No me miréis raro, que no fui la única aprobada que se pasó por allí, jopetas. 

Bueno, el caso es que allá que me presenté. Y saqué dos conclusiones/certezas. Primera: el programa informático de calificaciones de la EOI es una puñeta. Nerea se llama y te baja descaradamente la nota. Ya sabéis que para aprobar hay que tener un 6 sobre 10, no basta con el cinco raspado detodalavida. Así que en los writing, por ejemplo, puedes tener un 15 sobre 20, que detodalavida de nuevo es un 7,5, pero Nerea dice, tan maja ella, que verdes las han segado, y que tienes un 6. 

Porque sí, qué queréis, a mi ese 6 en el writing me extrañó mucho. Y claro, es que no era un 6. Que estudiar no estudié, pero para algo más yo sabía que me daba. Jobar. 

Y segunda conclusión/certeza: lo del oral fue peor de lo que suponía. Y ahí lo dejo, que tengo un prestigio que mantener. 

sábado, 27 de junio de 2015

El ovillo de Grecia

Os voy a contar un cuento. Antes de la crisis (porque hubo un antes), cuando éramos felices y nadie sabía lo que era la prima de riesgo, ni la deuda ni nada, hace mucho, ya os digo, echaban en la tele, en la Primera, Españoles por el Mundo. Cómo sería de antes que, por aquel entonces, ese programa hacía gracia y caía bien. Luego todo se complicó y maldita la estampa de este programita que nos recuerda todas las semanas que nuestros hijos, nietos, sobrinos, amigos, conocidos se han tenido que marchar de España porque no les quedaba otra. Así que Españoles por el Mundo, que tanto nos había gustado, acabó relegado a la madrugada y a ser carne de repetición tras repetición. A veces lo he vuelto  a ver y es bonito recordar un mundo en el que la gente emigraba por amor y esas cosas. Solo por esas cosas.

El caso es que cuando Españoles por el Mundo aún era normal porque todos éramos -se supone- normales, hicieron uno desde Atenas. Me acuerdo perfectamente de aquel reportaje sobre los españolitos que vivían en Grecia por una cuestión: las jubilaciones tempranas. Muy tempranas. A los 40 y pocos. Tan tempranas que durante meses a una amiga y a mí nos duró la coña de 'vámonos para Grecia, qué narices hacemos aquí'. Éramos ingenuas, repito, y todo parecía posible. Y en Grecia, con sus ruinas, su Egeo, su dieta y su sol se jubilaban a los 40. Nos lo habían dicho en la tele con total impunidad. Qué narices, claro que sí, hacíamos en España. Eh. Qué.

martes, 23 de junio de 2015

Reafirmación musical

Creo que ya os he dicho que a mí Pablo Alborán, como que no. No me siento su target, su público objetivo, me siento mayor para sus quejíos, los aires sureños blandiblú no son lo mío. Bueno, yo qué sé. Que no me gusta. Pero no me gusta de no gustar. Ni siquiera, ojalá, me resulta indiferente. No. No me gusta. No lo soporto. Me repele. 

Clarifico esta cuestión porque todos tenemos vergüenzas que ocultar, y si seguís este blog sabéis que yo tengo una así tamaño Júpiter de nacionalidad mexicana. Además, hay cantantes que sin ser de tu estilo, te pueden, en un momento determinado, hacer gracieta y traer buenos recuerdos. Porque a todos, de vez en cuando, nos va el petardeo. Es decir, Bustamante, por ejemplo, no puede ser más pesado, ni puede estar más lejos de mis gustos musicales, pero mi fiesta de fin de carrera estuvo protagonizada por el alcohol ese gran hit que decía 'oe, oeee, oe, oaaa, soyunhombremuysencilloquetequiereenamorar' y ya sólo por eso aquí el Busta tiene un huequito (pequeño, tampoco nos pasemos) en el mio cuore. Qué pasa. 

lunes, 22 de junio de 2015

El examen C1

El examen. Cómo fue y eso. 

Ya os dije ayer que yo estudiar, poquito. Me presenté así a pelo, confiando en mi ingles asimilado y en los hados del destino. Lo único que mire, algo, fueron los topics del oral. Ya sabéis, esa ristra de temas variados, cada uno de su padre y de su madre, de los que, se supone, tienes que ser capaz de hablar al final de curso. Si hasta el nivel Avanzado los temas en cuestión eran tirando a básicos: food, sport, family, books... los del C1 ya eran de índole rebuscadilla y entidad dificultosa. Ejemplos: 

- Crime and Law. Hable usted de por qué la gente acaba en la cárcel y de un famoso caso judicial que recuerde. Todo, claro está, sin meterse en jardines, no la vayamos a liar. 

- The future. Qué meterías en una cápsula del tiempo para que las generaciones futuras supieran de ti. Cuando en clase salió este topic, he de confesar que corté el rollo en un nanosegundo. 'Que miren mi Facebook y mi Twitter, con eso tendrán bastante', solté. El teacher me miró como se mira a los waterparties. Es que no pude evitarlo, jobar. 

domingo, 21 de junio de 2015

Apta, pero... psché

Un profesor de Matemáticas en mi instituto tenía la costumbre de, en determinados exámenes, escribir un símbolo, una especie de flecha cuando los corregía. Así, al ver tu examen y encontrarte con tal dibujo, sabías que estabas aprobado, pero. Pero significaba, en palabras de aquel profe, que se te había aparecido la Virgen y que ya podías dar gracias. Tal cual. "Los que tengan la flecha ya saben, se les ha aparecido la Virgen". Lo que seguía continuación era una sucesión de risas, risitas más bien, adolescentes. Es que en la clase éramos mayoría las féminas y digamos que aquel profe, con su aire de empollón triunfador, sus camisas azules, su sonrisa profidén y sus bromas, nos traía por la calle de la amargura y el paseo del dolor. Cuentan que algunas, ehem, llegaron a tachar en un calendario las clases que quedaban con él, en plan sufrimiento agónico, y que jamás de los jamases adoraron tanto las matemáticas como en aquel año. Pero, en fin, son todo rumores. E-hem. 

A lo que iba, que me disperso. Que he aprobado inglés, pero, como diría mi profe de Matemáticas, con intervención divina de por medio. La Virgen, los apóstoles, los arcángeles y todo aquel que quedaba libre en el Cielo. Todos para mí. Venga. 

lunes, 15 de junio de 2015

Humor negro

Cuando los atentados del 11 de septiembre me recuerdo a mi misma medio riendo medio horrorizada ante los chistes que surgieron. Porque los hubo, aunque, por aquel entonces, no había ni tuiter, ni facebook ni pepinillos en vinagre. Uno así que me viene a la memoria es ese que decía que las torres gemelas eran como hamburguesas, porque entre piso y piso había carne picada. 

Cómo nos pasamos. Oiga. Pero cómo. 

¿Tenemos derecho a reírnos de todo, de cualquier cosa? Pues, con sinceridad, creo que hay que ir con cuidado porque siempre habrá quien se sienta ofendido. Y que si hay otros tipos de humor, qué necesidad hay que acudir al negro. Eso sí, en muchas ocasiones estos chistes nacen como defensa frente al horror o a la pena. Yo también he estado en velatorios en los que han aparecido las carcajadas. Somos humanos, qué se puede decir. 

sábado, 13 de junio de 2015

Soponcios varios

Disculpad el silencio, llevo unos días de esos de Vida En Modo Experto que no se los salta un gypsy. Pero ante las noticias aparecidas recientemente no puedo por menos que venir aquí, mi vomitorio particular, a eso, echarlo todo fuera.

O sea, don Mario, qué decepción.

Sí, sí, eones sin aparecer por aquí y cuando lo hago es para comentar un asunto del cuore. Podéis huir.

Pero es que, entendedme, es muy fuerte. Vale, que cada cual haga con su vida lo que le venga en gana, pero qué fuerte. No he reaccionado aún.

Que fuerte. 

Dejadme, dejadme. 

Qué fuerte. 

viernes, 5 de junio de 2015

Lo de Jon

Que yo soy muy de mis Stark, ya lo sabéis. Impresionable que es una. Y norteña. Y entre mis Stark, que como mi Jon Snow, nadie, también es sabido.

Así que imaginadme viendo el capítulo de esta semana. Imaginadme. Encima, ilusa yo, me lo puse a las tantas de la noche, con la luz apagada. Y los perrillos de la zona de chaletes cercana aullando como posesos. 

Pero analicemos con profusión el episodio:

1. No puedo por menos que dar las gracias a la HBO porque comienzo a enterarme de la historia de Arya. Vamos, empiezo a saber de qué va lo de la casa del sin rostro ese y los muertos y tal. Algo. Tampoco mucho. Pero más que en los libros, que ya es un avance. 

lunes, 1 de junio de 2015

Las modas modernas

Mi teléfono móvil está roto. Su pantalla parece un cuadro de Picasso. En la etapa cubista. Muy roto. Que se me cayó al suelo y, ya sabéis, la obsolescencia programada y la madre que los parió. El caso es que tendría que comprarme uno nuevo si no fuera por un pequeño detalle sin importancia: el teléfono sigue funcionando. 

Y funciona bien, con sus cosas y sus bloqueos y sus sacarme de quicio, pero en general, no me da problemas. Me vale para escuchar música en el Spotify, mirar zapatos en Zalando, perder horas de vida en Pinterest lloriqueando ante fotos de Londres y hasta me dice cuando los niveles de polen se han puesto por las nubes y conviene aumentar la dosis de drogas antihistamínicos. Esto sin contar el Twitter y el Instagram de mis entretelas y el Facebook que tengo que llevar por temas de curro. 

Vamos, que funciona. Con la pantalla rota y un aspecto muy deplorable -lo reconozco- pero funciona. Pero, claro, el comentario más repetido estos días es... ¿y cuándo te vas a comprar otro? ¿Y cuál te vas a comprar?

domingo, 31 de mayo de 2015

Decaimiento seriéfilo

No me reconozco, estoy aburrida de las series. 

Sí, sí, como lo leéis. 

Bueno, aburrida tampoco, pero es que no hallo ninguna que me emocione. Terminadas The Good Wife, Nashville y The Americans, que son a las que me he dedicado principalmente este año, me enfrento al más doloroso de los eriales. Que no sé qué ver. Tanto es mi desconcierto que ayer, harta ya de divagar y de que nada me erizara el vello, acabé enchufándome el capítulo de Friends en el que Ross se compra los pantalones de cuero, 'The one with the resolutions'. Magno episodio que me arrancó las mismas carcajadas de siempre y me produjo la misma nostalgia no de siempre, pero sí de los últimos años. Qué rápido ha pasado el tiempo y cuánto le debemos muchos a esa serie. Ay. 

Esto no quiere decir que no haya intentado engancharme a alguna nueva pero los resultados han sido bastante decepcionantes. Lo intenté con Daredevil, pero debe ser que no tengo ánimo de superhéroes o que echo demasiado de menos a Agent Carter. También he empezado The Game, que es una de la BBC sobre espías en los años 70. De lo bueno lo mejor, pero qué queréis, no me convence. Pelín lenta y bastante intensa sobre un planteamiento muy sencillo. La terminaré pero... Meh. 


lunes, 25 de mayo de 2015

Cafeína, etés y sueños whovians

Algo debo decir y como bloguera vuestra que soy, os lo voy a decir. De lo de anoche, digo. 

Por partes: 

1. Me bebí dos cocacolas a eso de la medianoche. Gentileza del catering que organizó uno de los partidos en cuya sede me tocó pasar la tarde electoral. Diréis, lo sé, que no es para tanto, pero es que yo no frecuento la cocacola salvo en momento de extraordinaria y urgente necesidad, que para algo la vendían, en sus inicios, en la farmacia. Y ayer era o beber o caer. Al suelo. 

2. También cené de canapés y tal y bailé (un poco) el Rock del Garaje. Me gustó mucho, ergo, la forma de pasar las jornadas electorales en la gran ciudad. Que no había tenido yo el placer. 

3. Como estuve currando en el lado 'ganador' (con sus matices) me lo pasé bien porque había buen rollito. Incluso reconozco que me emocionó así algún abrazo que me dieron. Y es que el roce hace el cariño. Son políticos, pero también personas, hombre. Se hacen querer (algunos). 

Es broma. Son muy majos. Algunos. 

sábado, 23 de mayo de 2015

Lo de Sansa, lo de Jaime,

Oh, que han violado a Sansa. Ooooh. Que el año pasado a Jaime se le fue la mano (juás) e hizo lo propio con la japuta de su hermana. OOOOOOH. Manos a la cabeza, vestiduras rasgadas, cabezazos de desaprobación, ooooooh. 

Amos, anda. No sé de dónde sale esa ola de puritanismo o de feminismo mal entendido. En primer lugar, las violaciones no es un tema ajeno a cualquier telefilm de sobremesa, por ejemplo, y, yendo más allá, a ver si es que no se va a poder tratar el tema y de tanto no tratarlo nos vamos a olvidar de su existencia. Oiga. 

Y ya, hablando en ASOIAF dialecto, si se conoce Westeros, lo de Ramsay a Sansa fue, vamos, una caricia amable, una noche de bodas de lo más normal. En comparación con otras cosas que hemos visto y con lo que nos quedará por ver, digo. Que el asunto no salga en los libros, por ahora, ya queda aparte. 

domingo, 17 de mayo de 2015

Agenda de la semana, bis (EL INGLÉS)

Las prisas, que son muy malas. Y la edad, una puñeta. 

Otra labor realizada la pasada, ya, semana fue explicarle a un inglés del interior que sí, que los toros de Osborne que ha contemplado por nuestras carreteras están protegidos y no se pueden quitar. Que nosotros, sus alumnos, no seremos, así en general, muy partidarios del tema taurino, pero los toros esos ni tocarlos. "Como el tío Pepe de la puerta del Sol", soltó alguien, no sé quién, ehem, en plena discusión con el hijo de la Gran Bretaña, al que no le entraba en la cabeza el asunto. 

Tan difícil no es, ¿no? Pues el muchacho no lo pillaba. O sí, pero ponía cara de guiri explorador. Como si estuviera descubriendo una tribu perdida en la selva africana. Y por si no ha quedado claro: nosotros éramos la tribu, claro. 

En fin, una anécdota más de mis días con el inglés que ya llegan a su fin. 

Nótese la pena y el dolor que nos atenaza. 

viernes, 15 de mayo de 2015

Agenda de la semana

Bueno, quien dice agenda dice aventuras, aburrimientos... la vida misma. En resumen, cosas que he hecho esta semana: 

1. Recuperar mi cartera. Estaba en el mismo restaurante, detrás de unos sillones. Ahí no pudo llegar por descuido, está claro. Eso sí, si la camarera salerosa que estaba por allí cuando volví a preguntar hubiera estado más dispuesta a colaborar, me hubiera ahorrado un disgusto  y estar, todavía, sin tarjeta. Pero su "aquí no hay nada, que acabo de barrer" con el morro retorcido, no facilitó las pesquisas. En fin. 

2. Sí, sigo sin tarjeta. Por lo que hoy he tenido que acudir a implorar a una sucursal que me dieran algo de dinerito. La situación es complicada porque sí me han mandado una tarjeta, pero no la que uso para los cajeros, sino otra que tengo de emergencia por si la del día a día se desactiva (ya me ha pasado alguna vez). Y esa tarjeta que me han mandado no sirve para sacar money, solo para pagar. Pero un café no lo vas a pagar con tarjeta, como le he dicho al operario bancario cuando me ha empezado a poner pegas porque, uno, no era mi sucursal, dos, no sé dónde tengo la cartilla. "Mira, no tengo ni para un café, dame algo, por caridad". 

jueves, 7 de mayo de 2015

El robo de la cartera morada

Ayer me robaron. Bueno, eso creo. Tal vez, fruto de mi despiste existencial, fui yo la que perdí la cartera. Pero si la perdí, alguien ha tenido que encontrarla, y si ese alguien, aun, no la ha entregado a las autoridades entramos ya en el ámbito del robo, ¿no?

Porque, conste, la perdí y/o me la robaron en un centro comercial. No en el desierto del Gobi. O sea, que había gente con sus bolsas y sus ganas de apropiarse de lo ajeno. Por lo visto.

El trastorno no ha sido mucho, unos 30 eurillos. El problema es la documentación, las tarjetas, algunos recuerdos y la propia cartera, que me chiflaba, tan violeta, tan bonita. Y no voy a encontrar una ni parecida, ya lo voy asumiendo.

Bueno, aparte de a contar mis penas yo venía aquí a recomendaros que cuando os encontréis en una situación similar, denunciéis por internet. Que se puede. Ayer, en pleno momento desesperación tras darme cuenta de lo sucedido caí en que, oh-my-God, tenía que conducir. Sin carné que enseñar a los señores guardiaciviles. Porque, seré yo que soy una histérica, pero ya me veía a medio cuerpo benemérito apostado por los alrededores dispuestos a detenerme. Que sí, que soy una exagerada, ya lo sé, que en seis años de carné de conducir solo me han parado tres veces, la última para un control de alcoholemia que se desarrolló así: 

martes, 5 de mayo de 2015

Otra de la BBC: Norte y Sur

Si es que no soy yo, es que me busca. Qué culpa tengo. Qué culpita, eh.

Llego a clase de inglés. Tan normal. Tan aburrida. Como siempre. Y dice el teacher, que sigue siendo un solete y no tiene culpa de mi estrés existencial: venga, que os voy a poner un vídeo, que viene aquí en el libro que toca.

Inciso: el libro de inglés es de la editorial de la BBC. Sí, vamos provocando y claro, pasa lo que pasa.

En fin, el vídeo, decía. Nos lo pone. Un trocito de una serie, BBC, by all means, de hace diez años. Norte y Sur.

Mi abotargada cabeza, al oír ese título, se va, inmediatamente, a los campos de algodón del sur de los USA. Norte y Sur. Georgia, los campos de Virginia, la confederación. Esclavos. Patrick Swayze. Esas cosas. 

Pero no. Mi ignorancia era mucha, ahora lo sé. Este Norte y Sur es una novela británica del siglo XIX, de Elizabeth Gaskell, que habla también de las diferencias entre los dos puntos cardinales de un determinado país, Gran Bretaña, claro, durante la Revolución Industrial. Y yo ni flores. Lo que me queda por aprender, señores. Lo que se aprende en esas clases de inglés a las que voy por vergüenza torera. No tengo perdón.

jueves, 30 de abril de 2015

Querencias y reflexiones westerosis

Dos capítulos, dos, llevo de la quinta temporada. Me quedan otros dos para ponerme al día. Pero ya tengo algunas cosas que decir...

1. Quiero el vestido de luto de Cersei. 

2. Quiero que a Lena Headey, con la temporada que la espera, le lluevan los premios. Que ya está bien de ignorar a esta serie y a sus actores. 

3. Quiero a Jaime Lannister ya incluso sin barba y sin pinta de homeless. 

4. Quiero a Varys. Sus frases. 

5. Quiero dar dos tortas a Tyrion a ver si deja de autocompadecerse y se pone a gobernar los Siete Reinos, que los tenemos hechos una piltrafa. 

martes, 28 de abril de 2015

Game of Votes

Ha empezado la nueva temporada de Game of Thrones y no he aparecido por aquí para dar los alaridos correspondientes por mis Stark ni para escribir cartas de apoyo moral a Ser Jorah ni para insultar a Theon ni para nada. 

Daos cuenta de mi sufrir. 

Lo peor no es tener tiempo ni para respirar, lo peor es sentir que no llegas, que por mucho que te multipliques y te organices al final siempre hay imprevistos que te descalabran la agenda, los compromisos y la vida misma. Y que quedas mal con gente que aprecias, que te pierdes cosas, que hasta ver un telediario es excepcional. 

Yeah, a soldier que está pelín hasta las narices, Cersei...

jueves, 23 de abril de 2015

Preguntas sobre libros: El Mando a Distancia

Día del Libro, había que escribir algo para el blog pero como mi frase favorita de los últimos tiempos es "no me da la vida ya para más", en plan folclórica, comprenderéis que emule a Bettie y me disponga a hacer el 'booktag' este del mando a distancia. Voy.

Cambiar de canal: un libro que tuviste que dejar de lado porque no te gustó. 

Con el paso del tiempo cada vez aplico más esta medida de choque. Poco tiempo y mucho para leer, aunque antes era bastante histérica con lo de acabar los libros sí o sí. Uno que me ha venido a la memoria es la segunda parte, supuesta, de 'Los pilares de la tierra'. 'El mundo sin fin' creo que se llamaba. Una estafa de manual creada por el señor Follett , o su equipo, para sacar dinero. Descarado. 

Subir el volumen: libro del que hablas con todos y recomiendas ciegamente.

Uf, puedo ser muy pesada. De normal, identifico fácilmente a los libros con sus potenciales adoradores y entonces me entrego con fervor al proselitismo más canalla y falto de vergüenza. Puedo ser muy pesada, repito, Bettie lo sabe bien. Uno de los libros que más recomiendo es 'La sociedad literaria y el pastel de piel de patata de Guersney', porque, sencillamente, me parece encantador, fácil de leer y con mucho fondo. Ah, y en los últimos tiempos también los de Robert Galbraith. 

domingo, 19 de abril de 2015

iHerb MOLA. Y punto.

Allá por febrero, ante el decrépito estado de mi pelo, decidí volver a darme a los champús Avalon de iHerb. En el pedido incluí algunos productos habituales como mi pasta de dientes del Himalaya, mis tés, un sérum... Pero no gran cosa, en total el pedido no superaba los 40 euros. No me gusta hacer pedidos más grandes precisamente por lo que os vengo a relatar. 

El paquete nunca llegó. 

Sabéis, y si no, os lo cuento, que cuando pedís en iHerb os dicen una fecha aproximada de llegada de vuestros ansiados potingues. Pero esa fecha pasó y mi pedido no llegaba. Entre medias, y ante los ataques de locura de mi gato, pedí unos chuches tranquilizantes que tardaron diez días escasos en estar en mi casa. Pero de los champús Avalon, nada de nada. 

Preocupada, escribí al servicio de atención al cliente de iHerb. Sin muchas esperanzas porque, al haber hecho el pedido en plan normalito, sin posibilidad de seguimiento, no creía que pudieran decirme nada. Y así fue, me dijeron que no podían decirme dónde estaban mis champús, pero que no me preocupara porque los problemas en la aduana eran comunes y había pedidos que se retrasaban más de la cuenta. 

Total, que esperé. Y esperé. 

miércoles, 15 de abril de 2015

'El peso del corazón', de Rosa Montero

En el telediario del otro dia, intercalada entre el resto de noticias, apareció la siguiente: una manifestación de hologramas en las puertas del Congreso.  Una noticia rara, como tantas otras, que no habrá causado mayor impacto, más que nada porque la mayoría de la gente no tendrá muy claro qué es eso de un holograma. No digamos las implicaciones que algo así puede tener, tiene ya, para nuestra vida. Y para nuestro futuro.

Hace unos días acabé 'El peso del corazón', la nueva novela de Rosa Montero. Ambientada como 'Lágrimas en la lluvia' en un futuro muy futurista pero, terriblemente, real y factible. De hecho, aspectos que en el primer libro parecían imposibles, los hologramas por ejemplo, ya son más que realidades y a los hechos me remito. Por no hablar de los problemas en el control de robots, que también comienzan a aparecer y que la propia autora se encargó de mencionar hace poco en su cuenta de Facebook, o del mismo tema del que trata esta última novela, y que es por completo verídico, como Montero señala en el epílogo.

lunes, 13 de abril de 2015

Querido Ministerio: esa NO era Salamanca

En este día hoy de salmantinidad a tope, en el que las gentes se acercan a la ribera del Tormes a comer hornazo y a honrar la memoria del Padre Putas, en la que es, sin duda, la mejor de las fiestas por lo que tiene de pagana, de libertina, de loca, en este día, digo, no me puedo resistir y tengo que hacer algunas precisiones al capítulo que el Ministerio del Tiempo basó en la Salamanca de 1520. Aprovecho para ello que servidora de ustedes de hornazo poco y de ribera menos. El trabajar es lo que tiene. Y el tener jefes que no poseen la alta cualidad de salmantinos y ergo desconocen el sentido y la necesidad del Lunes de Aguas, también. Una pena todo. 

En fin, precisiones, decía. 

En primer lugar, si ese era el perfil de la Salamanca de 1520 yo soy Rita Marley. Así, a las claras se lo digo. Que digo yo que no todo es decir, venga, hoy los chavales del Ministerio se van a conocer al Lazarillo, ¿qué necesitamos? Ah, una ciudad, o algo que se asemeje, con río. Fundamental lo del río, que mira, pone aquí en la Wikipedia, debajo del anuncio pidedineros (cansinos), que el chico nació a la orilla del Tormes. ¿Eso es un río, no? Pues eso, ciudad con río. 

Y río había. Pero no había ni cerros ni torres ni murallas ni puente romano. NI PUENTE ROMANO. 

sábado, 11 de abril de 2015

Another language

Pues sí, amiguitos, se me termina esto del inglés. Parece mentira pero me quedan apenas unas semanas de Escuela de Idiomas. Más allá, se abre el abismo. ¿Qué será de mí? ¿A qué he de dedicar mi tiempo? ¿Con qué os aburriré en este vuestro blog?

Todo si apruebo, claro. Que está por ver, no por la parte escrita, que bueno, sino por la hablada, que llevo un ritmo que hace revolverse a Chespír en la tumba. Pero, en fin, ese es otro cantar. El caso es que muy terrible tendría que ser mi examen para que suspendiera, mucho más teniendo en cuenta aquello que os conté del teacher entregado a la causa y más dispuesto a aprobarnos casi que nosotros mismos. Un encanto es, de verdad, pero me le ha quitado motivación al curso, para qué os voy a engañar. Pero sí, otro cantar también. 

Total, que una vez finalice con el C1, me queda el CAE, que sí me gustaría tener, ya por rematar, y poco más. Puede que algún tiempo de academia y luego, eso, el abismo abisal. 

lunes, 6 de abril de 2015

No somos Bernstein ni Woodward

Supongo que con todas las profesiones pasará algo parecido. Tendrán sus propios vicios, sus males inherentes a la función que desempeñan los empleados. En muchos casos se habrán, incluso, popularizado y caricaturizado. No sé, son todo teorías. El caso que yo venía hoy a hablar de un mal que afecta, y mucho, a la profesión que desempeño. Que no es una profesión como otra cualquiera y, a lo mejor, al decir esto estoy cayendo en lo mismo que pretendo denunciar. Ya al salirme, al sacarnos, de lo "normal", sea eso lo que sea, defino una tendencia, una postura. Una diferencia. Y de ahí a la enfermedad que afecta a muchos periodistas -que de eso se trataba- hay un pequeño paso. La escasa distancia que va entre saber que lo tuyo muy rutinario no es -porque no tienes rutina, entre otras cosas- a creerte el rey del mambo y el salvador de la patria. 

El periodista estrella. Ese que se cree que ha venido al mundo para cambiarlo. Para hacerlo mejor. Para dejar huella en las próximas generaciones. Ese que vive de sueños. Ese que se reivindica constantemente como el azote de los poderosos. Venga ya. En serio, venga ya. 

349

Bueno, pues se acabó. Tan deprisa como llegó, en una caída sin picado, también se marchó. Ahora a esperar a la del año próximo, que caerá en marzo y que vete a saber dónde nos pillará. Carpe diem y a otra cosa, mariposa, que nos quedan 349 días por delante. 

Estarás muy cansada, me dicen. Sí, la verdad. Días comiendo de aquella manera, durmiendo poco y andando mucho, es lo que tienen. Pero me lo paso tan, tan bien que no me importa. Es una locura tan loca que no puede sino fascinarme.

No todo es bueno, claro. También hay que considerar la falta de educación de la gente, que puede ser mucha, o el amplio abanico de comportamientos machistas con los que te tienes que enfrentar cuando te sumerges en este mundo. O cuando sales a la calle en general, pero acrecentado por el ambiente en sí. Desde comentarios que no merecen menos que un rayo abrasador a homilías sacerdotales y costumbres que te trasladan a los años 40 sin necesidad de puerta del Ministerio o de Tardis. Lo peor, aquellas que lo consienten y que participan en ello encantadas de la vida. En fin.

martes, 24 de marzo de 2015

Stand by

Sigo por aquí, eh, sigo. Pero este mes se me complica la existencia un poco mucho y ni tiempo ni ideas para el blog. Volveré en unos días, que tengo que hacer crítica de House of Cards, entre otras cosas.

Mientras tanto, felices procesiones y/o vacaciones, los que las tengáis. 


sábado, 14 de marzo de 2015

El nuevo de la BBC: Poldark

Yo es que cuando veo estas cosas me pongo muy en plan 'Oh, dear'. Sí, me visualizo en mi cottage, todo floreado, con mis gatos y mi taza de té, y 'oh, dear, oh, dear...'


Os presento a Ross Poldark. El nuevo muchacho de la BBC que, como se ve por su gesto, ha llegado a este mundo a sufrir. Y nosotros con él, claro, que de eso va la historia. 

También hablé de...

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