MVL en la city

Hoy lo tengo que contar, no me resisto. Normalmente no hablo, mucho, de temas de trabajo por aquí pero, claro, lo de hoy ha sido tan, tan, tan que hay que contarlo.

Vayan por delante tres cosas, conste:

1. Cada cual se gana la vida como puede y ponerse exquisito no está bien. No. 

2. Yo leo el Hola.

3. Nada de lo que diga en esta entrada podrá ser usado en mi contra. Es casi todo ficción. 

Aclarados estos puntos, procedo. Si me seguís por tuiter ya sabéis que hoy he estado ejerciendo en un acto muy especial. El asunto ha transcurrido según los cánones establecidos. Imaginaos el ceremonial que puede tener algo así en la Usal. Su latín, sus cantos, sus chirimías y sus 200 doctores revestidos de colorines. Y para finalizar, mazapán y vino dulce. Costumbres. 

El caso es que el honoris causa (horroris como dice un compa de servidora) ha coincidido con un momento de eclosión de la prensa del cuore alrededor de MVL. Que se lo ha buscado él, lo sabemos. Que eso le pasa por salir en el Hola, también. Que cada cual es libre de hacer lo que quiera, lo mismo. Pero quien con niños se acuesta, mojado se levanta, y no hay otro modo de verlo. 

La Usal, quede claro, le concedió a MVL el honoris horroris causa hace casi un año. Cuando nadie podía imaginar el culebrón que se iba a desarrollar después. Imaginad la cara del personal de la Universidad cuando se destapó el asunto y, mucho más, cuando justo a principios de este mes se empezó a decir que la presentación oficial de MVL con You-Know-Who como pareja iba a tener lugar una semanita de nada antes del acto de entrega del dichosito doctorado. Sudores es poco, pobres míos. La duda era que si iba a venir You-Know-Who o no. La duda y la pregunta más repetida en los últimos días en la city. Un no parar. 

Y no, no ha venido. Supongo que sabía que si se la ocurría poner un tacón por estos lares nadie se iba a molestar en hacer caso al bueno de su novio, bah, un premio Nobel de nada. 

Pero como nadie tenía claro si iba a ser sí o iba a ser no, y por si acaso MVL tenía un día tonto y soltaba prenda, aquí se han presentado las agencias del asunto rosa. Y de esto, pese al rollo previo, venía yo a hablar. 

Los trabajadores del día a día en la city, con nuestro estilo provinciano y nuestra ranciedad castellana, los hemos mirado así como raro, lo confieso. Que ya una de las chavalas ha tenido que decir que si la pasaba algo, tenía un monigote en la cara o qué. Lo mismo nos hemos pasado, no digo yo que no, pero es que el contraste ha sido fuerte. Ellos es que venían con look sofisticado y eso. Nosotros pues nos hemos arreglado un poquillo más de lo habitual, pero sin pasarse tampoco. Lo que se dice ponerse de domingo. Mudarse, que decía mi abuela. 

En resumen, ha sido como un encuentro entre gentes del Distrito 12 y gentes del Capitolio. De la misma especie, vale, pero de distintos mundos. 

Eso sí, aquí hemos ganado los del Distrito 12, porque el que cortaba el bacalao ha dicho muy clarito que MVL salía a charlar con nosotros pero que a la primera pregunta que se saliera de temas culturales, se cortaba el grifo y a la calle todos. A los de provincias nos ha faltado aplaudir, claro. Y los del Capitolio ni han abierto la boca y cuando ha terminado la charleta con el Nobel, se han ido a ver si a la salida tenían más suerte. Que no, porque no ha habido forma. 

Otro ejemplar de colega que se ha dejado caer hoy por la city y del que también os quería hablar ha sido el Homo Periodistensi Chulillum Elevao. De periódico, serio, nacional. Casi nada, oiga. El típico que viene en plan Pedro Navaja,

por la esquina del viejo barrio lo vi pasar,  con el tumbao que tienen los guapos al caminar; las manos siempre en los bolsillos de su gabán,  pa' que no sepan en cual de ellas lleva el puñal...

Así. Tal cual. El típico también que se acerca a las colegas locales y con suficiencia y sonrisa de medio lado pregunta... bueno, ¿y por aquí para ir de marcha... qué me recomiendas?

Y las colegas locales pueden a) Echarse a reír como imbéciles o b) Vomitarle encima. 

Yo he, metafóricamente, vomitado. Ya os he dicho antes que soy provinciana castellana. A mí gilipolleces, las justas. 

Aquí el marchoso es también el que cuando termina el acto y los de organización con firme amabilidad nos dirigen hacia la salida (por la puerta de atrás), se revuelve y dice aquello de... Es que me ha dicho Periodista de Nombre Importante Conocido por Todos que le salude de su parte. 

La de organización me ha mirado y yo he mirado a la de organización y hemos pensado lo mismo. Que si Periodista de Nombre Importante Conocido por Todos es tan importante, tendrá, se supone, el correo o el teléfono de MVL y, por tanto, podrá ponerse en contacto cuando quiera con él sin necesidad de mandar al primer mindundi a darle recuerdos de su parte. ¿NO?

Lo digo, conste, porque hasta yo, en mi modesta condición de jornalera de la prensa de provincias, sé cuál es el correo de MVL. A la fuerza ahorcan, con la semana que hemos pasado. 

Pero, inasequible al desaliento, Pedro Navaja ha conseguido quedarse un rato más, aunque no sé si habrá tenido suerte en su empresa. Yo hubiera querido que MVL me firmara el discurso -que ha sido precioso, por otro lado- pero me han indicado que ya sabía dónde estaba la puerta y no he chistado. Cuando no se puede, no se puede, y no pasa nada. Al menos he estado allí y le he visto y escuchado. Un lujazo. 

Y nada, he aquí un pequeño repaso de un día que quedará para los anales de la historia. Y, sí, eso que YOU-KNOW-WHO no ha venido, que si llega a aparecer...