viernes, 28 de junio de 2013

Diseños y trenes

Le doy más vueltas a las cosas que una peonza bien bailada. Pero como me prohíbo dar vueltas a las cosas porque no trae nada bueno hacerlo, acabo dando vueltas a cosas que son menos importantes, tipo el diseño del blog. Creo que los expertos lo llamarían trastorno obsesivo compulsivo o similar. Por cierto, por ahora se queda así, pero ya veremos mañana. 

También sueño con trenes, por cierto. Con muchos trenes. Mis noches son ferroviarias. Me doy al ferrocarril, pii, piii, viajeros al tren. 

He leído por ahí que soñar con trenes es bueno, porque se supone que vas a alcanzar tus metas o que estás en camino de. Pero no me fío. ¿Dónde está Freud cuando se le necesita? Sospecho que ni metas ni nada, sueño con trenes porque dentro de nada estaré montada en uno rumbo al sur, donde me esperan Bryan y T. Mi subconsciente, que es así de simplón. 

jueves, 27 de junio de 2013

Robos legales

Que me ha pillado sensible, qué se le va a hacer. Que después del curso que he pasado, entre delirios e idioteces varias de una profesora claramente incapacitada para dar clase, vengan ahora los señores de la escuela oficial de idiomas a subirme 40 euros la matrícula, pues me cabrea, me enerva y me solivianta. Todo junto. Añádase a esto que el año pasado no lo subieron, no, directamente lo duplicaron con respecto al anterior. De pagar unos 50 euros, pasamos a pagar 100, que este año se han convertido en 140. Que diréis pues no es tanto. Ya, no es tanto si se compara con lo que vale una academia privada, que te puede cobrar eso al mes sin ningún tipo de miramientos. Pero ese "encima no te quejes" me enfada aún más. 

Así que me quejo y mucho. Me quejo porque son 140 euros sí o sí, a no ser que seas de familia numerosa, exención a la que, en este caso, no se puede acoger casi nadie. Hay que tener en cuenta que, primero, familias numerosas ya, pocas, y segundo, la mayoría de los alumnos somos treintañeros currantes -o en intento de- que ni niños ni gaitas escocesas. Señores, un respeto, leñe. Encima no se rían de nosotros. 

martes, 25 de junio de 2013

Larga vida a Eslava Galán

La sensación que dejan los libros de Eslava Galán (que me dejan a mí, al menos) es la de su necesidad. Son necesarios, imprescindibles, básicos para entender y para entendernos. Para que nos entregaran el carné de español y, si me apuras, de persona debería exigirse la lectura de gran parte de la obra de este escritor de Jaén. Con seguridad no cuenta nada que no se haya contado antes, pero el modo en el que desgrana, por ejemplo, la historia grande y chica de España en libros como Una historia de la Guerra Civil que no va a gustar a nadie, Los años del miedo y De la alpargata al seiscientos, es tan tierno, tan didáctico y, a ratos, tan divertido que estas obras constituyen por si solas una trilogía imprescindible para conocer a este país que nos ha tocado en suerte o en desgracia. Y sin partidismos, sin tendencias, sin esconder nada. Y eso, oiga, en este patio de vecinos lleno de revanchismo e ideologías desnortadas es muy digno de admirar, destacar e imitar. Al menos, sí, alguien habla (escribe) sin influencias. No todo está perdido. 

lunes, 24 de junio de 2013

Nashville, las canciones. II

Ya circula por esos mundos la segunda parte de la banda sonora de Nashville. Y yo sigo sin poder creerme que ninguna tele española haya comprado los derechos de esta serie. Es que no soy crédito. Pero, en fin, eso, España.

Procedo al repaso de mis canciones favoritas de la segunda tanda de capítulos:

 Postcard from Mexico

 

domingo, 23 de junio de 2013

Paseos por Londres

Ahora que ya han pasado varios días desde que regresé creo que puedo hacer la entrada sobre el viaje a Londres. Todo está ya colocado, en los armarios, en la carpeta de las fotografías y en los recuerdos. Allá vamos.

1. Lo que más me gustó. Sin duda, el Támesis. Qué se le va a hacer, soy de Castilla, para mí el Duero es la referencia, así que no pude evitar quedarme embobada ante tal enormidad de río, con sus olas, sus gaviotas y sus barcos. Además me acordé de la historia de Asterix y Obélix en Bretaña, cuando los pequeños galos entran en Londinium remontando el río entre la niebla. De ahí pasé a la dominación romana, y pasar de ahí a Camelot, muro de Adriano, rey Arturo, druidas, etc. fue inevitable. Sí, he leído demasiados libros de Valerio Massimo Manfredi, lo sé.

Un barco de guerra. Detrás, el Shard.

sábado, 22 de junio de 2013

The Fall

Es verano, hace calorcito, todo es color y luz y no tengo ganas de más asesinatos. La verdad. Tampoco las tenía antes de comenzar The Fall, pero como donde va Vicente, va Vicenta, al final me la he visto. Y tela qué serie. De las que hay que ver, tenía razón Vicente (léase los gurús de tuiter). Pero eso, no more dead people, please. Estoy un poco saturada de muertes, policías, asesinos y tensión. Necesito cosas livianas. Y necesito The Newsroom. Siempre necesito The Newsroom. 

En fin, lo primero de todo, que dónde hay que firmar, a quién hay que vender el alma, cuántos años de vida te cobran por ser como Gillian Anderson. #ESPREGUNTA que se pone, sí, en tuiter. Qué señora, qué clase, qué piel, qué pelo, qué maneras, qué frases, qué todo. Cinco capítulos, cinco horas de serie, y ni una sonrisa la tía. Nada. Y encima comparte escenas con Archie Punjabi, esto es, con Kalinda. Otra que tal baila. Woman's power. Goddesses. 


viernes, 21 de junio de 2013

Día de la Música

Lo de que no sé qué haría sin música está tan manido que me ahorro decirlo. Pero como hoy ha sido el Día de la Música (se nos está yendo la mano con los "días de", ¿verdad?), aprovecho para rendir un particular homenaje a alguien que forma parte de la banda sonora de mi vida por herencia. Porque hay música que entra en tu vida porque tú la dejas entrar y otra que no es que entre, es que ya estaba allí cuando llegaste.

Con el tiempo, y tras muchos -y largos- viajes en coche con una única cinta de casette para escuchar (que aún existe), llegas a encontrar la gracia a esas canciones. E, incluso, algunas pasan a formar parte de tu vida. A convertirse en algo parecido a una declaración de intenciones y a ofrecer luz en los días oscuros que aparecen cuando pasan los años y llega eso que se llama "hacerse mayor". 

Porque, a fin de cuentas, heredamos las canciones y con ellas heredamos también las sensaciones, los sentimientos y el consuelo que nos aporta imaginar, por ejemplo, que vivimos todas las vidas del mundo, imaginar que podemos hacerlo o que, si no nos dejan, al menos podemos escoger la mejor de todas: la del pirata cojo. 

Abayas en Londres

Que Londres da para mucho, no hace falta que os lo diga. Para lo bueno pero también para lo malo, y si hubo algo malo que me llamó la atención fue esto:
                                   

Estamos acostumbrados a ver mujeres con el velo o pañuelo en la cabeza. Dentro de lo que cabe, eso no deja de ser una costumbre inofensiva, aunque habría mucho que decir a ese respecto. Pero, tal vez es que soy de pueblo, pero yo no me esperaba encontrar tal cantidad de mujeres con abaya, que creo que así se llama esa especie de burka que sólo deja los ojos al aire.

jueves, 20 de junio de 2013

Bye, Westeros

Hace una semana ya que finalizó la tercera temporada de nuestros tronos y nuestros dragones. Y yo estoy un poco así, un poco asá. Diez capítulos saben a poco, más si adaptan sólo la mitad de 'Tormenta de Espadas'. Que nos hemos quedado a medias, vamos. Que, pese al soponcio de la Boda Roja, puedo prometer y prometo, queridos no-lectores, que queda mucho por pasar. Mucho de Tormenta que contar. Luego, eso sí, la cosa decae y George R.R. Martin dedica Festín a pasear a los personajes. A orearlos, que diría mi abuela. 

Conste que no le critico. Un planteamiento tan brutal como es el de ASOIAF necesita también tiempos muertos en el que los personajes se sitúen, las fuerzas se reequilibren y todo se encamine al esperado final. Si no, no resultaría creíble y uno de los grandes méritos de esta mastodóntica historia es que te la crees. Porque, pese a los dragones, brujas y muertos vivientes, entiendes a los protagonistas como si fueran personas de carne y hueso. El señor Martin escribe bien y tiene una imaginación desorbitada, pero es que además psicoanaliza a los humanos de un modo aterrador. 

miércoles, 19 de junio de 2013

Los últimos días de Japi Flogüer

Tras el año que os he dado con las crónicas de Japi Flogüer, creo que debo relatar cómo han ido sus últimos días. Últimos días que, además, no se han desarrollado en calma y tranquilidad, no, sino que han rematado de forma sublime este curso de locura y sinsentido que hemos vivido. Lo esencial es que la señora dimitió a finales de mayo, o sea, en plenas fechas de exámenes. Sí, dimitió, renunció a la plaza, se largó. A nosotros nos examinó ella, pero al otro curso al que daba clase, les cayó en suerte ser examinados por los otros profesores de la escuela, en lo que puede definirse como una de las mayores put**** que pueden suceder en docencia. Que te dé clase, de aquella manera, un profesor pero que te examine otro que no va a tener en cuenta más consideraciones que lo que esté puesto en el papel. Ideal. 

Podéis imaginar nuestra cara cuando nos enteramos de la dimisión que, además, no nos fue comunicada por ninguna vía oficial, sino que, como casi siempre, fue el amigo de un amigo de uno de mis compañeros el que se enteró y el que dio la voz de alarma. Desde entonces se sucedieron los correos entre nosotros, sin tener ni idea de lo que había pasado. 

lunes, 17 de junio de 2013

Rincones de Londres


Mientras repaso las fotos del viaje, recuerdo y ordeno pensamientos. Han sido pocos días y muchísimas cosas vistas, casi una maratón de turismo que aún se siente en mis pies pero que ha merecido muy mucho la pena. No quiero aburrir con mil fotos e historias, así que os pongo el álbum de Flickr que he creado con una quinta parte de las fotos que hice. Que el dedo japonés se me disparó de lo lindo y eso que no me llevé la réflex.


domingo, 16 de junio de 2013

Una delincuente en London

¿Y por dónde empiezo?, me digo a mí misma. 

Pues empieza por el principio, me respondo. 

Y eso voy a hacer. Por el principio de la historia del viaje a Londres. Esa historia que comencé delinquiendo, porque yo lo valgo y porque sí. 

Llegas a Londres, en este caso Gatwick Airport y algo en el ambiente te dice que estás en UK. No es que la gente hable raro, que veas a un indio con turbante o que esté nublado, no. Es algo, no sé cómo definirlo, algo que se nota....

..que se siente, la queen está presente...

Lo bailao



London Eye by Lya Black (lyablack)) on 500px.com

Ofú.

Tengo los pies destrozados.

La economía algo desequilibrada.

Sueño atrasado por un tubo.

Un montón de fotos por editar.

Los niveles de colesterol algo más altos.

Dolor en todo el cuerpo.

Pero he estado en Londres. ¿Qué importa nada?

Pues eso, que me quiten lo bailao. 



lunes, 10 de junio de 2013

London, baby

Pues sí, aunque las cosas se han complicado algo en los últimos días, me largo, me marcho, London, prepárate, que voy.

Y, qué queréis, mi estado en estos momentos oscila entre el de Paco Martínez Soria en 'La ciudad no es para mí' y el de Joey de Friends, en aquellos capítulos en los que Ross se nos empeñó en casarse con Emily...

Sí, ya sé que es una mezcla peculiar.

Pero estoy más así, lo otro son nervios

domingo, 9 de junio de 2013

Life on Mars

Dicen las malas lenguas que lo del cine cada vez se lleva menos. Que los Oscar ya no fascinan como antes y que, para muchos, sólo son una pasarela bastante hortera de viejas glorias de Hollywood y de los cuatro actores jóvenes que se han ganado, vaya usted a saber por qué medios, el favor de los productores y distribuidores (sí, Weinstein, te miro a ti), de la industria. Una industria que cada vez es menos industria, aunque siga sacando engañifas como el 3D para ir tirando.

Cuentan esas malas lenguas que ahora lo que funciona de verdad, son las series. Que miles de tuiteros -los mismos que despellejan sin piedad en la noche de los Oscar- levitan de emoción en otra noche, en este caso en septiembre, la de los Emmy. Y que vuelven a hacer lo mismo en enero, con los Globos de Oro y en mayo, con los Bafta. Porque en esas tres citas pueden ver a esos actores y actrices que no salen en las revistas ni en los programas del cuore, pero que para ellos son casi de la familia. 



sábado, 8 de junio de 2013

Querido Ser Jorah...

A ver, Ser Jorah, a ver cómo le digo esto...

....un poquito de dignidad, por favor. Un poquito de hombría, de sangre, de espíritu, algo. Al-go. Que usted  muy bien con la espada, zas, zas, no hay malo que se le resista, un campeón, pero, corazón, con las mujeres lo suyo es de drama almodovariano, no me diga que no. La primera se le muere por no sé cuántos abortos y malos partos seguidos. Pobre. Se queda usted viudo, tan gallardo y apuesto. Tan caballero de Camelot.

Tanto, tanto que en el torneo que festejaba que los Stark le habían dado candela a los Greyjoy (porque hubo una época en la que los Stark ganaban, sí), va usted y conoce a la nena de los Hightower y, nada, a ejercer de caballero romántico con ella, como está mandao.

Pena que la nena esta fuera una pija de la alta sociedad de Westeros a la que la Isla del Oso le pareció un horror. Que fue ver aquello y se le pasó el enamoramiento en un suspiro, oye. Ni gallardía ni pepinillos en vinagre, usted estaría muy bueno pero el hogar matrimonial era una lástima y así no hay socialité westerosi que se inspire para procrear ni para nada.

viernes, 7 de junio de 2013

Maldad Westerosi

SPOILERS, MUCHOS SPOILERS DE LA 3ª Y 4ª DE JUEGO DE TRONOS


Qué maldad. Parezco un Bolton. Yo, tan Stark. Pero es que no he podido evitarlo. Las lágrimas por lo sucedido en la Red Wedding siguen manando a chorro, ¿qué digo a chorro? ¿Vosotros os habéis imaginado el día en el que los dragones de Daenerys crezcan del todo y se enfrenten al Muro? Pues más o menos así está el personal, derritiéndose, deshidratándose. Que nos van a inundar Westeros y nos va a venir fatal, ahora que el invierno ya ha llegado. O eso dijo Jaime (ay) cuando vio nevar en Riverrun (qué cursilada, por cierto, lo de Aguasdulces). 

jueves, 6 de junio de 2013

Bares y Marca España

Durante una de las clases de inglés de este año, nuestra inglesita lectora -un encanto- nos habló de la publicidad y de cómo había cambiado con el paso de los años. Para hacerlo se basó en una marca tan conocida como Coca Cola, cuyos anuncios reflejan como ninguno los vaivenes de este mundo en el que nos ha tocado vivir. 

A lo largo de sus muchos años de historia la bebida de la fórmula misteriosa ha dirigido sus campañas de publicidad a los hombres, a las mujeres, a las familias, según soplara el viento en la sociedad de cada época. Pues bien, en este 2013, Coca Cola dirige su campaña de publicidad en España a los bares. Con un par. 

Sé que hay mucha gente a la que el anuncio le encanta, le parece lo más y hasta le provoca lágrimas de emoción y patriotismo, pero a mí, que soy así de rara, lo que me provoca son ganas de vomitar y de exiliarme. Más de las que ya tengo habitualmente.



martes, 4 de junio de 2013

The Red Wedding

Spoilers muy gordos de la tercera de Game of Thrones. Aviso.



Cuando lo leí, hace ya unos años, sentí algo nunca antes sentido al leer un libro. Quizás sólo se le parece, en esta lista personal de "tragedias lectoras frikis que no superaré jamás", la muerte de Sirius Black. Pero se le parece, no más. The Red Wedding marca, marca para siempre. Es una crueldad literaria sublime, finamente entrelazada para llevar al lector al lugar exacto, perfecto, hacerle creer que va a tocar el cielo, y, en el mismo instante en el que comienza a disfrutar de una recompensa tan largamente ganada y añorada, arrebatársela sin miramientos, sin dudas. Sin piedad.

Es una maldita obra maestra literaria, convertida ahora en una maldita obra maestra televisiva vía la HBO. 

lunes, 3 de junio de 2013

De libros por Madrid

El sábado lo pasé entre libros y buena gente, no se puede pedir más. Por estas cosas de vivir donde vivo, de vez en cuando tengo la enorme suerte de participar en proyectos de experimentación. Unos cuantos conejillos de Indias leemos determinadas obras y charlamos sobre ellas en redes sociales, proceso cuidadosamente vigilado y analizado por expertos en comprensión lectora. Estos proyectos suelen terminar con un encuentro con el autor cuyo libro hemos leído. En este caso, Rosa Montero. 

Qué encanto, de verdad. En general, el día fue encantador, lleno de esa luz de primavera que en Madrid estalla como en ninguna otra ciudad en el mundo. 

El aprendiz de río

También hablé de...

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