miércoles, 26 de octubre de 2016

Lía en el gym (por fin)

Empecemos por el gym. Empecemos. 

Ya os he contado en la entrada anterior que, tras muchas reticencias y vagancias, por fin me he apuntado al gimnasio. Entendedme, con mi horario de locos sólo puedo ir en la hora de comer y, seamos sinceros, no es lo que más apetece. Pero bueno, ya está, ya he roto la barrera -imaginaria- y ya estoy metida en el ambiente. 

No es la primera vez que pago por sufrir, conste. Estuve yendo dos años pero lo dejé porque mi vida laboral comenzó a volverse loca. Súmale la escuela de idiomas y tienes el pastel completo. Pero eso, que ya voy. Lo conseguí. 

Mi primer día fue muy prototípico. Yo, con mis ropitas del Decathlon, que llego a la sala de aparatos de tortura de fitness y busco al monitor. Para que me explicara cómo iba aquello, no para nada más. No vayáis a pensar que yo quería interacción con otro ser humano en ese ambiente hostil así porque me apeteciera. Que no. Un respeto. 

Ewwwww...

martes, 25 de octubre de 2016

Pasó en octubre

Sigo viva, no se me asuste nadie. Aquí, aquí, mirad aquí, eeeh, que estoy aquí... Nada, ni caso. Normal, os tengo abandonados. Diculpad, josmíos, disculpad. 

Es que a ver, a mí este año me ha dado por vivir la vida en modo valiente, y así me pasa lo que me pasa. Como tengo un trabajo con horarios normales (#no) y con estabilidad (#jaja) y con rutina (#noteflipes), decidí adornar mi existencia con nuevos alicientes. A saber, me apunté a la universidad para dejar de ser intrusa, me apunté al gym, me apunté a una especie de voluntariado y me fui de vacaciones. 

¿Entendéis que al blog le hiciera poco casito, no? 

Por partes. Lo de la universidad para dejar de ser intrusa ya lo sabéis porque os he llorado convenientemente. Ya he superado el primer mes y estoy deseando que se acabe esta tortura que llegue enero. Vale, os soy sincera. En el fondo me gusta porque veo que es algo útil que me está costando un riñón que me va a servir. De qué, no lo sé, pero tengo esa sensación. Dejadme con mis ilusiones, anda. 

lunes, 10 de octubre de 2016

Y seguimos....

Si yo sólo quería estudiar mucho y hacer exámenes, como una Hermione de la vida que soy. 

Si yo sólo quería agobiarme porque no me había dado tiempo a estudiar todo y esas cosas. 

Si yo sólo quería ser feliz entre mis apuntes y libros y mi soledad. 

¿Por qué, entonces, tengo que verme obligada a ser asertiva, extrovertida y hablar con 'gente'?

¿Por qué, oh, mundo cruel?

¿Dónde está la universidad española de toda la vida con sus apuntes y su estudiar? ¿Por qué ahora los profesores escriben y te dicen cosas?

Sacadme de aquí. Help. 

También hablé de...

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...