martes, 29 de marzo de 2016

The Night Manager

Antes de nada, lo dejo claro: no he visto una película completa de James Bond en mi vida. Que diréis que como puede ser, teniendo en cuenta mi obsesiva fijación con todo lo brit. Pues no, con esto no. A mí es que el Bond me ha parecido siempre un hortera de bolera que lo flipas cantidad, con esos trajecicos, esas poses y esas mozas en bragas roneándole. Hortera. No me interesa lo más mínimo. 

Cuento esto como preludio y explicación en avanzadilla de mi crítica a The Night Manager, serie de la BBC que terminó el otro día. Como siempre, piqué como un besugo. Que si Tom Hiddleston, que si Hugh Laurie, que si Olivia Colman, que si espías, que si misterios. ¡¡Compro, compro, compro!!, gritaba yo, presa de un ímpetu desaforado. 

Y compré, claro. Me puse el primer capítulo emocionada toda. Y, en fin. Menuda bajona. 

A ver, que la serie mal no está y trata sobre un tema muy interesante: los traficantes de armas que funcionan bajo el paraguas de los gobiernos occidentales haciendo negocio en Oriente Medio. Pero, regresando a mi aversión a todo lo que suene a James Bond, yo me esperaba otra cosa, no una sucesión de planos exclusivos de Tom Hiddleston y comentarios constantes sobre lo guapo que es, el tipo que tiene, los ojazos que porta y demás bellas características de su anatomía. Que, se me entienda, todo se agradece y esto más, pero estamos a lo que estamos. ¿O no?

lunes, 14 de marzo de 2016

Mis teachers

Le decía a Bettie ayer que algún día os iba a contar mi historia con los profesores de inglés. Es que el sábado, por si no me seguís en tuiter y no os habéis, por tanto, percatado de mis alaridos, salió mi teacher en ese programa de la cinco que es como El Semáforo pero en fino y moderno. Programa del que servidora desconocía su existencia, para variar. 

Total, que un amigo me mandó un was con el siguiente contenido: "en la 5 hay un americano al que conoces". Esto, así a pelo, a la una de la mañana de un sábado sabadete, comprenderéis que me dejara ojiplática y dubitativa.

¿Americano? ¿Al que conozco? ¿Tú dónde andas, muchacho?

Eso sí, sólo se me ocurría una opción, la verdad. Eso o era Bryan y mi amigo había confundido su nacionalidad, canadiense, con americana de los States. Qué sabía yo. Qué sabía nadie.

Bueno, pues puse la tele y ahí estaba. Mi primera opción y el único americano, que yo recuerde, que conozco de verdad. Mi teacher. Aquí empezaron los alaridos, los guasaps locos y más alaridos.

Qué fuerte todo. Pero bueno, yo había venido aquí a relataros ni historia con los profesores de inglés,  que muy normal no ha sido nunca, no...

viernes, 11 de marzo de 2016

De soldados y la Antártida

Debería estar escribiendo de otras cosas, pero no me puedo resistir. Desde que lo vi ayer, no me puedo resistir, porque me pareció muy injusto. 

Lo de la Colau, digo. Y el ejército. 

Yo no es que sea muy marcial ni muy partidaria. Ni mucho ni poco, lo normal, como dice la canción. Mis sentimientos se limitan a mi experiencia laboral, que no puede ser mejor ni más buena en ese ámbito. El ejército no es una caterva de asilvestrados que se dedican a matar gente ni a aumentar el belicismo ni a enfrentar a los pueblos ni pepinillos en vinagre. El ejército está compuesto por gente normal que, eso sí, suele ser más educada y agradable que la media. En mi experiencia todo, repito. 

Y es que mis superiores dicen "oye, que mañana hay que ir al cuartel o a la base porque hay tal" y a mí me falta tiempo para marcarme un Katniss y ofrecerme voluntaria. Que no es que me guste, sólo, ver a chicos guapos en uniforme, que también, es que siempre que voy me lo paso bien, aprendo y encima, eso, son majos, agradables, se desviven por ayudar y nos tratan con una educación exquisita. Y eso, en este mundo en el que muchas veces a los periodistas no nos dejan ni una mesa para apuntar, creedme que se agradece. Mucho. 

lunes, 7 de marzo de 2016

Call the test of Bechdel

En los últimos tiempos he leído un par de artículos sobre series feministas. Esas que cumplen el test de Bechdel que es, a saber: 

- Que en la serie salgan dos personajes femeninos.
- Que esos personajes se hablen entre sí en algún momento.
- Que esa conversación vaya de algo no relacionado con los hombres. 

Sorprendentemente, o no, en ningún lugar se menciona a Call the Midwife, que es, con seguridad, la serie que más y mejor cumple con esos tres requisitos. Pero, claro, salen monjas y enfermeras, eso no puede ser feminista. Para nada. Nunca. 

Inciso: yo no considero que esos tres requisitos sean la santísima trinidad del feminismo audiovisual. Habrá series que los cumplan y que aún así sean caca y otras que no y sean estupendas. Pero ya que lo utilizan como argumento, me lo traigo a mi terreno. 

jueves, 3 de marzo de 2016

TAG: 7 cosas sobre los libros

Una tarde de medio relax y el portátil en funcionamiento... Es hora de hacer este cuestionario que vi en el blog de Bettie y en el de Hache.

1. Siete libros que leer antes de morir.

-Los escarabajos vuelan al atardecer, de María Gripe.
-Luces de Bohemia, de Valle Inclán.
-El Gatopardo, de Lampedusa.
-La ridícula idea de no volver a verte, de Rosa Montero.
-Bomarzo, de Mújica Láinez.
-La Montaña Mágica, de Thomas Mann.
-Guerra y Paz, de León Tolstoi.

2. Siete citas literarias.

Tengo la mala costumbre de no apuntar las citas que me gustan, así que no sé si voy a llegar a siete... De modo general, cualquiera de Alatriste la firmaría con mi sangre si fuera preciso. Y luego están las frases de Albus Dumbledore, por supuesto... "happiness can be found even in the darkest of times, when one only remembers to turn on the light..."


Take it easy

Hay una edad en la que los años empiezan a pesar. En la que notas que lo que parecía ayer mismo es ya pasado, muy pasado. ¿Lo peor? Que no te has dado cuenta.

Es complicado hacerse mayor. Se pierde resiliencia, esa capacidad tan valorada últimamente, parece ser, en los procesos selectivos de trabajo. El saber volver a ser uno mismo cuando vienen mal dadas. Y es cierto, cada vez cuesta más. Se pierde flexibilidad, no sólo física, sino también mental. Tanto que a veces no sabes muy bien si esa resiliencia trata de volver a ser el que fuiste o de buscar un nuevo modo de ser. Un nuevo yo. 

martes, 1 de marzo de 2016

Sobre Leo, Amy y los Oscar

Un año más, mis conclusiones aceleradas sobre los Oscar. Tachááaaaan.

1. Estaréis contentos, eh, que Leonardo ya tiene el Oscar. Yo es que soy de Fassbender, pero me alegro también. Aunque sea para que os calléis. Chatos. Y vale, reconozco que Leo y Kate son parte de la educación sentimental y cultural de varias generaciones, la mía también. Y los quiero mucho y todo lo que les pase bonito es bien. Millenials al poder. 

2. La ganadora del Oscar a mejor actriz iba hecha un cuadro. Brie Larson tiene por gracia la muchacha que se plantó un estilismo que parecía una reina de la fiesta de graduación de un instituto de Minessota. O una invitada a una boda patria española con vestido comprado en los chinos. Porque sería un Gucci pero tenía una pinta de acrílico que asustaba. De la Vikander no digo nada porque es la novia de Fassbender y, por lo tanto, merece mi desprecio más absoluto. No regrets. 

3. Me ha parecido una edición muy sosaina en cuanto a trajes y asistentes. Quitando el Chanel de Julianne Moore y el Armani de la Blanchett (un vestido que sólo aguanta ella y CÓMO), el resto ni fu ni fa. Eché en falta a las estrellas de verdad: Angelina, Brad, George, Julia, Meryl... Mucho niño y niña monos pero ninguno con enjundia, con algo interesante que contar, ya sea de palabra o de actitud. No sé si me explico. 

El Ministerio y yo

Que no me miréis así, que es que soy así. Dejadme ya. QUE NO TENGO REMEDIO, QUE YA LO SÉ. 

Más o menos así acabé ayer mis conversaciones tuiteras sobre El Ministerio del Tiempo y el plagio la inspiración que se marcaron con respecto a Doctor Who. 

Qué le voy a hacer, soy rara. El Ministerio ya no me emociona. Yo lo intenté con el ímpetu del viento pero tras aquel capítulo que se marcaron sobre el Lazarillo se me pasó el enamoramiento. Porque me dio pena que algo tan sencillo de hacer bien lo hicieran mal. Luego llegó la locura electoral y se me quedaron dos capítulos por ahí para terminar la temporada. "Ya los veré en verano", me dije. Y hasta ahora. Que ha empezado la nueva y tampoco me he puesto con ella. 

¿Qué me pasa, doctor? ¿Soy rara? ¿Tonta? ¿Extraterrestre? ¿Bip, bip? 

También hablé de...

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