Algún día debo aprender que empatía, poquita. O ninguna. Que vivimos bajo la ley de la selva y tonto el último. Y que hay muchos que van de buenos y, al final, lo único que hacen es mirarse el ombligo y darse besos en el espejo. Porque son muy buenos, claro. Y también que aquellos que más difícil te lo ponen, a lo mejor son los que más capacidad de reflexión tienen, más allá de artificios y de disfraces.
Este tiempo que llevo en el 'mundo real' me ha servido para conocer bien de cerca los males que afectan a España. Meritocracia, poca. Mediocracia, mucha. Y más ombliguismo.
En fin, menos mal que están los gatos para reconciliarnos con el mundo. Menos mal.
Como diría Superbritánico: I am until the bun.
Until de bun and beyond. No te digo más.
ResponderEliminar:*
Pero very much beyond ;-P
ResponderEliminarY cierro con #LaFraseDelAño: pero es lo que hay