La culpa fue del chachachá

- Si es que los USA son especialistas en meterse en guerras y luego las consecuencias para nosotros...

- Eeh... ¿Perdona? ¿Puedes desarrollar esa teoría...?

- Pues eso, que el imperialismo, el petróleo... Y luego vino el 11S, el 11M....

- Peeero el 11S fue antes de la invasión de Afganistán...

- Bueno, pero ellos siempre han tratado fatal a esa gente...

- ¿Puedes concretar un poco más?

- ....

- Quiero decir, yo estoy de acuerdo en que se han hecho muchas cosas mal, sin prever las consecuencias, que la creación de esos países tras la Primera Guerra Mundial fue un desastre y que todo se complicó más tras la Segunda... Pero también creo que, tras lo de París, repetir que la culpa es de los USA -que es como decir que la culpa es nuestra- es reducir demasiado el conflicto y seguir negando la realidad. Nos odian, con razón o sin ella, pero nos odian. Y no sé tú, pero yo no quiero poner más la otra mejilla ni sentirme culpable por cosas de las que no tengo culpa. Y no quiero tampoco tener miedo a vivir ni que venga esa gentuza desquiciada a decirme que no me puedo tomar dos cañas, ir a un concierto o, fíjate que cosas, trabajar. Porque a mí no me pone un burka -real o psicológico- nadie. Y si hay que actuar, atacar y devolver el golpe, pues adelante con los faroles. El buenismo y la negociación con esos tipos no van a ninguna parte, porque son fanáticos que quieren lo que quieren: destruirnos. Porque Europa es la cuna de la separación entre fe y razón y porque su dios nos la trae al fresco. Sí, ¿qué pasa? Al fresco. Y hoy he comido jamón y he bebido vino en honor a MI cultura. ¿Soy una privilegiada? Sí. ¿Es justo que unos hayamos nacido aquí y otros allí? No. Pero eso no es excusa para que nos dejemos destruir. Porque lo nuestro es mejor. Porque somos mejores. Porque somos libres. Porque podemos besarnos en la calle, celebrar fiestas, viajar donde nos plazca, vivir la vida. Y tendrán que aceptarlo o asumir las consecuencias.

- Ehh... bueno pero es que los americanos...

- ¿Sabes qué? Que voy a por otro vino y que tú, mientras, te puedes ir yendo A LA MIERDA.