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Bueno, pues se acabó. Tan deprisa como llegó, en una caída sin picado, también se marchó. Ahora a esperar a la del año próximo, que caerá en marzo y que vete a saber dónde nos pillará. Carpe diem y a otra cosa, mariposa, que nos quedan 349 días por delante. 

Estarás muy cansada, me dicen. Sí, la verdad. Días comiendo de aquella manera, durmiendo poco y andando mucho, es lo que tienen. Pero me lo paso tan, tan bien que no me importa. Es una locura tan loca que no puede sino fascinarme.

No todo es bueno, claro. También hay que considerar la falta de educación de la gente, que puede ser mucha, o el amplio abanico de comportamientos machistas con los que te tienes que enfrentar cuando te sumerges en este mundo. O cuando sales a la calle en general, pero acrecentado por el ambiente en sí. Desde comentarios que no merecen menos que un rayo abrasador a homilías sacerdotales y costumbres que te trasladan a los años 40 sin necesidad de puerta del Ministerio o de Tardis. Lo peor, aquellas que lo consienten y que participan en ello encantadas de la vida. En fin.

Eso sí, como en botica, hay de todo. No todo es bueno, pero no todo es malo. Quedémonos con los buenos ratos, las risas y las emociones. Y las fotos. Tiradas de aquella manera, deprisa, sin pensar, y en automático. No son maravillosas, pero aquí están. 

(No consigo insertar el álbum como antes, meh)