La Pantoja habló. Gratis. Y los reporteros que se pasan los días en la estación del Ave esperando que algún famoso los gruña para tener algo de lo que tirar ('Fulanito no está de humor, ¿por qué no está de humor Fulanito?, ¿lo habrá dejado con Menganita?), los reporteros, digo, fliparon en colorines y las cadenas más. La Pantoja habló. Que el mundo se pare. Que se detengan los satélites. España aguanta la respiración y asiste emocionada al fenómeno. Habló. La Pantoja.
Y habló de ese engendro que tiene como hija. Que de eso, conste, vengo yo a hablaros. Porque a cuenta de las palabras de la folclórica, me enteré bien de la historia de su nena nini. Y me dio pena, e hice, porque yo soy así, un paralelismo con la situación de buena parte de la juventud de este país. Jóvenes cuya máxima aspiración es salir en 'Putones, pilinguis y viceversa', o perder el culo por hacerse una foto con un famosillo de quinta, salido precisamente del programa anteriormente mencionado o de alguno similar. De esos que vienen a las discotecas de los pueblos a cambio de un puñado de euros y de unas cuantas toneladas de dignidad, las que pierden tanto ellos como los que acuden a su llamada solo por tener una foto que poner al día siguiente de portada en al Facebook. Y digo foto pero sé que algun@s buscan el rollo para ver si pueden terminar haciéndose un 'Deluxe' a costa de contar cómo aquel famos@ por nada acabó con ell@s en el baño de la disco.
Esto es reflejo de muchos jóvenes de este país nuestro. Y es reflejo de la nena nini de la Pantoja, que ni estudia ni trabaja ni ganas. Para qué, si ya tiene las cámaras, los focos y se puede sentir importante y famosa. Pero lo más grave en este caso son las oportunidades que ella, por ser quien es, tiene y no aprovecha, oportunidades que no tienen otros que pelean por conseguir becas para seguir adelante con sus estudios y sus sueños, por ejemplo.
Esta muchacha en vez de intentar hacer algo de provecho con su vida, de luchar por ser alguien a través de su esfuerzo y sus ganas (y del dinero de mamá), en vez de eso prefiere dedicarse al faranduleo. Qué triste, ¿no? Tantas cosas que estarían a su alcance y que no valora, que se va a perder por aferrarse a la nada, a la vacuidad. Qué pena.
Ya lo decía mi abuela, Dios da pañuelo a quien no tiene mocos.
Tú abuela decía bien. Ese refrán es para tatuárselo. Yo lo llevo tatuado mentalmente xD
ResponderEliminarUn día me dio a mí por hablar de esto, de que los jóvenes al final se conforman con ser el hombre y viceversa del turno, o la mujer y viceversa que toque. Y a que no sabes qué me contestó una señora supuestamente hecha y derecha: "¿Y qué?".
Pues nada, chicos. Alegría.
Pues a mí me gustaría ser capaz de evadirme del mundo lo suficiente como para que mi máxima aspiración fuera salir en Telecinco (esa gran cadena cultural) y ponerme tetas con mi primer sueldo...
ResponderEliminarO no.
No.
Un besote.
Ese nivel cultural y educación tantas veces hablada en nuestras numerosas tertulias...La cultura llama cultura y ... hacer entender que la cultura te da "vida" en el sentido de disfrute a alguien que ni por asomo puede llega a valorarlo/sentirlo es tiempo perdido. El tiempo...el tiempo le dirá a tu España cañi, cuan necesaria es y entonces...entonces la inyectarán en vena, esperemos que no sea tarde..
ResponderEliminarYo no me entero de estas cosas más que de refilón por internet xD
ResponderEliminarSé que había tenido un hijo con lo joven que es y que había follón familiar, pero poca cosa más.
Me puse un poco de parte de la chica porque no sabía gran cosa, digo no sé, que igual la ponen de mala y no lo es (que a veces pasa). Pero por lo que cuentas ya veo andaba bastante equivocada xD