martes, 21 de mayo de 2013

Todos a la cárcel

Leo por esos vericuetos del Internet los nuevos artículos del Código Penal "made by Gallardón" referidos a la piratería. Y no sé si reír o llorar. Reír porque me parece de locos, llorar porque lo mismo, todo muy loco, sí, pero acabamos en chirona. Estaría bien, oye, el país entero a la cárcel. Ya no nos preocupemos de buscar curro, casa, el coche que se avería o los niños que no callan. En la cárcel está el futuro. Nuestro futuro. 

Cosa más mona de panda....

Eso o claro, hacemos lo que el señor Gallardón quiere y volvemos a los tiempos oscuros, en los que la información y la cultura eran una, grande y libre para ellos, no para los demás. Volvemos a depender de lo que la televisión nos ofrezca y de aquello a lo que puedas aferrarte vía alguna institución tipo biblioteca o centro cultural. Eso si tienes la suerte de tener algo así cerca, claro. 


Pero nada ya de pirateos, búsquedas por la red, pásame ese enlace, mira qué canción más chula, o espérate que sé de un sitio en el que encontrar esas películas descatalogadas que sólo le interesan a cuatro. Y, a ver, que la piratería está mal, ya lo sabemos. Pero hasta cierto punto y no vista como un todo. 

Yo no vería las series que veo si no pudiera acceder a ellas como lo hago, por lo tanto, considero que no hago daño, sino todo lo contrario. Si algún día me compro una camiseta de Game of Thrones, la piratería de la que me beneficio habrá dejado su beneficio, valga la redundancia, a aquellos que producen la serie o tienen los derechos de reproducción de merchandising vario. Y así con todo. 

La piratería es un asunto en el que no interesa meter mano de verdad. Porque para meter mano ahí, lo principal sería cambiar el sistema de oferta y demanda de productos culturales tal y como lo conocemos ahora mismo. Y no interesa. Tenemos que seguir en modo "antiguo", aunque ya no tenga sentido. Porque sí, porque ellos lo dicen. 

Es como si, después de tres días sin comer, te ponen delante una bandeja de jamón ibérico pero te dicen que no lo toques, que no es tuyo. Pero te lo ponen delante. Te sientan en una mesa estupendamente preparada pero te dicen que no uses nada, aunque te mueras de hambre. Oiga, entonces, ¿por qué me da el medio, la oportunidad y el producto?  Tal vez si como jamón estoy delinquiendo, sí, pero, ¿en serio me van a llevar a la cárcel por ello? ¿No suena esto a Edad Media, a tiempos oscuros, a crueldad e intolerancia, a tortura? 

Está mal que el trabajo de los autores no se respete ni tenga la contraprestación económica que se merece, pero, aunque suene duro, a lo mejor es que ya no vale. A todos nos gustaría, a mí más que nadie porque me toca muy cerca, que los periódicos de papel siguieran teniendo la importancia de antes, pero es que ya no la tienen y hay que asumirlo. Ahora sólo resistirán los que ofrezcan excelencia, los que lleguen a un público selecto que esté dispuesto a pagar por contenidos de calidad, no por lo que se puede leer en cualquier sitio de la red. Es decir, necesitamos altura de miras y altura intelectual en ambos lados de la ecuación. Más allá, no hay vida para los contenidos de pago. Más allá, todo gratis. 

Asimismo, si nos ofrecieran buenos productos a través de los canales habituales (nuestra tele, por ejemplo) a lo mejor muchos no piratearíamos. O, al menos, no tanto. Pero no, no los ofrecen. No los ofrecen porque no son rentables, dicen. Algo que se puede comprender en las privadas, pero no en la televisión pública, uno de cuyos fines tendría que ser culturizar al personal, cosa complicada ofreciendo series como Águila Roja.

Por no hablar, claro, del tema idiomas. Nos jorobará mucho, a nosotros, herederos del Imperio Español, tener que saber inglés, esa lengua hereje, para ser algo en la vida, pero es que va a ser que no nos queda otra. Ahora, eso sí, la televisión patria vive de espaldas a esa necesidad (entrada de Bettie al respecto) Vale, tenemos la TDT y la posibilidad de cambiar el idioma, pero no, con eso no basta porque da pereza, porque qué rollo, porque no, vosotros me entendéis. Al menos cuando yo era pequeña, teníamos a Muzzy para enseñarnos un poco de inglés, ahora ni eso. 

Comía relojes, sí. Molaba. 
Nos sigue dando vergüenza asumir, a nivel institucional y popular, que necesitamos hablar inglés. Parece que nos desprenderíamos de parte de nuestra esencia. Deberíamos mirar a los nórdicos, que con su sueco o noruego impronunciable e imposible no van a ningún sitio y nacen ya con el chip puesto del inglés. Pues nosotros, españolitos hidalgos y orgullosos, lo mismo. Aunque jorobe. 

Pero, ¿se incentiva el aprendizaje de idiomas desde los canales habituales y legales de cultura/información/whatever? No. De vez en cuando en el telediario sale algún estudio sobre los españoles que estudian inglés, se recuerda que es muy importante, y hasta la próxima. 

Y así no. Así no. Eso sí, luego si nos bajamos series en VO, mal, mal, está mal. Caca, caca. Que te meto en la cárcel, ¿eh?

En fin....

Me desespero
















8 comentarios:

  1. Es el complemento perfecto para mi entrada, oye (gracias por enlazar, por cierto). Yo no conocí a Muzzy. Más allá, claro, del os coleccionables que salían de vez en cuando. Pero tenía que molar.

    En cuanto a lo de la cultura, como en todos los cambios, hay quien sabe surfear las olas y quien se agarra a la tabla, esperando que al paso de la ola todo siga igual. Hay artistas que apuestan por el crowfunding, o por el pago "voluntario", en descarga legal, en fin, fórmulas alternativas. Otros prefieren seguir cobrando 25 euros por una novela, 30 por una peli, 20 por un CD. Pues nada. A ello machotes.

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    1. Hay mucho tonto suelto que se cree más artista que Leonardo da Vinci y con bula para cobrar lo que le plazca por sus productos y, no sólo para cobrar, sino para llamar incultos o piratas a aquellos que le dicen que de qué va por pretender tomar por imbécil al público...

      Y de nada, no podía por menos. :)

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  2. No me enterado de la reforma Gallardoniana, pero me temo que con este señor no me libro de la cárcel...Ah!! espera, que igual sí, que conozco al alcalde de mi pueblo que a su vez es íntimo del presidente de la regiòn de Murcia y del arzobispo de Toledo. Coño!! ya está, con que mangonee un poco bastante, luego coja el coche borracha y mate a una familia entera creo que me libro por lo de piratear y demás gilipolleces gallardonianas.

    Demagogia pura la mía, pero es que yo soy de la opinión de que la demamgogia ya es PURITA VIDA.

    Muy buena entrada. Muy buena.

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    1. Pues sí, en estas cosas -como en todo- acaban pagando cuatro pringados sin contactos. El resto se libra de calle. En fiiiin! Gracias, Perri :)

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  3. Yo tampoco me he enterado de esto. Ya no saben como liarla más parda... madre mía. Me escojoné con estas frases por cierto:
    "Estaría bien, oye, el país entero a la cárcel. Ya no nos preocupemos de buscar curro, casa, el coche que se avería o los niños que no callan. En la cárcel está el futuro. Nuestro futuro. "
    xDDDDDDDD
    Con ese panda yo me voy eh xD
    No me queda más que decir sobre el tema, ya lo habéis dicho todo ^^
    Yo sí veía a Muzzy :D no me acordaba que comía relojes mira XD
    Hablando de esto, hoy un amigo me pasó esta página para escuchar música gratis http://www.ex.fm/

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  4. Pues muchas gracias, Lansy, me viene de perlas la página porque hace poco que me he despedido de Spotify para siempre, que no sé por qué me bloqueaba el ordenador cada dos por tres...:))

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  5. Al primero que habría que meter en la cárcel es al Sr. Gallarddón, otro que va de super "cultureta" del Derecho por haber ejercido de Fiscal un mísero año de su vida. Pero que podemos esperar de un mediocre como él, de un político mediocre, como todos los políticos ........... que no son más que el reflejo de la sociedad que tenemos.

    T.

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