Lost in Austen

¿Puede existir un Orgullo y Prejuicio en el que Lady Georgiana no sea tan candorosa y perfecta como la conocemos? ¿Podemos creer a un Wickham simpático y buen tipo? ¿Seremos capaces de ver a Jane casada con Mr. Collins mientras Charlotte huye a África? Y, lo más importante, ¿podremos soportar a un Mr. Darcy que no sea Colin Firth? 

Esto es, coja usted su historia novelesca favorita, conviértase en Tom Cruise en aquella peli y, alehop, ya tiene algo nuevo de lo que tirar. 

Lo que tienen en las manos es el libro de Jane Austen

Lost in Austen es una serie de 2008 de la ITV británica. Es, como os digo, una recreación de los hechos narrados en Orgullo y Prejucio si esos hechos no hubieran sido así. O si los personajes no hubieran sido como Miss Austen los describió, todo visto desde la perspectiva de una chica del siglo XXI. ¿Funciona? Yo me lo he pasado pipa, por si vale. Que a algo se le vean tan claramente las costuras, no implica que no siente bien. Incluso puede ponerse, dentro de unos límites, de moda. 

Llegué a esta serie por obra y gracia de los desmelenes leonardianos de Da Vinci Demon's. Como sabréis todos los buenos frikis de series británicas, no basta sólo con verlas, no. Hay que investigar a los actores, a ver si los has visto en otros lugares, o si por un casual fueron un fantasma en Harry Potter o salieron en Doctor Who hace un par de temporadas haciendo de marciano verde con cuernos. ¿Por qué? Pues porque sí, porque somos así de raritos. 

Total, que investigando quién era Lorenzo de Medici (ya sabéis que soy fan), descubrí que Elliot Cowan, que así es la gracia del actor, había interpretado a Mr. Darcy en una serie de cuatro capítulos llamada Lost in Austen. Y allá que me fui, claro. Cuál no sería mi sorpresa al descubrir que en esta misma serie salía Tom Riley (nuestro Leonardo ibicenco-florentino) haciendo el papel de Wickham. Añadid a esto que Mrs. Bennet tenía la cara y la voz de, the one and the only, reverencia por favor, Alex Kingston (River Song en términos whovians), y Hugh Bonneville (vestido todo el rato afortunadamente) hacía de Mr. Bennet.

Vamos, que tenía que verla. No me libraba. 

Tiene sus fallos, conste. Empezando por la protagonista, Jemima Rooper, y siguiendo por el Mr. Darcy de Elliot Cowan que, de tan estirado y rígido, a veces parece Napoleón Bonaparte. Es que como Colin Firth, nadie. De hecho, en esta misma serie se menciona a Firth varias veces como el Mr. Darcy canónico, mítico e imbatible. 

No obstante, a pesar de estos fallos, Lost in Austen entretiene y divierte. Eso sí, indispensable haber leído (y amado) previamente Orgullo y Prejuicio para comprenderla en toda su extensión, para entender, por ejemplo, las caras de la protagonista cuando descubre uno por uno los lugares en los que transcurre la novela. Las mismas caras que pondría yo, vamos. 

Harewood House-Pemberley

 P.S: Si hay justicia cósmica, en los exámenes de inglés que me aguardan, debería caerme algún ejercicio sobre Pride and Prejudice. Debería.