Pues nada. Que ya. Que ya he empezado a hacer eso que se supone que tienes que hacer cuando te quedas como yo me he quedado. Buscar por esos vericuetos cibernéticos. Mandar curriculuses (en fino latino se diría curricula, ya). Valorar posibilidades. Lya y la búsqueda del trabajo imposible. Que no se diga.
Pero claro, lo hago porque hay que hacerlo, pero la confianza que tengo en que mi teléfono suene un día de estos es tirando a baja. Y tal vez sea mejor así, sí. Si no espero nada, nada podrá decepcionarme, porque ya llevo la decepción a cuestas y asimilada. Es decir, no se trata de pesimismo y de falta de motivación y/o poca autoestima, no. Se trata más bien de la certeza de lo inevitable, de haber asumido que no hay nada que hacer. O sí, pero que esa búsqueda es más un rito que hay que cumplir que una actividad verdaderamente productiva. Hay que hacerlo porque si no lo haces encima parece que has tirado la toalla antes de tiempo, que el parado español tiene que estar supermotivado, superguay y supercontento y convencido de sus posiblidades, oh sí. Qué felices somos todos.
Dejadme en paz todos ya |
Y es que buscando, mirando, analizando, leyendo llegas a la conclusión de que los trabajos que se ofertan son básicamente de dos tipos:
1. Ofertas para los ingenieros, analistas, programadores que aún queden en España y estén dispuestos a ser explotados.
2. Comerciales. Que esa es otra. Buscando curro por esas página que todos sabemos, otra cosa no, pero te aprendes seguro las mil y una forma de llamar a un comercial para que no suene a comercial y a gente no salga huyendo antes de leerlo. Que si gestor de clientes, que si manager de ventas, que si Project Manager con funciones de consolidación de firmas, que si pepinillos en vinagre. Un asco todo.
Luego están esas páginas dirigidas a analizarte a ti, pobrecico buscador de currele, en el más puro estilo cazatalentos. Si eres soñador, creativo, capaz de liderar un grupo, si tu pipí huele a colonia o si al entrar en una oficina te cantan aquello de 'se llama Ragazza y es divina'. Ya, sí, podéis vomitar, tranquilos. Os comprendo.
¿A qué conclusión me lleva todo esto? Pues a que aquí hay mucho arroz para poco pollo. Que trabajos, los justitos, pero idioteces, nos sobran. Y que, a cuenta de los poquitos trabajos que hay, a los que buscan los toman por imbéciles, que es otro modo de explotar al personal.
España, me agotas.
Agotados estamos muchos, Lya, cielo. Lo de las mil formas de nombrar a un comercial merece un estudio y todo.
ResponderEliminarEn fin, ánimos animosos ;)
Cuando se me pase un poco el cabreo, haré entrada sobre los diferentes nombres que le dan a lo mismo... es increíble. Y gracias :) We will survive!
EliminarPfff, tienes toda la razón. Yo al final me llamaron, sonó mi teléfono.
ResponderEliminarteleoperadora, pero mira, si funciona, funciona. No puedo elegir en estos momentos. Pero que agotamiento de vida.
A mí me llamaron el otro día, he de decirlo. Para hacer encuestas, pero no vivía donde tenía que vivir para optar al puesto. En fin. Bienvenida, por cierto. :))
EliminarMe dan ganas de reír por no llorar. Hace año y medio que busco trabajo "en serio", pero desde antes echando CV y tal. Creo que en total me han llamado unas 4 ó 5 veces y casi todas con condiciones lamentables... Pero sonar, suena. Lo mejor es que me desmotivo y me vuelvo a motivar al tiempo. Mucha suerte y esas cosas.
ResponderEliminarHace mucho tiempo colgué una entrada sobre las ofertas de empleo en mi etapa anterior del blog y fue de las que más visitas recibió xDDD
La buscaré. Y sí, es que no se ve futuro. Ay...:(
EliminarYa no está!! =( lo guardé todo como borrador en febrero por un mal rollo y hasta marzo no volví a publicar...
Eliminaryo voy mirando y menudas ofertas hay e_e
ResponderEliminares un asco como está todo.
A ver si cae algo de suerte ;)
Es en lo único en lo que se puede confiar ya, en la suerte. u_u
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