I did the exam

Al final no ha sido tan terrible. Será que mi yo pre-examen en más histérico que mi yo habitual o será que íbamos con más miedo que Cagancho en Almagro. O las dos cosas. Pero, en fin, lo dicho, no ha sido tan terrible. La teacher hasta ha estado (casi) normal y todo. Casi. Eso sí, aún nos queda el oral, su especialidad para destapar el tarro de las esencias sin sentido. Que Dios nos pille confesaos. (Si alguien está, por cierto, interesado en saber qué nos ha caído en el examen (1º avanzado de escuela oficial de idiomas, recuerdo), lo he puesto antes en mi tuiter. Y como he colocado un chisme muy chulo ahí a la derecha donde sale mi TL, tenéis fácil la búsqueda. De nada, salaos).

Lo peor, quizás, han sido las despedidas, los adioses, los "buen verano" y "los nos vemos en septiembre" con los compañeros. Pero peor porque yo estoy en una fase muy horrorosa de esas de no sé qué va a ser de mi vida, porque, básicamente, es que no sé qué va a ser de mi vida y, claro, tanto adiós y tanta felicidad por parte de todos esos que sí saben donde van a estar en septiembre, me ha desmoralizado un pelín. Buah. 

Jopé

En fin, uno, dos, uno, dos, llamando a los pensamientos positivos, uno, dos, ¿se me recibe? Sí, parece que por ahí están, en el fondo, un poco dormidos por el madrugón de hoy, pero están. Además, añado, la alergia más lentillas no es una buena combinación y he terminado con los ojos como dos tomates maduros, llorando a mares y más cegata que Rompetechos. Un encanto todo.

Mejor me voy a descansar la vista un rato, que, por ahora, misión cumplida. Bye!