martes, 4 de junio de 2013

The Red Wedding

Spoilers muy gordos de la tercera de Game of Thrones. Aviso.



Cuando lo leí, hace ya unos años, sentí algo nunca antes sentido al leer un libro. Quizás sólo se le parece, en esta lista personal de "tragedias lectoras frikis que no superaré jamás", la muerte de Sirius Black. Pero se le parece, no más. The Red Wedding marca, marca para siempre. Es una crueldad literaria sublime, finamente entrelazada para llevar al lector al lugar exacto, perfecto, hacerle creer que va a tocar el cielo, y, en el mismo instante en el que comienza a disfrutar de una recompensa tan largamente ganada y añorada, arrebatársela sin miramientos, sin dudas. Sin piedad.

Es una maldita obra maestra literaria, convertida ahora en una maldita obra maestra televisiva vía la HBO. 

Si yo, que sabía que iba a pasar, me pasé la última parte del capítulo no dando crédito a lo que veía, imagino lo que tuvo que ser para esos pobres que no conocen los libros. Angelicos míos. Y sí, en estos últimos días han revoloteado las especulaciones, los comentarios con segundas intenciones y los spoilers descarados, pero, ¿qué queréis? Desde la perspectiva del lector voraz de los libros de George R.R. Martin, desde la distancia que nos dan los ya muchos años que llevamos sumergidos en esta historia y anhelando (y temiendo) su desenlace, era perdirnos demasiado que no disfrutaramos un poquito, sólo un poquito, de vosotros, los no lectores, tan tiernos, tan ingenuos. Tan como fuimos nosotros aquel día en el que nos enfrentamos a las más de mil páginas de Tormenta de Espadas sin saber que un trozo de nuestro corazón se iba a quedar para siempre en los Gemelos.

En algunos ratos me he sentido como Gárgamel, aquel ser maligno que perseguía a los pitufos. Cada vez que veía un tuit o un comentario de alguien aún virgen en los pormenores de la Red Wedding, una parte de mí decía aquello de "mis pequeños suspiritos asulesss....", y disfrutaba, disfrutaba mucho. Pero no nos lo tengáis en cuenta. Las reclamaciones al señor Martin, que es el ideólogo de toda esta historia y quien juega sin remordimientos de ninguna clase con nosotros. 

Por cierto, habla, o escribe, una Stark. Y si, a veces, la arrolladora personalidad de algunos Lannister me hace flaquear en mi amor norteño, ahora, hoy, tras la Red Wedding, no hay flaquezas que valgan. Sé bien que ninguna de mis aspiraciones para el final de esta enorme historia va a cumplirse, que llegarán más lágrimas, más penas y que en la imaginación de George R.R. Martin no hay finales felices que valgan. Pero, aún así, Stark forever. 

Buaah
Porque, hay que asumirlo, gente, a Westeros se viene a sufrir. 












3 comentarios:

  1. Jajajaja me ha encantado la entrada <3
    Si te digo la verdad, cuando lo leí me quedé igual. Y no sé porqué, en parte me lo esperaba. Lo leí este invierno, en voz alta, sin spoilers, pero me daba en la nariz que algo así pasaría. Cuando terminé de leer mi novio me dijo: "acabas de leer lo que a partir de ahora se conocerá como la Boda Roja y ni siquiera has pestañeado; cada vez estoy más seguro de que eres una Targaryen" xDDDDD
    Ahora lo pienso y me da muchísima pena y rabia.
    Por cierto, vaya tela cómo ha cambiado el actor que hace de Bran O.O

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    Respuestas
    1. Ha crecido muchísimo, les va a pegar el estirón definitivo entre temporada y temporada y va a quedar un poco raro :D

      Yo no me lo esperaba para nada, encima por aquel entonces éramos muy pocos los que leíamos estos libros, no había redes sociales como ahora (o yo no las utilizaba), total, que me sentí una incomprendida y un poco loca por estar así. xDDDDD

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  2. Yo justo pasé en el libro lo de la foto de los lobitos jajajaja
    Como tardaré a leer/verlo me da igual enterarme de cosas. Aún así no te creas que sé mucho de lo que pasa, pero me lo puedo imaginar xDD
    Algún día llegaré xDDDD

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