jueves, 20 de junio de 2013

Bye, Westeros

Hace una semana ya que finalizó la tercera temporada de nuestros tronos y nuestros dragones. Y yo estoy un poco así, un poco asá. Diez capítulos saben a poco, más si adaptan sólo la mitad de 'Tormenta de Espadas'. Que nos hemos quedado a medias, vamos. Que, pese al soponcio de la Boda Roja, puedo prometer y prometo, queridos no-lectores, que queda mucho por pasar. Mucho de Tormenta que contar. Luego, eso sí, la cosa decae y George R.R. Martin dedica Festín a pasear a los personajes. A orearlos, que diría mi abuela. 

Conste que no le critico. Un planteamiento tan brutal como es el de ASOIAF necesita también tiempos muertos en el que los personajes se sitúen, las fuerzas se reequilibren y todo se encamine al esperado final. Si no, no resultaría creíble y uno de los grandes méritos de esta mastodóntica historia es que te la crees. Porque, pese a los dragones, brujas y muertos vivientes, entiendes a los protagonistas como si fueran personas de carne y hueso. El señor Martin escribe bien y tiene una imaginación desorbitada, pero es que además psicoanaliza a los humanos de un modo aterrador. 


Todas estas virtudes de las historias de Westeros en papel, se dejan ver también en la serie, aunque a la HBO se le haya ido bastante la pinza, por ejemplo, con el tema Theon Greyjoy, porque, en serio, ¿a quién le importa lo que pase con Theon Greyjoy? Veremos cómo nos representan a sus titos que son los interesantes de la familia. 

Otra variación con respecto a los libros también ha recaído en Sansa Stark. No creo que a estas alturas nadie dude de mi fidelidad por el Norte, pero, lo que es, es. Santa Stark en los libros es una nulidad, un bulto sin valor, un pedazo de carne con ojos. Una pena de chica, vamos. En la serie nos la han representado más o menos así hasta el último capítulo en el que los lectores asistimos con los ojos fuera de las órbitas a su conversación con Tyrion. CON TYRION. Que parece ser que no había otro  para que la muchacha demostrara que algo de vida puebla su cerebro. Cosas veredes.

En fin, como puse en tuiter, fue la maniobra Arwen. Demasiado tonta/ausente en los libros como para resultar políticamente correcta en la serie/película, así que le damos un par de frases/momentos de chica lista, que luego vienen las feministas y se nos quejan. Eso sí, mucho cuidarse en este aspecto, pero a la hora de buscar un actor para Daario Naharis se han pasado la descripción del libro por el arco del Titán de Braavos, y han plantado a un tipo (Ed Skrein) que parece recién salido del imaginario colectivo de los años 80, Lorenzo Lamas, el rey de las camas y tal. Viva el músculo y la hormona.


Igualicos, vamos

No obstante, pese a estas minucias de tiquismiquis extrema -lo reconozco-, la serie es fantástica y esta tercera temporada ha estado de nuevo al nivel. Personalmente me gustó más la segunda, porque Blackwater, Tyrion, ese Tywin entrando en el salón del trono, esa pequeña Lannister que vive en mí aunque no quiero reconocerla como propia, esas cosas. Pero en la tercera hemos tenido momentos épicos y se ha llegado a ese punto de inflexión que es la Boda Roja, tan absolutamente brutal que aún no sabemos donde nos llevará. Y en la cuarta se supone que conoceremos, por ejemplo, a los Martell. Aaaah, Dorne, qué ganas tengo de echarte el ojo.

Para finalizar, venía yo dispuesta a recomendaros la nueva serie histórica de la BBC para pasar el mono de los tronos y los dragones, pero va a ser que no. Porque mira que pillé con ganas 'The White Queen' pero ni así puedo salvarla. Ni con toda la voluntad del mundo. Y eso que los mimbres eran inmejorables. Guerra de las Dos Rosas, Lancaster, York, Inglaterra, siglo XV, sucesos históricos, por cierto, en los que se inspira directamente ASOIAF.

La queen es un bluf
Pero no. Les ha quedado muy Pollo Colorao, esto es, cuatro decorados, tres vestidos monos y mucho argumento facilón y forzado destinado a revolucionar hormonas y a dormir inteligencias. Cero credibilidad. Es mejor, sin dudarlo, nuestra Isabel. Y quedaos con este momento porque ni yo creí que llegaría: estoy diciendo que una serie española es mejor que una británica. No me reconozco, pero lo que es, es.

En resumen, que como Game of Thrones, nada, así que, consejo de amiga, no miréis el calendario porque hasta marzo de 2014 queda mucho.

Westeros, I'll miss you. 











5 comentarios:

  1. El Pollo Colorao es Águila Roja?? Mi madre lo llama "la serie del pájaro azul" xDDDD
    1. Lo de la maniobra Arwen me flipó y lo sabes jajaja
    2. Daario en el libro me gustó pero en la serie... Ni físicamente ni na de ná. Me parece de esas personas que llegan a la adultez chupándose el pulgar, fitetú.
    3. Me parece fantástico que quede casi un año para la 4ª temporada, así me leo Festín que me lo van a destripar entre una cosa y otra ¬¬
    4. Estoy DESEANDO ver el final de Tormenta <3

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    Respuestas
    1. Síii, es Águila Roja... es que lo de águila me parece exagerado para lo que es, con lo de Pollo va listo...xD

      En Festín no es que pase gran cosa, como faltan algunos personajes, en especial Tyrion, se hace largo. Menos mal que está el resto de los Lannister para compensar xD

      Y yo también estoy deseando llegar a ese momento!

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  2. Te odio y amo al mismo tiempo, porque me aterra lo mucho que coincido contigo en esto. Incluido lo de Dorne. Muy incluido. Y lo de los titos de Theon. Y lo que queda de Tormenta. Y todo de todo. ¿Y esa conversación entre Tyrion y Sansa? Pero si a ella le repugna! Lo odia! Lo aborrece y lo teme! ¿Esas bromitas? Va, va... No me gustó nada de nada de nada. En fin. Que quiero más :( Pero queda mucho, mucho mucho.

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  3. Estuvo impresionante la tercer temporada de la serie de HBO creo que sin duda dejo muchas cosas abiertas para la nueva temporada, lo que más estoy esperando es ver qué pasará con Khaleesi y Arya.

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