sábado, 8 de junio de 2013

Querido Ser Jorah...

A ver, Ser Jorah, a ver cómo le digo esto...

....un poquito de dignidad, por favor. Un poquito de hombría, de sangre, de espíritu, algo. Al-go. Que usted  muy bien con la espada, zas, zas, no hay malo que se le resista, un campeón, pero, corazón, con las mujeres lo suyo es de drama almodovariano, no me diga que no. La primera se le muere por no sé cuántos abortos y malos partos seguidos. Pobre. Se queda usted viudo, tan gallardo y apuesto. Tan caballero de Camelot.

Tanto, tanto que en el torneo que festejaba que los Stark le habían dado candela a los Greyjoy (porque hubo una época en la que los Stark ganaban, sí), va usted y conoce a la nena de los Hightower y, nada, a ejercer de caballero romántico con ella, como está mandao.

Pena que la nena esta fuera una pija de la alta sociedad de Westeros a la que la Isla del Oso le pareció un horror. Que fue ver aquello y se le pasó el enamoramiento en un suspiro, oye. Ni gallardía ni pepinillos en vinagre, usted estaría muy bueno pero el hogar matrimonial era una lástima y así no hay socialité westerosi que se inspire para procrear ni para nada.


Solución: va usted, Ser, y se hace traficante de esclavos para sufragar los tapices y los muebles hechos a medida que Lynesse, que así se llamaba la pija, requería. Conclusión a la solución: Ned Stark se enteró y lo condenó a muerte. Que Ned era mucho Ned. Nosotros es que vimos poco de él, porque ya sabe usted que en King's Landing no le apreciaron mucho. Una lástima. 

Total, usted, que no tenía ninguna gana de darle la razón a Ned, huyó a Lys con su santa. Como allí había que ganarse los cuartos, se hizo mercenario y para qué contar, la parienta eso ya sí que no lo soportó. Mujer de un mercenario. Ella. Con la de nobles forrados hasta las cejas que hay en las Ciudades Libres. Lo de que acabara usted haciendo honor al escudo de los Baratheon (por los cuernos, digo) era cuestión de tiempo. 

Y así se vio, Ser, condenado a muerte, exiliado, pobre, mercenario y cornudo. Todo junto. Por una mala mujer. De Almodóvar, ya le digo. Lo suyo es de película de Almodóvar. 

Pero no quedó ahí la cosa, no. Para completar el panorama, no se le ocurrió otra cosa más que hacerse espía para el eunuco Varys. De los nenes Targaryen. Que el mayor era un mierda, así, directamente. Pero la nena, ah, la nena...


Qué guapa, qué carácter, qué sabiduría, qué mente más clara, qué madre de dragones, qué todo. Y usted ahí, de escolta pagafantas, poniendo ojitos y diciendo mucho lo de khaleesi con voz profunda a ver si a la chica se le conmueve algo, lo que sea. Pero nada, que ni cosquillas. Usted a Daenerys no le hace ni cosquillas, asúmalo.



Es ya lo que le faltaba a su curriculum amoroso, acabar de maduro enamorado de una jovencita. Una jovencita por la que, nada, poca cosa, solo atraviesa desiertos, conquista ciudades, etc. Y la chica ni inmutarse. Eso sí, aparece un tal Daario Naharis y a la joven se le alegra el ojillo que es un primor. Y usted, ahí, mirando. Siempre mirando.


Querido Ser Jorah, yo le tengo mucha ley, de verdad, y me da rabia verlo así, tan entregao. Reconozco que en los libros usted me era un poco indiferente, y hasta me daba cosa que Daenerys al final se dejara querer. Que nos la presentaban de 13 años y claro, por menos a Gabriel García Márquez lo llamaron pederasta. Es que en esta época estamos bastante sensibilizados con el tema, y mucho rollo fantasía, mucho ambiente medieval, pero 13 años, no sé si me entiende. 

Eso sí, cuando vi la serie, todo cambió. Porque Emilia Clarke es joven, pero no tanto. Y porque qué ojo, qué ojo me tuvieron los productores para elegir a su actor suyo de usted. QUÉ OJO. Vale, de normal no es que Iain Glenn me emocione. De hecho, salió en Downton Abbey (donde Lady Mary le dio calabazas, qué raro) y no me fijé mucho. Pero es que a algunos hombres -a algunos- les sienta de lujo el look caballero medieval:




En fin, Ser Jorah, que usted tranquilo, que queda mucho por pasar. No le aseguro felicidad completa, porque ya sabemos cómo se las gasta G.R.R. Martin, pero sí le prometo que todo, de algún modo, con madre de dragones o sin ella, tendrá sentido. Mientras tanto, haga el favor de quererse más y dejar esos ojos de corderillo degollado. Con cariño se lo digo. Que no mola. Que las mujeres somos muy malas. 

Con amor, se despide servidora de usted. 











4 comentarios:

  1. "...qué madre de dragones, qué todo." xDDDDDDDDDDDD
    Escúchame una cosita, al actor que hace de Jorah (o al Jorah de la serie, vamos) me lo traía yo a mi casa a discutir con él acaloradamente sobre lo que fuese. Ay omá, que salen mis instintos más primitivos y parezco un ser unicelular y todo.
    En el libro me gustaba también muchísimo, aunque me lo imaginaba menos atractivo, la verdad. Necesito conocer más cosas de él para que me guste menos, pero creo que hasta otoño no empiezo el cuarto...
    Y oye, Dany se porta también un poco regular, eh? "uy, que mi oso está enamoraíto perdío pero yo no quiero na con él. Voy a recibirlo en mis aposentos con un pecho fuera, que no creo que le cause ninguna sensación...". Dany por diooooooh!!!

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    1. Dany va de digna y de paso de los hombres pero llega Daario y se ve que lo del pasar era mentira gorda.... Y yo igual que tú, al Jorah de la serie lo que quisiera... :__)

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  2. Jajjajajja! Me ha encantado! Ser Jorah y tú y todo! Su descripción como escolta pagafantas no puede ser más acertada. Qué grande!!! Soy muy fan de tus entradas sobre GOT!

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