Sherlocked

Hoy, mientras medio mundo -y 5000 periodistas, que se dice pronto- miraban una chimenea de Roma, ha saltado la noticia, cómo no, vía Twitter. Nada más y nada menos que a través de la cuenta de la revista de la BBC, Radio Times, con lo que los posibles -y lógicos- miedos a que fuera un bulo han desaparecido antes de aparecer. Si Radio Times lo dice, es que es. Es que es verdad que Benedict Cumberbatch ha confirmado que, antes de empezar a rodar la tercera, ya se han comprometido -Martin Freeman y él- para rodar la cuarta. Y las que caigan, vamos. Que lo que diga Steven (Moffat) va a misa. Nunca mejor dicho en un día como hoy. 

Y qué queréis que os diga, servidora se ha llevado el alegrón del día, de la semana, del mes y, si me apuras, del año. Procuro controlarme mucho en lo que a mis instintos y locuras frikis se dice. Las whovians las calmo en la Colina, las demás como puedo, que ya vamos teniendo una edad y hay que atemperar, pero con Sherlock (by BBC) no puedo ni quiero calmarme. 

Duduáááá....

Hace unos meses escribí una entrada dedicada a Doctor Who en la que hablaba de esa serie y de lo que representaba para una 'friki' como yo. Aún hoy sigo sin saber muy bien qué significa lo de friki, como lo de geek, nerd y demás palabrejas que se utilizan para definir a esa gente que, entre otras cosas, pasa ampliamente de la televisión patria y se dedica a seguir con fruición lo que se emite en otros lugares, por ejemplo, UK. 

No seré yo la que entre en valoraciones de ningún tipo porque allá cada cual son sus gustos y elecciones. Sólo sé, como ya dije en aquella entrada, que hay personas que desde pequeños tienen en la cabeza mundos que se salen de la norma, de lo habitual. No es mejor ni peor, es diferente. Mi mundo, por ejemplo, eran los espadachines, los piratas, Indiana Jones y Sherlock Holmes. Rodeados, claro está, de los Cinco, Los Hollister, Fray Perico y su Borrico, Jim Botón y Lucas el Maquinista y todo aquel libro o historia en el que saliera una bruja, mi particular obsesión que se vio más que recompensada cuando, ya a una edad provecta, llegaron a mis manos los libros de Harry Potter y conocí al hombre literario de mi vida, Sirius Black. Y no sigo por ahí, que lloro mucho. 

En fin, que todos esos mundos siguen muy vivos en mi cabeza, aunque la edad adulta con su aluvión de preocupaciones "reales" a veces los sepulte. Pero, de repente, hace un par de años, comenzaron los comentarios acerca de una serie sobre Sherlock Holmes que preparaba la BBC. Por aquel entonces, yo no sabía nada de series extranjeras, más allá de Friends y de The Big Band Theory, así que aquello lo escuché como quien oye llover, sin darle más importancia. Los ingleses, otra vez, con Sherlock, mira que son para sus cosas estos guiris. 

Pero, como bien sabéis, la obsesión por estudiar y mejorar con el inglés creció en mí como bola de nieve que cae por la montaña. Imparable. Y en ese descenso desde las cumbres del inglés más básico a los entresijos de la lengua hereje, llegaron más series, más ganas, y más y más series. Y llegó, claro, Sherlock, llegó Moffat, llegó Gatiss, llegó Cumberbatch. 

Moffat & Gatiss

Sherlock & John 

¿Por qué me gusta tanto? Porque cada línea de guión y cada escena es un homenaje de dos de esos niños con otros mundos en la cabeza (Moffat & Gatiss) al resto de criaturas que, como ellos, crecieron queriendo ser detectives gracias a las historias de Conan Doyle. Es un "yo te comprendo", un regalo, una obra de arte y un lujo. La identificación con uno de los símbolos de mi infancia que no se da con ninguna otra adaptación. Un Sherlock estrictamente basado en el canon holmesiano, aunque con licencias para adaptarlo al SXXI. Es el Sherlock de nuestro ayer, trasladado al ahora. 

Es Sherlock, comienzan a rodar la tercera temporada la semana que viene y ya han confirmado la cuarta. Así que hoy digo muy fuerte aquello de I AM SHERLOCKED. 

Yiiijaaaa!!