Lágrimas en la nube

Llegó la hora del adiós. De decir adiós por segunda vez a Bruna Husky. Nos conocimos el año pasado y nos hemos reencontrado este por medio de unos buenos amigos. Y, por si fuera poco, sospecho que habrá más encuentros en el futuro. Rosa Montero no va a dejar a Bruna descansar en el tranquilo retiro de los personajes inolvidables. Y yo que me alegro. 

Pero por ahora, ya os digo, toca despedirse. Con la sensación de extrañeza que da el haber disfrutado de una lectura que ya habías leído con más intensidad que esa primera vez. Supongo que dejada de lado la sorpresa y asumida la temática de la novela es más sencillo centrarse en lo esencial: personajes, situaciones, la trama. 

No obstante, como con todo también depende del momento vital de cada cual. Mucho más en una novela como esta en la que las reflexiones sobre la futilidad de la vida y lo inútil de luchar contra nuestro único destino se dejan caer en cada página en modo de angustiosa cuenta atrás. Caben muchas reacciones ante esto. Habrá a quien le haya dejado indiferente, otros directamente habrán dejado la lectura, y otros se habrán enfadado mucho, y habrán seguido leyendo con las lágrimas ardiendo en los ojos y el nudo en la garganta. Algo de eso me pasó el año pasado a mí. 

En esta segunda lectura, sin embargo, la angustia ha sido más central, más interior. No ha sido rabia, ha sido desolación. Quizás he comprendido mejor a Bruna. Quizás me he hecho mayor. Quizás. 

En fin, dramas aparte. 'Lágrimas en la lluvia' merece mucho la pena. La representación de un futuro que no veremos -y casi que mejor, porque qué encanto todo-, está muy cuidada y la trama es adictiva y creíble. De Rosa Montero preferiré siempre 'Historia del Rey Transparente' pero porque yo soy así de ñoña. Que además me das un torneo medieval y no respondo. Pero a Bruna hay que conocerla, hay que dejarla formar parte de tu vida. Te servirá de revulsivo y de consuelo en muchos momentos. 

Por último, Marycheivis, reina, nos debemos un café para comentar todo eso que las luchas Readmill-Facebook no nos dejaron comentar. He dicho.