Dice un refrán algo así como que "me libre Dios del buey manso, que del fiero ya me libraré yo". Lo que viene a ser un "esos que van de santos y beatos son los peores" que diría mi abuela, o un "perro ladrador, poco mordedor". Es decir, que hay gente buena y hay gente que va de buena, pero no lo es tanto. La diferencia es sutil pero esencial.
Y no se trata de gente que disfraza su maldad con aires de santidad y beatitud como eso que decía mi abuela. No, de eso también hay y más en este país nuestro, y más en estas fechas que son muy dadas a esas cosas de la religiosidad exaltada, con patadita en la espinilla si se tercia a la cofradía enemiga con la que nos traemos un pique del quince, porque ya ves, esos, de qué van, vaya Virgen fea que tienen. Como la nuestra ninguna, guapa, guapa, guapa.
Sí, de ahí sale una tesis doctoral sobre esta España nuestra, de navaja, palo, clavel, espada, pero de eso no quería hablar yo. No. Yo voy por la gente buena que se cree buena y se lo cree tanto, tanto, tanto, que no se dan besis porque no llegan. Con lo buena gente que soy yo, por-fa-vor. Y como se creen tan buenos, se creen también con licencia para llevarse por delante lo que sea menester, porque primero ellos, después ellos y más tarde, ellos también.
No sé si eso que está tan de moda ahora, el coaching, tiene algo que ver. No voy a denostarlo, porque algo positivo tiene, no lo dudo. Sobre todo con aquellas personas que son sus peores enemigas y que necesitan que alguien les diga que la vida está para disfrutarla, sin remordimientos innecesarios, sin angustias. O que, al menos, hay que intentar ver la botella medio llena. Al menos.
Algo bueno tiene, repito. Pero es que, primero, los supuestos especialistas en la materia han aflorado en los últimos tiempos como setas. Creo que todos los que tenemos cuenta de Twitter sufrimos esa plaga. Un nuevo seguidor que, en principio, parece normal. Entras a su perfil para ver quién es y observas que tiene unos 10.000 seguidores, y que sigue también a 10.000 personas. ¿Un timeline con 10.000 personas? REALLY? Pero lo mejor llega cuando lees su biografía. "Haz el amor y no la guerra", "la vida es maravillosa", "juntos podemos, oh, sí". Esas cosas.
Al principio caes y les devuelves el follow. Pero cuando te hartas de ver tu timeline lleno de mensajes impersonales, creados por un robot sólo con el propósito de vender (o intentarlo) libros del gurú ese, lo dejas de seguir. Porque aburre. ¿Consecuencia? A los dos nanosegundos, recibes su unfollow. ¿Pero no se suponía que teníamos que hacer el amor y no la guerra? ¿No somos todos estupendos y fantásticos? Pues yo te unfollogüeo por pesado, pero haz el favor, haz-el-fa-vor de retrasar un poco tu unfollow back, que hacerlo tan deprisa queda de un resentido y malaje que da pena. En serio.
Esto es el coaching que domina nuestras redes sociales a la que te descuides. Supongo que en tiempos de incertidumbre, donde a las primeras de cambio de atizan una buena dosis de pastillas, como sabiamente dice hoy Bettie en su blog, mucha gente acude desesperada a estos sanadores mentales-gurús-psicólogos-coelhistas-whatever. Que algunos habrá que sean serios y merezcan la pena -una buena amiga recurrió a uno para tirar adelante con unas oposiciones eternas, y le fue bien- pero, como en todo en la vida, y más si esa vida transcurre en España, lo que manda son los caraduras y los aprovechados.
Luego está la gente, y a eso venia todo este rollo, que se cree los mantras que recitan esa panda de gurús del coaching como si fuera verdad revelada. Y que los aplican a su vida diaria, a su trabajo, a sus relaciones. Hay que ser bueno, hablar con voz de bueno, decir que soy bueno, quererme mucho, afrontar los problemas con una sonrisa de bondad. Porque como soy tan bueno....
¿Tú bueno? Tú lo que eres es un autocompasivo-egocéntrico-gilipollas de primera. Suelen ser aquellos a los que nadie entiende, porque como son tan buenos, aquellos que toman sin pestañear las decisiones más sangrantes, con mucho dolor y mucha pena eso sí, porque como son tan buenos, aquellos que cuando huyes en dirección contraria, no se lo pueden explicar, porque como son tan buenos. Aquellos.
En fin. Cersei, ven en mi ayuda....
Pues eso. |
Punto 1... prefiero la torta de Tyrion, xD Infinitamente! xD
ResponderEliminarPunto 2... gracias por el enlace :) ^^
Punto 3. Mi postura acerca del coaching es un tanto controvertida. Daría para un post que no voy a escribir XD Pero estoy de acuerdo contigo en que repetir consignas hasta convencerse a uno mismo no cambia a una persona.
Un besote!
Yo también Tyrion siempre, pero la expresión de mi cara anoche al escribir esto se parecía mucho a la Cersei... xDD
EliminarY escribe ese post, por favor!!
Besos!
No, no, que puede que oleadas de coaches se me vengan encima, y yo no estoy para pelearme ahora XD
EliminarLa gente que va de buena para aparentar... madre mía. Conozco bastantes de esos xD Lo peor es cuando tu los descubres y encima eres tu el malo xDDDD
ResponderEliminarEl coaching lo tengo visto de "lejos". Sí que se ve mucho aprovechado, pero creo que habrá gente que sí valdrá la pena y realmente te ayudará.
Pero es lo que dice Bettie, repetirte algo todo el día no te va a hacer cambiar xD Si algo no te funciona, busca o prueba otra cosa pero no te quedes estancado.