Broadchurch

Una serie en la que salga David Tennant siempre es un sí rotundo. Si sale Tennant, ¿qué más hace falta saber?

Entiéndaseme, una ya ha pasado la época de las locuras y los fanatismos, y no voy por la vida como las de Justino, porque, más que nada, nunca fui de esas. Bueno, un poco, pero ya no me acuerdo, que hace mucho de aquello, ejem. Lo que quiero decir es que Tennant mola y punto, más allá de las flechas mitómanas de Cupido y de la conga hormonal de cada cual. 

Tennant mola. Con su pelo imposible que se merece una saga por si solo, su 'esmirriez', la nariz torcida, ese modo de hablar que no sé si es escocés o es que no tiene ganas de vocalizar, el histrionismo que se gasta a veces o la contención que demuestra otras, lo fan que es de sus propios mitos y lo poco que le cuesta demostrarlo, sus interpretaciones en obras de Shakespeare. En fin. Todo. 

Broadchurch es una de sus interpretaciones contenidas, en la que luce unas pintas que no sabes si darle cinco euros para que se compre un fish'n'chips o pedirle directamente matrimonio. Según sople el viento, vamos. Viento que sopla y mucho en el escenario de la trama, las playas de Dorset, que engloban una historia que, tres capítulos después de su inicio, aún no sabemos por donde va. O lo sabemos y nos lo tememos. O no queremos saber. Dura, es muy dura esta serie de la ITV, británica por los cuatro costados, aunque esté basada en una serie danesa que los americanos versionaron en The Killing. 

Servidora, que vive en un pueblo relativamente pequeño, no puede dejar de hacer comparaciones durante cada capítulo. ¿Cómo sería si algo así pasara aquí? Pues probablemente igual, pero con más locura. ¿A qué algo me refiero? A un asesinato. A un claro y evidente asesinato. En una comunidad cerrada, donde se conoce todo el mundo. Un pueblo en el que la gente se saluda por su nombre. Y, de repente, un muerto. Ajá. ¿Qué oculta esa sociedad? ¿Qué ha motivado esa muerte? 

Ahí estamos, intentando desenredar la madeja. Yo ya no tengo uñas y quedan cinco capítulos. 

Ah, y por si no lo he dicho, sale David Tennant. No os la perdáis.