lunes, 11 de marzo de 2013

11M, un recuerdo

Durante un tiempo de mi vida estudié -o algo así- oposiciones. No fue una decisión correcta en aquel momento, pero nada puede cambiarse ya, y, bueno, lo que no te mata, te engorda. ¿No? El caso es que uno de aquellos días de suplicio intenso, en los que tenía que salir de mi casa para ir a ese lugar horrendo y desagradable llamado academia, me levanté con la noticia que todos hoy hemos recordado al menos una vez. Trenes, Atocha, Madrid. 

Nadie sabía a ciencia cierta lo que había pasado, todo era confuso a primeras horas de la mañana y, en medio de aquella locura sorda, de aquellos inicios de un dolor que luego fue mucho más intenso, yo me dirigí a la academia. No recuerdo el viaje en autobús, supongo que iría de charla con alguien, pero sí recuerdo que al llegar me puse los cascos y que, a mitad del camino, tuve que sujetarme en una pared cuando anunciaron que la cifra de muertos iba por 87.


Ya no me quité los cascos en toda la mañana, pese a estar en la academia soportando una de aquellas soporíferas y antipáticas clases. Creo que, de todas las cosas que me hicieron huir de aquel lugar -que, por si no se nota, recuerdo con horror-, la que más influyó fue que aquella mañana nadie, absolutamente nadie, hizo un comentario sobre lo que había pasado. Recuerdo mi incredulidad creciente a medida que el profesor seguía a lo suyo y no hacía ni la más mínima referencia a aquella desgracia, recuerdo mis ganas de gritar mucho, muy alto, cuando aquella gente con la que compartía espacio vital y estudiantil -me niego a llamarlos compañeros- seguían centrados, obsesionados en lo suyo: las oposiciones.

Yo no era de ellos, está claro. Al menos, no entonces, porque nunca se sabe qué nos deparará la vida. Supongo que sólo fue una mala experiencia, que tuve mala suerte al elegir academia, que fue una mala decisión, que no se puede acertar siempre. Pero, hoy, años después, lo recuerdo como una película de terror. Era un lugar en el que no se sentía. 

Cada 11 de marzo recuerdo aquello que pasó, me recuerdo teniendo miedo por primera vez en mi vida por mi país, por mi gente y recuerdo el sentimiento de horror y extrañeza de aquella mañana de invierno en la academia.

Candle by Lya Black (lyablack)) on 500px.com






5 comentarios:

  1. Me quedo perpleja Lya con lo que cuentas. Bien dices que aquellos no eran personas. Imbéciles.
    Sí que creo que a veces, hay personas, que cuando preparan una oposición se vuelven gilipollas, con todas sus G y LL. Y lo que cuentas me ratifica en mi idea. ¿Ni una referencia? No me lo puedo creer!! Gentuza. Cuando yo estudié tuve clara una cosa: primero yo, mi vida, vivir y luego la oposición. Eso de encerrarme y aislarme de la vida me parece patético.
    El 11-M vivía en Madrid, el día anterior me habían sacado una muela y tenía un dolor tremendo. Se me pasó inmediatamente. Me llamaron y yo llame a personas que hacía mil años no veía, pero que sabía que vivían en Madrid. Desde mi trabajo los jefes pidieron a los compañeros que por favor hicieran rondas de contactos para saber si todos los trabajarores, los que no estabamos librando, estábamos bien. Días después, meses, se seguía notando en el ambiente aquello.
    Lo de la gente de tu academia me parece patético. Espero que suspendiesen todos.
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Los que estábamos librando, quiero decir.

      Eliminar
    2. Gracias, Perri. La verdad es que no sé qué fue de ellos, porque huí en cuanto pude. Y tan feliz. Prefiero ser un indio, ya lo dicen los Extremoduro... xD

      Eliminar
  2. Qué fuerte... Yo supongo que fui al instituto. Salía muy temprano por la mañana. La verdad es que no lo recuerdo, o lo recuerdo muy vagamente. Creo recordar que algunos profesores tampoco se enteraron, y que los que entraban más tarde lo fueron comentando. Lo que sí recuerdo es cierta desinformación. No sabíamos muy bien qué había pasado. Pero desde luego, no creíamos que la magnitud de aquello fuese tan grande.

    Lo que sí recuerdo fue el mareo posterior. Que si ETA, que si nosequé. Me recuerdo a mí misma diciéndoles a mis padres que no creía que fuese ETA, que era muy extraño todo. Recuerdo el interés de algunos medios por ocultar ciertas cosas de cara a las elecciones que iban a tener lugar en breve. Recuerdo la indignación de los del "no a la guerra" conforme se iban sabiendo cosas. Ya digo, es todo muy vago. Lo que sí recuerdo es el domingo, el día de las elecciones, que estaba en un local con mis amigos, alrededor de una estufa. Yo no podía votar aún, y ellos hablaban. Hasta un amigo votante confeso del PP había cambiado su voto. Algunos hicieron aquello del "voto útil". Fuero n las primeras elecciones que seguí con atención. Pero desde luego, yo recuerdo conmoción general en casa, en clase, entre mis amigos. No recuerdo que nadie se quedase ajeno.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si esto que me pasó fue como caer en otro planeta, en serio. De ahí que siempre lo tenga presente y cada vez lo recuerde con más horror... Brrr...

      Eliminar

¡Gracias por comentar!

También hablé de...

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...