jueves, 2 de enero de 2014

Death comes to Pemberley


Con ustedes, Mr. and Mrs. Darcy. 

Sí, los de Pride & Prejudice. Bueno, otra versión de ellos. No tan esplendorosa como la que todos tenemos en mente, pero bastante aceptable y, quizás, más realista. Aunque claro, cuando hablamos de Fitzwilliam Darcy, ¿quién quiere realidad? No sé vosotros, pero yo no. 

En fin, ése es otro tema. Y hay que reconocer, y, por tanto, reconozco, que el Darcy de Matthew Rhys no está mal. Aunque sonara rara su elección para el papel, casi inmediatamente después de haber terminado la primera temporada de 'The Americans', el muchacho lo saca adelante. Sin florituras, eso sí. 


'Death comes to Pemberley', ya me centro, es una adaptación de la novela del mismo nombre de P.D. James de factura BBC y emitida esta Navidad. Tres capítulos que servidora se bebió anoche de un sorbo, sin respirar y sin inmutarse. ¿Motivos? Es el universo de P&P, seis años después, envuelto en un misterio. Una carta a los Reyes Magos hecha serie de televisión. 

Lizzy Bennet es ahora Mrs. Darcy, vive feliz en Pemberley, con su maridín y su niño. Soporta las visitas de su madre con estoicismo y no tiene mucho trato con su hermana Lydia, todos-sabemos-por-qué, aunque procura ayudarla. Su hermana querida, Jane, vive cerca, y todo es amor y felicidad. Hasta que algo pasa, claro. Y con ese algo la vida construida durante seis años y nacida de una de las no-declaraciones de amor más famosas de todos los tiempos, se tambalea precisamente por los miedos de los protagonistas a caer de nuevo en aquello que dio lugar a la memorable escena. Pride and Prejudice, you know. 

No se puede decir mucho más sin desvelar parte del misterio en el que se verán envueltos nuestros chicos de Pemberley, así que me callo. Vedla, está llena de caras famosas de la tele british (Jenna Coleman, whovians), es muy entretenida y una gozada visual. Ah, y está rodada en el mismo 'Pemberley' de la mítica serie de 1995: 


Chatswotrh House, que también es el Pemberley de la película de Keira Knightley, y que sale en el propio libro de Orgullo y Prejuicio como una de las casas (casoplones) que visitan Lizzy y su tía. Se cree que fue la inspiración de Jane Austen para crear Pemberley. 

Pertenece a los duques de Devonshire, por si queréis hacerles una oferta de compra.

Para finalizar, renuevo desde aquí mi propuesta: mujeres del mundo, reclamemos el derecho a vestir de nuevo en estilo imperio-regencia. No puede haber vestidos más monos y más cómodos. ¿Quién nos engañó para cambiar la moda?


















3 comentarios:

  1. Yo no cambio mis vaqueros por un vestido, pero si hay que firmar en Change tu petición, cuenta con mi firma XD

    Leí una reseña del libro, y no me motivó demasiado. Mira que yo me quedaría con el final de Orgullo y Prejuicio y en paz, ¿eh? xD

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    Respuestas
    1. Si es por eso, tranquila, que el final no cambia. Solo pasan cosas seis años después...xD

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  2. Uy... yo me quedo tan feliz conque superDarcy y Lizzy comen perdices forever and ever...

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