lunes, 29 de abril de 2013

El adiós

Recibo un correo electrónico de alguien que protesta por algo de mi trabajo de ayer. No os extrañe, es común. Cuando tu trabajo tiene cierta relevancia pública en un determinado territorio, los correos de ese estilo son comunes. Aunque no hayas hecho nada malo ni erróneo. El caso es protestar. 

El problema es que ya no va a haber más trabajo para mí. De este, al menos. Y me estoy conteniendo para no responder con otro correo, lleno de pasivo-agresividad, que haga sentir fatal a quien ha osado protestarme en un día como hoy. Hábrase visto. 

Pero no. Para qué. Qué importa. Qué más da. 




Hoy es el día de los "va a ser para mejor", "cuando una puerta se cierra, etc", "no te preocupes". Todo eso me lo digo a mí misma, pero, según avanzan las horas, se va complicando lo de mantenerse firme. Mi querida T dice que llore, que no pasa nada, y que tengo que hacerlo. Pero no acaba de convencerme lo de convertirme en un mar de lágrimas, porque yo soy muy llorona y, o me controlo algo, o pierdo toda dignidad. De verdad de la buena. Así que ahí estoy, resistiendo, e intentando pensar en positivo. Porque su lado positivo tiene, no creáis que no. Cuando tienes un trabajo inestable, que, directamente, es tu vida, porque no deja espacio para más, que hace que vayas a contracorriente de todo el mundo (días de fiesta, días de trabajo a tope), pensar en un descanso, obligado vale, pero descanso al fin y al cabo, suena hasta raro. Yo es que no me lo creo ni sé qué va a ser de mí. Pero sé, lo sé mucho, que lo necesito. 

Necesito respirar, ordenarme, recuperarme y encontrarme. Metida en la vorágine era imposible. Ahora no me va a quedar otra. Y sé que me va a venir bien. 

También sé, porque yo estas cosas las presiento, que es el fin de una era. Lo llevaba sintiendo desde hace mucho. Y que esto que ha pasado era necesario, porque, de otro modo, jamás me hubiera atrevido a dar el salto que necesito dar. 

Ahora sólo queda averiguar en qué dirección tengo que saltar. 



Gracias infinitas a T y a Marycheivis, que saben como nadie decir aquello de 'every cloud has a silver lining' y que, además, suene creíble. 




6 comentarios:

  1. Every cloud has a silver lining, que sí. Aunque a veces se tarde en ver la luz entre el nublao, y más con este tiempo que nos está haciendo.

    Y oye, que lo de llorar, ayuda, de verdad. Una suelta todo y se queda agotada, pero después del berrinche, como que ve las cosas de otra manera. Será porque las lágrimas limpian la visión.

    Y bueno, hija. Que ánimo. Yo no lo digo con tanto arte, pero es sentido, de veras.

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    1. Ya lo sé, Bettie. Vale mucho, de veras.

      Alguna lágrima está cayendo, no creas. En fin! Qué vida esta! :/

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  2. Dear Lya:
    It doesn' t matter that in your eyes is raining today but NEVER GIVE UP

    Esta lucha es la que te hace esa persona que va cumpliendo pasito a pasito las estrofas de ese poema que tanto nos gusta:

    "IF"

    Y un día escucharás una voz que te diga: Yours is the Earth and everything that's in it y entonces estarás orgullosa haber sabido seguir siempre dando pasitos hacia adelante.

    Muacks <3

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    1. Hala, ya estoy llorando... jopé. Qué habría sido de mí sin el If muchas veces. Ay.

      Never give up. I promise.

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  3. Ains! ánimo! :*
    Aunque sea un poco a la fuerza, es hora de descansar y de tener tiempo para hacer las cosas que quieras.

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    1. Pues sí, a ver qué tal se me da lo de descansar, que no estoy muy acostumbrada :) Gracias guapa!

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