Llevo unos días con el angelito y el demonio pegados a mí. Uno en cada oreja, se dedican a hablarme sin cesar. Tan pesados son, que quiero espantarlos a manotazos y olvidarme de todo, pero no lo hago porque eso es lo que el demonio quiere. Así que, supongo, que es el que va ganando por ahora. Eso sí, el angelito resiste y resiste, es un campeón.
Es una oportunidad única, dice el pobre angelito. No vas a tener otra igual hasta vete a saber y eso si la tienes. Te lo mereces, tienes que hacerlo. A la porra con las preocupaciones, los 'por si acaso' y los 'no vaya a ser que'. Vive el presente, que ya tendrás tiempo de agobiarte. From lost to the river, carpe diem, que lo hagas ya, living la vida loca. Etcétera.
Pero el demonio se aferra a los 'por si acaso', a los 'con la situación en la que estamos' y a los 'estás loca' y nada, que no avanzamos.
O si avanzo, pero cada paso me cuesta un triunfo y un agobio. Y estoy cansada.
Este blog se tenía que haber llamado Miss Agobios.
(Hablo de un viaje a Londres, cosa de tres días, a ver a una amiga que está allí este curso, que me ofrece alojamiento, todo suena bonito, pero es caro, muy caro...)
Me inclino por el angelito malo :P (son tan trastos, que al final son encantadores :D )
ResponderEliminarAy... :S
EliminarTampoco sé tus circunstancias peeeero cuando ocurre algo así es una señal ^^
ResponderEliminarBuena o mala?? xD
EliminarYo no opino porque, directamente, no tengo ángel xD
ResponderEliminarNah, seguro que sí tienes. El mío es un poco gamberro, si quieres te lo presto. El demonio me ha salido más conservador, más madre. En fin!!!
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