Mañana de Reyes. Nervios, ilusión, colores llenos de promesas. Al desgarrar el papel de regalo, aparece un alfil, un tablero de ajedrez y un escarabajo. Los escarabajos vuelan al atardecer, de María Gripe. Otro de los libros de una vida, de mi vida.
Me ha hecho muchísima ilusión encontrar una reproducción exacta de la portada de mi libro. Es ese que veis ahí. Tal cual. Como adivinaréis, han pasado muchos años, tal vez demasiados, desde aquella mañana en la que los Reyes Magos de Oriente me dejaron de regalo esta pequeña joya de María Gripe. Han pasado algunos años más desde que fue escrito, ya que es, incluso, anterior a mi nacimiento. Qué maravilla escribir algo que acompañe a lo largo de los años y de las generaciones a millones de niños. Qué maravilla que millones de personas de todo el mundo posen sus ojos sobre las mismas letras, disfruten con ellas, crezcan con ellas y, pasado el tiempo, las recuerden y las reclamen como parte indisoluble de su vida.
A este libro le debo mi afición perpetua por el regaliz negro. Puede que también le deba la profesión que ejerzo. Y el amor por la historia, la lejana y la cercana. Por los misterios encerrados en lugares, a simple vista, normales. Por el ajedrez. Por las peras maduras, frescas y dulces. A este libro le debo la conciencia de mis cambios, de mis pérdidas y ganancias. Si El Médico fue una puerta hacia otro mundo literario, Los escarabajos fueron mi compañía durante años. Me acompañó, como silencioso asidero, muchas mañanas al colegio. Iba con los libros escolares. Yo lo veía al abrir y cerrar la cartera. Y bastaba.
Me acompañó después, en el instituto, donde fue lectura obligatoria. Más tarde, hubo largas épocas en las que no reparé en su presencia tranquila y serena en la estantería, hasta que un día volví a él. Y fui consciente de cuánto tiempo había pasado, de cuánto habíamos cambiado. Porque los libros también cambian cuando cambian los ojos que los leen.
(No pongo detalles de la trama, porque sigue siendo lectura obligatoria en muchos centros escolares, y en este blog no se hacen los deberes a nadie. Si has llegado aquí buscando una ayuda, no la vas a encontrar; léelo y disfrútalo, me lo agradecerás)
Apuntado en la lista de pendientes. Con la pasión que destila este post no es para menos :)
ResponderEliminarSí, sí, tienes que leértelo, te encantará xD Bienvenida, por cierto, se te echaba de menos.
EliminarUn gran libro, a mí me lo mandaron leer en clase de lengua en el colegio y se convirtió en mi favorito, no recuerdo la de veces que lo he leído, lo tengo ya muy olvidado así que hace tiempo que tengo ganas de darle un repasito, incluso lo he metido en el Kindle porque el libro está por alguna caja escondido desde hace años y el problema es saber qué caja.
ResponderEliminarUn saludo :-)
Saludos, Enei! :))
EliminarPues a mí no me suena de nada e___e me lo guardo también ^^
ResponderEliminarTe encantará, seguro. :)
EliminarNo recuerdo haberlo leído, quizás lo haya hecho, pero ya lo tengo y voy a ello :D
ResponderEliminarAy, ya me contarás!
EliminarLo empezé a leer con 12 años porque me castigaron en la biblioteca.
ResponderEliminarY desde entonces no he parado de leer.
Por mis manos han pasado libros de todo tipo pero éste lo recuerdo con inmenso cariño, de echo después de Los escarabajos creo que leí compulsivamente todo lo que encontré de María Gripe.
Animo a todo el mundo a que lo lea, da igual la edad, seguro que lo disfrutais.