Uno de mis libros favoritos de siempre es 'Los cuatro grandes' de Agatha Christie. No es de los más conocidos de la más conocida de las escritoras británicas -con permiso de J.K-, pero para mí es de los más profundos e interesantes que se pueden encontrar dentro de la amplia producción de la Dama del Imperio Británico y Señora de Todos los Misterios. Recuerdo leerlo, varias veces, fascinada y asustada al mismo tiempo, y también algo desconcertada porque, aunque pertenece a la saga Poirot, el Poirot que lo protagoniza dista mucho de aquel tranquilo y ególatra hombrecillo belga de 'Asesinato en el Orient Express' o de 'Muerte en las nubes'. El de 'Los cuatro grandes' es otro Poirot. Porque el libro, pese a ser un Agatha Christie, es otra cosa. Va más allá de la elegante descripción, no exenta de mordacidad, de la vida de los ricos británicos de la época, de cada época que conoció Dame Agatha. Va mucho más allá.
Este libro es una advertencia, una visión absolutamente aterradora y clarividente de las reglas de juego que nos controlan sin que nosotros lo sepamos. El argumento cuenta la confabulación de cuatro 'grandes' personajes para dominar el mundo. Una científica, un par de millonarios, chino y americano, y un cuarto personaje, conocido como 'el destructor', que no termina de definirse. Los cuatro crean una organización cuyo único propósito es convertirse en el gobierno en la sombra del planeta. Hasta que se encuentran con Hercules Poirot, claro. Pero para saber qué pasa, os lo tendréis que leer.
Este libro es una advertencia, una visión absolutamente aterradora y clarividente de las reglas de juego que nos controlan sin que nosotros lo sepamos. El argumento cuenta la confabulación de cuatro 'grandes' personajes para dominar el mundo. Una científica, un par de millonarios, chino y americano, y un cuarto personaje, conocido como 'el destructor', que no termina de definirse. Los cuatro crean una organización cuyo único propósito es convertirse en el gobierno en la sombra del planeta. Hasta que se encuentran con Hercules Poirot, claro. Pero para saber qué pasa, os lo tendréis que leer.
Añade a todo esto los servicios de espionaje, propios y ajenos, que nunca acaban de definirse y siempre se guardan un as en la manga, y las puñaladas traperas que son frecuentes en los entresijos de los partidos políticos, y tendrás una apasionante serie que se ve en un suspiro y que te deja un regusto amargo. ¿Sirve de algo nuestro voto cuando esos a los que votamos, una vez que alcanzan el poder, se ven tan influenciados por toda clase de poderes -económicos, principalmente- que se encuentran con las manos atadas? ¿Quién nos dirige de verdad? ¿A quién le interesa que ahora este país esté en crisis, mañana resurja y pasado entre en guerra con los vecinos? ¿Qué es la guerra sino un gran negocio? ¿Quiénes son 'los cuatro grandes' que controlan el mundo?
A través de los ojos y la excelente interpretación de Gabriel Byrne, el Prime Minister Tom Dawkins, y de un puñado de secundarios de lujo (ese Charles Dance-Tywin Lannister), 'Secret State' nos demuestra que las cosas no son como parecen, que un Gobierno no es más que una marioneta en manos de los que de verdad mandan y que, desgraciadamente, a poca gente le interesa que esta verdad salga a la luz. Aterrador, pero cierto.
Me has dejado super intrigado, con muchas ganas de ver la serie y leer el libro. Agatha Christie me fascina, aunque solo he leído cinco o seis de sus libros. Me apunto el que mencionas ;)
ResponderEliminarTe gustarán, seguro :))
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