Y es un problema, oye. Que se me nota. Cuando no puedo más con algo, cuando estoy hasta el moño, cuando ese tema, esa situación, esa persona me supera, me desborda, me harta. Se me nota.
Más que mucha paciencia, yo diría que tengo la normal, tirando a poca. Pero he aprendido con los años a estirarla. Si mi paciencia fuera músculo yo sería Nadia Comaneci. Claro que todo tiene un límite. Y el problema es cuando ya no se da más de sí. Que se nota.
Y como se me note mucho, la hemos liado pero bien. Porque hay esquinas que es mejor no doblar, líneas que mejor no cruzar, situaciones a las que mejor no llegar. Porque si lo haces ya no habrá vuelta atrás. Así que, aunque joroba, hay que aguantar.
Maldita sea. Se me nota.
Imagen tomada de AQUÍ
Quizás se te nota, porque eso en cuestión ha pasado limites infranqueables. Yo tenía una perra que sufría sordera selectiva, lo aprendí de ella, te invitó a ponerlo en práctica!! :D
ResponderEliminarVa a ser que sí, que voy a tener que aprender de tu perrita... :)))
EliminarA mí también se me nota enseguida cuando pierdo la paciencia. Qué le vamos a hacer.
ResponderEliminarNo ganaríamos nunca el Oscar... qué mal...:)
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