Como ya adivinaréis, Japi-Flower no puede ser otra que mi teacher -o lo que sea- de inglés. Ya os hablé de ella el otro día, pero es que este trauma voy a tener que exteriorizarlo de vez en cuando porque si no, se me va a enquistar, se me va a hacer bola y veo yo que cateo por pura indignación. Y tampoco es eso.
Porque yo lo dije desde el primer día. Desde el primer minuto, desde la primera palabra que soltó por la boca en 'ese algo parecido al inglés' con el que nos deleita. Vaya mi**** de profesora que nos ha tocado. Y mis compañeras que no, que vamos a aprender mucho, que seguro que se centra con el paso de las semanas. Ya, sí. Centrarse.
Todo lo contrario.
No prepara las clases, no sabe por donde vamos, nos habla todo el rato en español, nos confesó que llevamos dos lecciones, DOS, de retraso, no tiene ni idea cuando le preguntamos alguna duda. Y así podría seguir y no parar.
De verdad, ¿a que esto no es serio? ¿A que no es cosa mía? ¿Cómo ha llegado este elemento a profesora de una escuela oficial de idiomas?
Y luego está el empeño que tiene en adoctrinarnos en su flipe-hippie. Señora mía, yo voy a sus clases a aprender inglés. A intentarlo, al menos. Bueno, en realidad voy a sus clases porque no me queda otra si quiero tener plaza el año que viene -puñetera escolaridad-. Pero, lo que está claro es que no voy a sus clases a que usted me enseñe a pensar, porque yo ya pienso mucho y, a ratos, hasta bien. Gracias. Déjeme en paz. No quiero más vídeos en los que niñas repelentes de doce años se marcan un speech sobre lo malos que son los bancos. Que no. Mucho más cuando usted nos lo pone como si fuera Einstein hablando de la relatividad, y, en el poco rato que hice caso a la niña, soltó perlas como '¿por qué el Gobierno no imprime más dinero y así todos felices?'. Y usted con lágrimas en los ojos de la emoción, qué bien habla la niña, cuánta razón tiene. WHAT?
Menos mal que mis compañeros reaccionaron como yo, y todos a una, que además ya teníamos ganas de irnos a casa, le soltamos una palabra -en español, claro- que la dejó a cuadros: INFLACIÓN. Se ve que la hippiez no se lleva bien con la macroeconomia.
Respuesta: bueno, pero lo importante, no sé, es el mensaje...
Ruido de cuadernos cerrándose, sillas deslizándose y gente MUY cabreada levantándose.
Y así, everyday.
HELP. En serio, HELP.
Oh, my God!! Qué birria de profesora. Mira que no paso de nivel medio, pero creo que yo te daría las clases mejor que ella. En fin, que no nos queda otra que aguantar este tipo de excentricidades si queremos conseguir el título que a ellos parecen haberles regalado.
ResponderEliminarUn beso shakiano!!
Seguro que tus clases serían mucho más interesantes, por lo menos tendrían coherencia. Muchas gracias, Shaka!
EliminarCome On Lya!!! Not exasperate! I understand you! Ooomg... Muack
ResponderEliminarYa, ya... sólo nos queda esperar y rezar para que el año que viene no nos toque (pido cambio de matrícula, vamos)
EliminarAmo a ver... Si es uan cosa generalizada en la clase, ¿no habéis pensado en poner una queja a quién corresponda? No estoy muy puesta en el tema, pero tiene que haber un mecanismo. No es cuestión de perder el año y tal...
ResponderEliminarYo estoy por la labor, pero la gente dice que "pobre, si se le ve buena gente" y no hay nada que hacer.
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