El síndrome de la tía Viv

Pues sí. Porque ahora vamos todos de seriéfilos estudiados, analizando planos, secuencias, líneas de guión y hablando del desarrollo de la trama y del trabajo actoral como si el director general de la HBO nos llamara cada mañana para preguntarnos qué corbata se va a poner ese día, si la azul o la verde con cuadritos. Sí, confesémoslo. Somos así. Nos encanta, nos pirra y nos deleita hablar de series, de actores, ver los Emmy y gritar nombres y consignas que sólo entendemos los entendidos, los estudiados. Nos encanta, reconocedlo, pensar que nuestro vecino del tercero o nuestro antiguo compañero del instituto no tiene ni idea de esos nombres que nosotros mencionamos con toda la familiaridad del mundo. Nos encanta saber que si alguien dice aquello de "estás más loca que Carrie Mathison", sólo unos cuantos, nosotros y el resto de elegidos, sabremos a qué refiere. A quién. Nos hace sentirnos un poco superiores, un algo selectos y un mucho diferentes de esa plebe que ve, oh, horror, las series españolas. O las series extranjeras -esperad que me siento- dobladas. Aberración. Sacrilegio. Cómo podéis. 

Ya, Carrie, ya...

Pero todos, oiga, tenemos un pasado. Un pasado labrado a fuerza de series americanas -dobladas- cuyos capítulos nos repetían en bucles incesantes e infinitos. Me refiero, sí, a El príncipe de Bel Air o Cosas de Casa o a Las Chicas de Oro o Apartamento para tres o a Los problemas crecen o a Blossom... y así, y así, y así. Y etcétera y etcétera. 

Por eso, hoy, cuando se ha confirmado que el último fichaje de Game of Thrones, Michiel Huisman -Treme, Nashville- no va a interpretar a un personaje nuevo, sino que se va a meter en la piel y el pelo (¿azul?) de Daario Naharis, nos hemos quedado todos así... 

Ya, Lea, ya...

Y hemos empezado a sufrir eso que se llama El Síndrome de la tía Viv. La tía Vivian del príncipe de Bel Air, a la que nos cambiaron pasadas unas cuantas temporadas, sin preocuparse en buscar una actriz parecida, naaa, para qué. 

Amos, no me digas que no tuvo delito...

También puede llamarse el Síndrome de los Desaparecidos de Cosas de Casa. En esa serie empezaron siendo tres hermanos, una abuela, una tía, un primo, dos padres y Steve Urkel y acabaron los padres, Urkel y dos hijos. ¿Recortes de presupuesto? ¿Asesino en serie en el plató? ¿Abducciones extraterrestres? Nunca obtuvimos respuesta...

Porque claro, Daario era Ed Skrein, nos gustara o no. Que no, no nos gustaba porque no pegaba para nada con la descripción del libro. Pero vale, todos aceptamos al muchachote. Y ahora van y lo cambian. What's the matter with you, HBO?

Adiós, Ed, adiós...

Hola, Michiel...

No es el primer personaje que cambia de actor y tampoco es que Daario sea muy relevante, pero sí es, digamos, vistoso. Que cambien al actor que hace de Tommen hasta se entiende porque las edades del libro y de la serie no pueden ir paralelas (a no ser que quieran ser acusados de pederastia). Que cambien a algún actor secundario, bueno, venga, lo dejamos estar. Pero esto nos va a resultar bastante chocante. Casi tanto como ver a Sansa Stark -y que los antiguos dioses me perdonen- hablando con Tyrion sin poner la cara de asco profundo que le correspondería como la Tamara Falcó de Westeros que es. 

Y a todo esto, seguimos sin saber qué papel va a interpretar Mark Gatiss en la serie, si el de un tito Greyjoy, o el de algún Martell o alguno nuevo que se saquen de la manga porque, claro, no habrá bastantes en los libros, no, que seguro que alguno nuevo se tienen que inventar. Táctica Talisa de Volantis. 

Aaaah, cuánto sufrir. 

PS: no voy a negar que una parte de mí está encantada con el cambio porque desde el Liam de Nashville venero mucho a Huisman. Claro, queda ver si mantienen el look muchachote fornido o le caracterizan como en los libros. En tonos azules, básicamente. Aunque si hacen esto último no sé cómo van a explicar no sólo el cambio de actor, sino también el de estilismo. Miedo me da que les quede muy "Priscilla, reina del desierto de Asshai". En fin, no queda más que esperar. Stay tunned, Westeros is coming.