Creo que este es el momento adecuado para confesar que no me gustaron los libros de Larsson. Sí. Yo confieso. Confieso que leí el primero y que llegué hasta la mitad del segundo. Y que no pude más. Que abandoné. Y que el señor Larsson y todo el guirigay que se montó alrededor de sus libros me parecieron un timo, una estafa, una burbuja creada por la publicidad. Que si mañana nos dicen que se ha puesto de moda un libro sobre la adaptación del escarabajo pelotero al clima estepario, y no oímos hablar más que del escarabajo, de lo bien descritos que están sus padecimientos, de lo intenso que es el libro, que si vamos en un tren y medio vagón va sufriendo con el pobre escarabajo, en el telediario no se habla de otra cosa, las librerías se llenan de libros como "El escarabajo y su mundo", "Cómo criar escarabajos en casa sin morir del asco" y "Los secretos del escarabajo", al final todos nos leemos el libro sobre el bicho en cuestión y proclamamos a los cuatro vientos que no hemos leído cosa igual en nuestra vida.
Y dentro de todo lo malo, los libros del señor Larsson eran, digamos, pesados intelectualmente. Tenían cierta enjundia, cierto interés, no como otros anteriores y posteriores. Reconozco que el problema pudo ser mío, que tengo una estantería llena de libros de Agatha Christie y que, por tanto, las andanzas detectivescas suecas me parecieron, sí, bien, interesantes (el primer libro, que es el que acabé) pero nada del otro mundo. No para formarse la que se formó.
¿A qué viene todo esto? Pues viene a que acabo de terminar La verdad sobre el caso Harry Quebert, de Joel Dicker, y tengo ganas de gritar al mundo que ésto, ese libro, es el novelón, un best-seller novela negra de manual, que no pretende adoctrinar a nadie y que cumple su función: entretener y mantener el alma en vilo hasta el final, que es lo que se pide a una historia policíaca. Sin las segundas y terceras intenciones de los libros del sueco, que a ratos se pasaban de panfletarios y de aburridos, merced a esos sermones sobre lo pervertida que está nuestra sociedad que se marcaban los personajes, que, por otro lado, o estaban como regaderas o eran unos pansinsal o bebían demasiado café. O todo junto.
La verdad sobre el caso Harry Quebert habla sobre muchos temas, perfectamente enlazados, literatura, amor, amistad... Tiene una estructura genial, un puzle de mil piezas que encajan poco a poco, y una narrativa sencilla y directa. Mi sensación ha sido la de ir a ciegas durante casi 500 páginas, guiada por la mano del escritor, que a veces, eso sí, se pasa de melodramático (ciertas escenas son muy rocambolescas o tienen un tono demasiado teatral). Pero si eres consciente de que se trata de un libro que no va a cambiar la historia de la literatura (aunque los franceses que son como son, le han dado todos los premios y más), lo terminarás con la sensación de haberte divertido, sin más comeduras de tarro.
Problema: la traducción al español desde el francés: horrorosa. Afrancesada, como si en español no existieran más adjetivos que formidable y con personajes americanos tratándose de usted, cuando en inglés tal cosa es imposible. De verdad, el traductor y la editorial (Alfaguara) se han lucido. Si lo llego a saber, leo la edición en inglés.
P.S: la portada es un cuadro de Hopper y eso siempre es bien.
No es la traducción, el libro es así, con carencias en su escritura: gaviotas que graznan, polis que gruñen, Lolitas que lloran...en suma, un "no es para tanto", se deja leer. Y carencias en la trama, que se repite diez veces y nunca pasa nada. Pero bueno, tiene sus cosas buenas, ptsa, yo le pondría un 5 sobre diez.
ResponderEliminarDesde luego para mejor libro del año como le han nombrado los franceses, pues no....
EliminarLos libros no los he leído de Larsson, pero si he visto las películas (la versión sueca) y a mí me encantan ♥ Tengo la caja de la primera en edición coleccionista, que pillé en Media Markt por 5€ con una camiseta y todo xD y la segunda me la cambiaron en un trueque jaja
ResponderEliminarSerá que el look de la protagonista me tira mucho y no veo los fallos de la historia, no lo sé xDDD Tampoco es que sea muy crítica yo xD
No sé porque, pero me termina de llamar este libro como para leerlo. Igual dentro de un tiempo me da la vena :)
Yo las pelis no las he visto pero me dijeron que estaban mejor que los libros. Y si te digo la verdad, Lisbeth es lo único que salvé de los libros. :)
EliminarLos libros de Larsson... ni los he leído ni me acabo de lanzar. Y las pelis tampoco las vi. Este lotengo en pendiente por tu culpa, ya veremos si me animo, que la novela negra siempre me da perecilla....Pero luego me gusta, hija.
ResponderEliminarLo que pasa es que si la redacción/traducción es regulera, sé que voy a sufrir.
Lo bueno es que como se lee tan deprisa, tampoco te da tiempo a pararte mucho en la redacción, aunque hay algunas cosas que saltan a los ojos como ranas chutadas de Red-Bull...
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