Hay series que, vaya usted a saber por qué, te da pereza empezar. Medio tuiter hablando maravillas del tema y tú que no, que quita, que paso. Te descargas el primer capítulo y lo terminas borrando porque no tienes ni ganas ni ánimo. Hasta que dices, hala, venga, vamos, que es verano y me he quedado a dos velas seriéfilas, al menos hasta que empiece The Newsroom. Entonces lo más probable es que digas aquello de por qué no la empecé antes. Raros que somos. Que soy.
Orphan Black. Llevaba tres meses con esta serie pendiente. Y sin ganas. Porque leía el argumento y no le encontraba el asunto. Porque lo de una actriz haciendo varios personajes me sonaba peregrino, antiguo, demodé. Porque no, vamos.
La semana pasada me puse el primer capítulo -no tenía nada más a mano, la verdad-, y ya os imaginaréis, me gustó desde el inicio. No es que me haya encantado, pero sí me ha gustado y mucho. Sobre todo por el aire de serie de toda la vida que tiene. Pese a que la trama es un lío como una catedral, o precisamente por eso, Orphan Black es, hasta cierto punto, entrañable. Palabra que suena rara aplicada a una serie sobre (SPOILER) clones, en la que hay asesinatos y misterios, en la que la sangre corre de lo lindo y en la que la regla número uno es: "no te fíes ni de tu madre". Pero sí, entrañable. Tal vez porque se parece mucho a esas pelis de los sábados por la tarde, de las que todos ahora renegamos como personas elevadas y maduras que somos, ejem, pero a las que TODOS nos hemos dado alguna vez, o con las que muchos hemos crecido cuando no había otra cosa que ver ni teníamos ordenadores con los que delinquir.
Eran, son, películas rodadas en ciudades que se parecían a Nueva York pero que no eran, son, Nueva York sino Toronto o Montreal (más baratas), películas con historias de drogas, adulterios y/o asesinatos. Y en las que, de vez en cuando, colaban algún argumento futurista o de ciencia ficción tipo experimentos científicos rarunos. Películas con actores conocidos en su casa a la hora de comer, en la que la chica solía ser guapa y estilosa y el chico un típico prototipo americano, rollo modelo de segunda, agradable de ver -para qué mentir- pero bastante limitadito a la hora de actuar.
Eran, son, películas rodadas en ciudades que se parecían a Nueva York pero que no eran, son, Nueva York sino Toronto o Montreal (más baratas), películas con historias de drogas, adulterios y/o asesinatos. Y en las que, de vez en cuando, colaban algún argumento futurista o de ciencia ficción tipo experimentos científicos rarunos. Películas con actores conocidos en su casa a la hora de comer, en la que la chica solía ser guapa y estilosa y el chico un típico prototipo americano, rollo modelo de segunda, agradable de ver -para qué mentir- pero bastante limitadito a la hora de actuar.
Pues todo eso es Orphan Black. Tal cual como suena. Eso sí, esta serie (BBC América) cuenta con Tatiana Maslany como protagonista, a la que yo no tenía el gusto de conocer previamente, pero de la que, espero, vamos a oír mucho hablar. Como no la nominen al Emmy creo que las calles serán tomadas por masas enfervorecidas de tuiteros. Y yo seré una de ellos.
Otros aspectos a destacar:
- El personaje de Alison, en el que la tragicomedia toma cuerpo. Y no sabéis hasta qué punto.
- El momento tail. QUÉ FUERTE. Y no digo más.
- La banda sonora. Loca, como toda la serie, pero también extrañamente cálida. Touching, que se dice en inglés. Ejemplo, esta preciosa canción de Coeur de Pirate, La petite mort:
Le temps d’un souffle coupé
Par un soir tardif d’été
Les anges partirent avant
Et leurs visages tachés de blanc
Je crois qu’il est trop tard
Pour t’avouer que j’ai mal
À mon coeur mourant
Et mes souvenirs tachés de blanc
Si l’on me perd, sache que je serai la tienne
Et au creux de ses bras, la mort nous bercera
Car si l’on me perd,
c’est seulement pour rester la tienne
Et au creux de ses bras, la mort nous bercera
La pluie coule sur mes tempes
La foudre chante ta descente
Blottie contre ma vie
Ton rire résonne et puis s’enfuit
Je crois qu’il est trop tard
Pour te dire que ça fait mal
Mon coeur n’est plus comme avant
Car il s’endort tout doucement
O esta versión del These boots are made for walking en alemán:
Y ya el fado de Amalia Rodrigues (sí, también) o el Wannabe de las Spice no os las pongo, porque creo que ya os hacéis idea. Aprende idiomas con Orphan Black. Vida loca esta...
O esta versión del These boots are made for walking en alemán:
Y ya el fado de Amalia Rodrigues (sí, también) o el Wannabe de las Spice no os las pongo, porque creo que ya os hacéis idea. Aprende idiomas con Orphan Black. Vida loca esta...
Esta serie me la encontré por una página y tenía curiosidad, pero al final dije: bah, que tenemos muchas por ver... otro día si eso xD
ResponderEliminarLuego una conocida vi que le encantó y dije joder xD Ahora tu jajajaja
La veré la veré, pero a su tiempo xD