Estaba yo dispuesta a quedarme extasiada tras ver esta peli. A sentir que una nueva razón de vivir había entrado en mi campo visual. A enamorarme de Bradley Cooper. A esas cosas.
Pero no. A excepción de lo de Bradley, que sí, pero que tampoco tiene mucha ciencia porque, en fin, es algo obvio.
En primer lugar, el título que le han colocado en español es directamente LO PEOR. E imagino que el doblaje al castellano provocará también sarpullidos. Imagino porque sí, la he visto de aquella manera. Y tan orgullosa. Entre otros motivos, es que sale Robert de Niro, sabe usted, y al señor De Niro se le debe un respeto.
¿Qué decir de la película en sí? Pues que está bien, pero que tampoco la veo 'para tanto como destaca' en lo que se refiere a la historia. Comedia romántica de libro, con un poco de drama por detrás y con una moraleja que sobrevuela todo el metraje sacada directamente de algún libro de autoayuda new-age, copiada previamente del refranero popular mundial: every cloud has a silver lining, no hay mal que por bien no venga, que decimos por aquí.
¿Las interpretaciones? Estupendas todas, eso sí lo afirmo. Desde Bradley a la Lawrence a los secundarios de mega-lujo como, por supuesto, el señor De Niro.
En resumen, creo que si la película hubiera dejado el tono comedia romántica y se hubiera centrado en el drama, sin ese final tan previsible, podríamos estar hablando de la película del año. O no, porque ya sabemos cómo funciona la carrera de premios. O no, la verdad es que no sabemos cómo funciona. Sobre todo cuando esta peli que no es nada del otro mundo, que a ratos se hace larga, y que pasa sin despeinarse del drama devastador de una familia afectada por un caso de enfermedad mental a la comedia romántica más tópica y típica, está donde está.
En fin, es lo que tiene tener al señor Weinstein ahí detrás.
Próxima parada, Argo.
En fin, es lo que tiene tener al señor Weinstein ahí detrás.
Próxima parada, Argo.
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