Downton vs. Westeros

Yo en esto de las series soy un poco novatilla. I confess. Empecé hace dos o tres años a ver The Big Band Theory. Todo con subtítulos en español. Luego dí el paso y me atreví con los sub en inglés. Y no bajo del notable en inglés desde entonces, ahí queda eso. El caso es que no me entero aún mucho de los líos y tejemanejes que hay detrás de las grandes series americanas e inglesas y me muevo por eso tan sencillo y tan difícil de explicar llamado "gusto personal". Por ejemplo, Mad Men me parece fantástica, pero me aburre un pelín. Y además no me ayuda con el inglés, porque, básicamente, los personajes no hablan. Muchas miradas intensas, muchos gestos y tal, pero hablar poquito. Así que me quedé con la segunda temporada a medias y ahí sigo. Que Jon Hamm me perdone.

Otra. The Newsroom, ya lo conté por aquí alguna vez, me flipa en colorines. Ha recibido más palos que el pobre Lazarillo de Tormes, pero a mí me flipa, así de superficial soy. Por ello me alegro de su nominación a los Globos de Oro, por delante de la anteriormente citada Mad Men. Situación que ahora mismo está provocando lágrimas de dolor e indignación en todos los seriéfilos del mundo mundial, por cierto. Pues a mí no. VIVA THE NEWSROOM. 

Otras dos series que veo y disfruto son Downton Abbey y Game of Thrones. Y ahí es donde quiero ir. Porque Game se ha quedado fuera de las cinco nominadas, mientras que Downton, una vez más, está entre las elegidas. Y no. Me niego. Protesto, señoría. Porque yo soy muy de Downton, mucho, pero no, por encima de la fastuosa Game of Thrones, no. Ustedes, señores yanquis, están embobados con los barullos puramente british de Downton, y no me razonan bien. Y ya, ya sé que los Golden Globes los entrega la prensa extranjera de Hollywood, pero me da igual. El hechizo de los Crawley los ha dado de lleno también.

Downton es preciosa y preciosista, perfecta, elegante, un dineral gastado en producción: escenario, trajes, coches, todo. Maravillosa. Maggie Smith es LO MÁS. Han tenido a Shirley MacLaine un par de episodios esta temporada. Quiero al perro de Lord Grantham casi tanto como a los míos. Lloré con lo de Sybill lagrimones como garbanzos. No duermo bien desde que Dan Stevens (Matthew Crawley) anunció que se marchaba de la serie. Soy MUY fan de Mary y de Edith, cada una en su línea. Me gustaría que Mrs.Patmore me abrazara porque me parece la ternura personificada y, además, tiene que oler muy bien, como a pan recién hecho y tarta de arándanos. No sopoooorto a O'Brien. En fin, que soy muy partidaria de Downton. Mucho. 

Ahora bien, ¿es una de las mejores cinco series del mundo mundial? NO. Es buena, más en la forma que en el fondo, pero buena. Eso sí, no para estar ahí por encima de Game of Thrones. 

Game of Thrones es un milagro hecho serie. Milagro porque adaptar bien las innumerables idas de olla del señor G.R.R. Martin plasmadas en libros que si vendieran al peso valdrían más de lo que valen, y ya es decir, no se puede definir de otro modo. Que los que nos hemos leído los libros y somos, como es mi caso, un poquito histéricos a la hora de valorar las adaptaciones (pelis de Harry Potter---> EL HORROR), pensemos así de esta serie, indica mucho.

 

Conversaciones como ésta, capítulos como Blackwater, la profundidad de personajes como Tyrion o Jaime... merecían estar entre las cinco mejores series del año, se mire como se mire.

Cierto es que en esta parte de la historia es donde al señor Martin más se le fue la pinza con el tema "Las doce pruebas de Daenerys Targaryen por las ciudades libres y los freaks que por allí se encontró". Y aunque la serie trató de suavizarlo, raro quedó, hay que asumirlo. Porque raro es. Y lo que te rondaré, morena.

Aún así, Game of Thrones forever. La tercera temporada tiene que romper y volver a recuperar su sitio. No en vano, aún nos queda por ver, entre otras cosas, la Boda Roja. Eso sí que va a ser un trauma para aquellos que aún viven en la inocencia. MUAJAJAJA.