Cuando Harry Potter esperaba ansioso su regreso a Hogwarts, en aquel primer verano tras saber la verdad, tras saberse mago, un pequeño elfo doméstico, algo cabezota, decidió por sí mismo que Harry no podía volver al colegio de magia. Enterado de ciertos nubarrones, negros como ala de cuervo, que se cernían sobre el futuro inmediato del niño que vivió, el elfo pensó que lo mejor era que este niño se quedara donde estaba, esto es, en casa de sus tíos. Amargado, triste, solo y alejado de peligros tenebrosos.
Por supuesto, Harry no estuvo de acuerdo con la decisión, pero el elfo Dobby no se rindió fácilmente y luchó cuanto pudo para proteger al pequeño Potter. El resto, coche volador mediante, es historia. Historia mágica.
Hago chas y aparezco a tu lado |
Y es que hay mucho Dobby suelto por estos mundos. Muchos que te avisan, te preparan, te cuentan, te dicen, te advierten y te aconsejan. Aunque no sea necesario que lo hagan, lo hacen. Y tú no puedes decirles que se metan en sus asuntos porque, al igual que Dobby, llevan razón. El problema es que tú, al igual que Harry, ya sabes que hay mucho Tom Marvolo Riddle suelto por esta vida. Cómo no lo vas a saber, si lo has visto cara a cara. Claro que lo sabes, pero aún así, merece la pena el riesgo. Simplemente no hay otra opción, pase lo que pase en el futuro.
La alternativa a la historia de Harry hubiera sido quedarse en Privet Drive, claudicar, mendigar migajas de atención a sus tíos, soportar una vida miserable por no asumir riesgos. Sobra decir que jamás se planteó algo así, que sabía lo que le esperaba pero no se rindió. Que luchó y peleó. Y que, más de una vez, perdió. Y que la victoria final no fue victoria del todo porque mucho se quedó por el camino. Pero es que esto es la vida, gente. Hay que asumir que la batalla es inevitable, y que a ratos te sentirás perdido, que te encontrarás, seguro, Malfoys, pero que también habrá Weasleys, que lucharás y caerás, y que habrá que levantarse. La opción de no hacer nada por miedo a lo que pueda pasar, simplemente no se contempla.
Por eso, gracias a todos los Dobbys que en el mundo hay, pero yo me voy a Hogwarts. Aunque sé que son muy puñeteros, no me dan miedo los magos tenebrosos. Aunque al final pierda, también habré ganado de algún modo.
Bueh, a Harry también le ayudaba a ser tan intrépido que en Privet Drive no había vida posible. Hay veces en las que no puedes creer que haya cosas peores, o dicho en positivo, que todo cambio será bueno.
ResponderEliminarEn fin, que cada uno tiene que vivir su vida. Consejos sí, pero Dobby es un poco extremo. Y tal.
Menudas metáforas xD
ResponderEliminarimagino que hablas sobre tu nuevo comienzo. Siempre se aprende algo de todas las situaciones aunque sean malas y quien no se arriesga, nunca sabrá que es lo que hay más allá. Yo me arrepiento siempre más por no arriesgarme que por hacer algo que luego acabó mal xD