Llamadme exquisita, pero yo esto lo vivo como un drama. El té con leche, los camareros españoles y yo.
Especifico lo de españoles porque lágrimas de emoción acuden a mis ojuelos cuando recuerdo que en Londinium lo más natural del mundo es pedir un tea Earl Grey with milk. Un té variedad Earl Grey con leche. Y te lo ponen sin mirarte como si hubieras bajado directamente de Raticulín a pedir un combinado de hidrógeno con grafeno. Por ejemplo.
Ya sé que vivimos en la patria del café en todas sus modalidades posibles (aunque ahí, como en tantas otras cosas, los portugueses nos adelantan de lejos), pero, oigan, yo no tomó café. Sé que suena a sacrilegio, a traición, a vileza, a abjuración de mis deberes de españolita media, pero qué le voy a hacer. El café -caliente, sobre todo- me sienta mal, así que, si puedo evitarlo, lo mantengo lejos de mi radio de acción.
Yo tomo té. Con un poquito de leche. Y Earl Grey, a ser posible, porque me fascina el sabor a aceite de bergamota. SOY ASÍ DE PIJA, SÍ.
Evidentemente, lo de conseguir llevar a término esta misión es harto complicado en el día a día. Para empezar, fuera de mi casa ya he renunciado al aceite de bergamota, porque sé que si voy por ahí pidiendo 'té Earl Grey' es posible que pase el resto de mi vida con la culpa encima por haber provocado un colapso neuronal a algún camarero. Así que sólo pido té negro, del normal, que es más sencillito y que también me gusta. No tanto, pero me gusta.
'Un té con leche, por favor', dice esta que suscribe al entrar en el bar de turno. Y entonces, amiguitos, se abre la veda de posibilidades. En nueve casos de cada diez el camarero me mira como si le hubiera pedido de sopetón despejar la x en una ecuación bicuadrática con infinitas soluciones. Yo suspiro (para mis adentros) y digo esa frase que ya me he aprendido: 'sí, un té normal con un poquito de leche en la taza, por favor'. Puede suceder entonces que:
1. El camarero haga como que ha entendido, pero no, y me ponga un café con leche. Con dos c******.
2. El camarero me pregunte e-xac-ta-men-te cómo va eso y yo le tenga que hacer un croquis.
3. El camarero haga caso omiso y me ponga un té americano, que consiste en hacer el té en la leche caliente. Asquete del bueno, pero ya he optado por conformarme, qué queréis.
4. El camarero acierte y yo apunte ese bar para volver siempre que pueda.
Hasta hoy, que ha aparecido una quinta posibilidad, nunca vista hasta ahora. Que el 'poquito de leche en la taza' al camarero le parezca poco, me vea con cara de hambre o pinta de necesitar nutrientes, yo qué sé, y me plante una taza llena de leche al lado de la tetera con el té.
Eehh... ¿y dónde me echo yo el té ahora?
Claro, no he dicho nada. Me he bebido la leche como una niña buena, dejando un poco al final, y me he hecho mi té. Yo, sí, soy la resignación hecha carne. Lo tengo asumido.
(También hay bares donde aciertan y no preguntan, ese uno de cada díez, conste, donde además lo ponen bonito, con su canela y sus pastitas, pero hoy, dadas las circunstancias, tenía que desahogarme... )
Yo no me he atrevido todavía a pedir te con leche fuera de casa. Es que con leche solo me gusta el Earl Gray... Y si pido Earl Grey por ahí... pues eso, qué te voy a contar. xDDDD
ResponderEliminarYa... te comprendo... XD
EliminarJAJAJAJAJAJA me meo xDDD
ResponderEliminarPues yo nunca he probado el té con leche, no me mates xD Lo había oído que se toma, al menos sé eso.
Ai jo, que maldita estudiante de comercio estoy hecha, pero es que es leer esto y acordarme de algo de clase xDDDD Un día la profesora nos comentó esto, que no se mira hacer bien la atención al cliente, y luego están los camareros que no tienen ni idea porque no les dan esa formación los jefes. Digo yo que será básico que sepas lo que te pueden llegar a pedir y si no preguntas! xD
Pero vamos, lo que te hacen tiene delito. Habrá que poner una estatua al bar que sí hace las cosas bien xDD
Pues está buenísimo y es mucho más sano que el café.... xD
EliminarPero y ¿esto no será igual que si vas a Londres y te pides una tostada de pan con aceite y tomate? Ejem, ejem...que mas que nada es cosa de falta de costumbre, de que es algo poco habitual, de que no es común...Pero si tú vas mucho a un sitio, lo pides, dices amablemente así no es, es así, un día, dos, incluso tres, que a veces nos cuesta aprender, seguro que al final te ponen el mejor té con leche de toda Salamanca. Pero dales la oportunidad, que te pones muy estupenda tú...;-)
ResponderEliminarPues fíjate que creo más probable que me pusieran la tostada en Londres que en determinados bares españoles dejen de mirarme como si fuera un marciano cuando pido el té con leche. Evidentemente, si voy a un sitio varias veces ya se lo aprenden, pero me gusta experimentar y probar sitios nuevos y además mi trabajo no siempre me permite estar en la misma zona de la ciudad... No es cuestión de ponerse estupenda, constato una realidad que me hace mucho sufrir, no creas...xDDD
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