Lo que no nos cuentan

Hoy es el día contra la ablación. Ya se sabe, todos los días tienen su mote en los últimos tiempos. Un par de reportajes en los telediarios, algún acto en nuestro pueblo o ciudad correspondiente si el asunto toca cerca. Y listo. 

Hoy es el día contra la ablación. Y todo eso que digo se ha cumplido. Bueno, menos lo de los actos públicos porque, seamos sinceros, la ablación nos queda lejos. Afortunadamente. Como mucho habremos leído los libros de Waris Dirie. Como mucho. Porque estoy segura de que la mayor parte de la gente de este país nuestro no tiene mucha idea sobre qué es eso, qué supone, qué implica, cómo se hace. Perdonadme la falta de confianza en mis congéneres, pero es lo que hay. 

Hoy es el día contra la ablación. Y más allá de las palabras, de los típicos reportajes, de las imágenes de tribus africanas, más allá de todo eso hay una noticia que no se ha dado, al menos en los telediarios que yo he visto. La noticia es que los tribunales españoles ya no van a ser competentes para perseguir estos delitos. Aquí se puede leer.

Concretando. Si la ablación se practica en España, si habría competencias. Si se practica fuera, no. Si una niña que vive en España, que va al colegio aquí, que hace aquí su vida se va de vacaciones a su país de origen y vuelve mutilada, si su médico se da cuenta y denuncia a los padres por permitirlo... No habrá nada que hacer. Porque el Gobierno ha decidido que así sea. 

Es cierto que es un supuesto extraño, que solo se ha dado una vez y que, al final, los padres se marcharon de rositas porque no se pudo probar su participación. Lógico. Es algo que ha sucedido en otro mundo, en África... ¿cómo probar lo que ocurre allí? ¿Pero los derechos de esas niñas no merecen que se actúe en contra de los padres por el simple hecho de no haber denunciado la situación cuando la conocieron? ¿Por el hecho de enviar a sus hijas a países donde la ablación forma parte de su cultura? ¿Eso no es negligencia? ¿No es omisión del deber de cuidado básico de los padres hacia los hijos? ¿Que los tribunales españoles fueran competentes para perseguir ese delito no actuaba de fuerza disuasoria para las familias residentes en España? ¿Qué sucederá ahora? ¿Si ya no corren el riesgo de verse en los tribunales, darán rienda suelta a lo que ellos consideran que es lógico y normal? 

No entiendo nada. ¿Qué costaba seguir manteniendo ese supuesto entre los incluidos en la 'justicia universal'? Presiones de China por el asunto del Tibet parece ser que han tenido la culpa. ¿Pero China qué tiene que ver con la ablación? Que yo sepa allí no se practica. ¿No parece esto un aprovechar ya que estamos, y como vamos a modificar, nos quitamos de paso el marrón este de la ablación? Mujeres. Meh. Esas a callar, y a sufrir, que el que manda es el hombre. ¿Señor Gallardón, usted duerme por las noches?

Por si fuera poco, como leéis en ese artículo, la ablación en nuestro Código Penal se considera una 'lesión'. No un delito sexual. Me ahorro los comentarios que me produce tal definición. Sólo me queda decir algo tan manido pero, tristemente, tan verdadero: si hubiera una tradición similar que afectara a los hombres, otro gallo nos cantaría. 

Mierda de mundo.