sábado, 15 de febrero de 2014

El plano secuencia y el hype (y True Detective de paso)

A ver, servidora vio el otro día, el lunes, el plano secuencia más famoso de la historia de Twitter de la última semana. Y flipó. No tengo mucha idea de narrativa audiovisual ni de nada por el estilo, no entiendo de puntos de cámara ni de secuencias ni de pepinillos en vinagre. Sólo sé que no sé nada y que con ese plano lo flipé en colorines de caleidoscopio. 

Pero no sólo lo flipé por el plano secuencia de marras. No, lo flipé por la grandeza de una serie que, justo en el ecuador de su existencia (ocho capítulos, sólo ocho capítulos) dio un giro radical y demostró sus intenciones. Repito, no tengo mucha idea de narrativa audiovisual, pero lo que ha hecho True Detective en estos cuatro capítulos me parece magistral. ¿Por qué? Ni yo misma lo sé, vuelvo a repetir que me faltan conocimientos. Simplemente es la sensación de estar viendo algo bueno, muy bueno, compacto, homogéneo, con pretensiones de ser grande, con razones para ser grande, que sabe lo que quiere contar y el modo en el que lo quiere contar. 


Pero, como todo en la vida, o te gusta o no te gusta. A mí me gusta, mucho. Me fascinó el tono sobrio, pausado y lóbrego de los primeros tres capítulos. No se me hicieron largos, todo lo contrario. Las frases del personaje de McConaughey no me parecen para nada filosofía barata sino la más pura de las verdades (la mayor desgracia del hombre es su propia conciencia de ser hombre, entre otras). La historia, que es verdad que no es muy novedosa, está bien llevada y mantiene la intriga de saber por qué, quince años después estamos aquí, de repaso del asunto. Y, por si fuera poco, llega el cuarto episodio y, tachán, sorpresa. 

O sea, que True Detective mola, pero no hagáis caso a Bettie y no me hagáis caso. No es una serie como Masters of Sex, que es una delicia, una maravilla, una preciosidad, etc, etc, etc. No. A True Detective hay que acercarse con precaución. Es una serie de la HBO con pretensiones de ser lo más de lo más de lo más. De esas de culto rollo The Wire. Y para eso se lo pone difícil al espectador, por lo que si te resulta un peñazo insufrible tendrás todas las razones del mundo para pensar así. Porque, entre otras cosas, True Detective pretende SER un peñazo insufrible para masoquistas televisivos, para elevados intelectuales, para intensos everywhere. Pretende ser una serie de las de 'quedar bien', quedar de culto, quedar de sibarita. You know what I mean. 

Y a mí me encanta, sí. Porque debajo de toda esa pretenciosidad veo fondo, veo cimientos, veo razones. Qué le voy a hacer. Para compensar reitero mi rechazo instintivo al fenómeno Girls-HBO y a Lena Dunham. A esa élite intelectual que aplaude cada despelote de la muchacha no pertenezco. Qué drama, fíjate. 

En fin, lo del hype del plano secuencia en Twitter, que era lo que venía yo a contar. Se lo decía a Mariela-Scullywen en un tuit hace un rato. Esa red social es una olla a presión de hype, de emociones por lo que va a pasar en tal serie, en tal capítulo. Es lo que en términos taurinos se ha llamado de toda la vida 'corrida de expectación, corrida de decepción'. Una maldición como otra cualquiera que significa que cuando se juntan muchas expectativas en una sola cosa, esa cosa al final acaba decepcionando, aunque su resultado estuviera dentro de lo previsible. Y Twitter es el mejor caldo de cultivo para las expectativas que terminan en un 'pues vaya, no era para tanto'. 

Yo no sabía nada del plano secuencia hasta que lo vi y eso ayudó a que me sorprendiera. Ahora que en ese nido de spoilers loco que es Twitter hasta el apuntador habla de los dichosos seis minutos con ínfulas de experto, los que lo ven por primera vez quedan un poco o un mundo decepcionados. Lógico. 

A mí me pasó, he de confesar, con 'Hitting the fan', el ya mítico capítulo de The Good Wife. Cuando lo emitieron andaba yo a medias de la cuarta temporada y cuando me quise poner al día, había leído tanto y tan bueno del episodio que cuando lo vi pensé eso, que no era para tanto. Aunque sí lo es, claro. Pero los comentarios y emociones ajenas previas le restaron efectividad. Una pena. 

En fin, que el dios de las series os mantenga alejados de Twitter. Y que si veis True Detective y os parece un pestiño no me lo tengáis en cuenta. 

Ah, sólo unas cosas más: 

1. Si hace diez años nos dicen que Woody Harrelson y Matthew McConaughey iban a estar en una serie como esta, de la risa de hiena que nos entra nos da un parraque. 

2. Gracias a esta serie he aprendido a escribir McConaughey sin mirar en Google. McConaughey, ¿veis? Ole yo. 

3. El opening de la serie. Esa MARAVILLA...


4. Cuando la serie acabe, escribiré largo y tendido sobre ella en El Blog de las Series Americanas





6 comentarios:

  1. En esto también hay que hacerte caso: si tú dices que con precaución, pues con precaución. ¿No ves que tienes razón siempre? XD

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  2. Muy de acuerdo con tu opinión. Yo también sigo esta serie como si fuera una religión. Te emplazo a la web donde escribo críticas por sí te apetece echar un vistazo. Www.noescinetodoloquereluce.com. soy Miguel, si te apetece contactar hazmelo saber. Un saludo!

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  3. Todos estáis locos con esta serie, pues habrá que verla no? xDD
    Pero todavía no... que tengo demasiada cola jajaja
    Ahora estoy con una "nueva", que es Elementary, con mezcla de otras que siguen... ya tengo bastante por ahora xD
    De Masters of Sex he visto 5 capítulos y me está gustando mucho sí :P

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  4. Muy buena serie! Muy buena escena! Ayer precisamente yo también le dediqué un post en mi blog. Os lo dejo por si tenéis curiosidad ;)

    http://seriesanatomy.blogspot.com.es/2014/03/louisiana-detectives-club.html

    Un saludo!

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