Recordatorio de que sigo viva, algo agotada, pero viva.
Porque sólo a mí, claro, se me ocurren estas cosas. Sólo a mí, en la semana en la que empiezo un nuevo desempeño profesional (qué fina soy), sólo a mí se me ocurre apuntarme a la academia para preparar el First de los Dolores. Sólo a mí.
Porque, claro, ahí está el trauma. No voy a poder ir a la escuela de idiomas. Trauma total. Trauma de los gordos. Mucho trauma. O voy a poder ir, matizo, pero a salto de mata, situación que, si bien no ocasionará -esperemos- ningún daño irremediable en mi aprendizaje sí que lo causa, el daño, en mi yo de repelenta niña Vicenta. Yo, saltándome clases. Yo.
Hermione me comprende |