Esto me pasa por hablar. Mi karma, que es un jachondo, ya veis. Me quejo de la burrez de los camareros patrios con respecto al té con leche y a los pocos días, me encuentro al Camarero Entregao a la Causa.
Por hablar, ya os digo.
El problema ha sido, ya lo veo, el haber ido a un bar pijo pijo pero piiiijo. No me ha quedado otra, no me miréis así. El caso es que iba a currar a un sitio, he llegado con tiempo, me hacía pis y esto era lo único que había por la zona, en un radio más o menos cercano. He pasado dos veces por la puerta, conste en mi defensa, dudando si entrar, porque he visto la fauna que pastaba por allí y... claro, todo muy exquisito. Mucha rubia, mucha perla, mucho maquillaje naranja y mucho croissant a tres euros. Y yo ni rubia ni perla ni maquillaje y los croissant, pues del Mercadona, que están muy buenos también. Pero, en fin, no ha quedado otra. He visto que tenían cafés para llevar a un precio más o menos decente y bueno, pues me llevo uno, me siento a esperar allí enfrente (sitio del trabajo) y listo.