En búsqueda de una cierta privacidad, cambié el título al blog. Eso ha provocado que las visitas se reduzcan considerablemente y, en fin, creo que está mejor así. Desde hace más o menos una semana vuelvo a trabajar y la vida se reduce a eso, el trabajo. No me quejo, que ya sé que no están los tiempos para quejarse, pero, uf, qué duros son estos tiempos. Cuando no lo tienes porque no lo tienes, y cuando lo tienes, por si dejas de tenerlo o por si las cosas van mal y te vuelven a tomar el pelo. Súmale a eso la adaptación lógica de las primeras semanas y tendrás un buen mix de nervios y ansiedad.
Por eso no tengo mucho tiempo para pasar por aquí, no al menos como antes. Puede que en un futuro, cuando ya me haya hecho al ritmo laboral -si es que sigue habiendo ritmo laboral-, sí consiga sacar ratos para el blog. Pero ahora mismo no. Porque además tengo que atender a la Colina, a mis series y a mi inglés. No doy para más.
No es un cierre permanente. Seguiré pasando por aquí, espero, pero no tan a menudo, me temo.
En fin. La vida.
La vida, sí. Pero bueno, son razones para poner el blog en pause, dentro de lo que cabe, positivas. Sería mejor que te hubiese tocado la lotería y no pudieses bloggear porque estás de tour por Gran Bretaña, y cosas similares. Pero bueno, un trabajo, y estar estudiando, y atender aficiones, no está mal :P
ResponderEliminarMuá, Lia. Se te extrañará, que lo sepas. :)
Iepa! xD yo tampoco tengo tiempo. Actualicé pero de visitar otros blogs puf, estoy muy atrasada. Bueno ya ves la fecha de comentar esta entrada jajaja
ResponderEliminarEspero que ahora estés algo más relajada y a darle caña a todo ♥
Yo ya vengo de visita. ¿lo has notado no?
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