Sí, uf, porque este año desconexión total. Ni me quedé a ver la red carpet. No por falta de ganas, sino por exceso de sueño. Caí cual marmota y, mira, de verdad que tan feliz.
Y, total, para qué iba a esperar a Benedict, como era tradición en entregas anteriores, si se iba a presentar con su recién estrenada mujercita. Y sí, nótese el tono de indignación: mujerci-ta. Que es lo que nos queda, indignarnos en nuestros adentros. Qué vida esta.
Así que con Benedict cazado y Helena Bonham Carter sin nominar y, por tanto, sin probabilidad de que nos deleitara con otro de sus looks Bellatrix, qué interés tenía esto, ¿eh? Si acaso ver a Mery Street que viene siendo la única leyenda que se deja caer por allí, con permiso de Clint Eastwood, claro. Porque será cosa mía pero a mí estas estrellas de ahora no me parecen tan, tan, tan de verdad como las de antes. Seré yo que, ya tú sabes, soy muy de El Padrino, pero me pregunto que dónde están Robert de Niro, Al Pacino, Diane Keaton... o Sigourney Weaber o Michael Douglas... Brad y Angelina ya sabemos que no fueron porque estaban enfadadillos por aquello de que no nominaron la peli de Angie. Es que esto es cíclico y tras años de ser los más, ahora lo que se lleva es palmear a la Anniston (fíjate tú) y torcer el morro ante Angie. Que verás tú lo que le importa a aquí la señora Pitt que Hollywood la quiera más o menos. Con ese marido, esos niños y ese todo.