Yo hoy no soy persona. Como mucho llego al estado de ameba vegetativa. Como mucho. Tengo un sueño encima que me hablan y oigo distorsionado y sólo quiero que me dejen en paz. En mi mundo. A mi rollo. Y dormir. Dormir quiero también mucho.
Esto pasa por acostarse a las tres de la madrugada. Entre semana. Que sólo a mí se me ocurre. Pero, claro, entendedme, era cuestión de recuperar mi vida. O dormir o mi vida. Y hoy, con sueño, pues ya soy yo otra vez y tal.
Porque ya conseguí acabarme Career of Evil, que es de lo que yo venía a hablar. El último libro de Robert Galbraith, que es lo mismo que decir que la hija de fruta de JK Rowling, y perdonadme la expresión lorzeña pero es que me he pasado todo el libro insultando mentalmente a la señora. Porque no se puede tener más arte ni escribir mejor. Leñe ya. Qué asco todo.
¿De qué va el libro? En mi modesta -y somnolienta- opinión, tiene dos vertientes: