lunes, 1 de septiembre de 2014

Lo malo de ser lector

Vía.

Emulo a Bettie, again, porque este tema sobre el que escribió ayer en su blog me dejó pensativa. ¿Tiene cosas malas ser lector? Pues sí. Y es triste decirlo, pero es lo que hay. 


Primero, cuando lees mucho llega un momento en el que no es sencillo que aparezca un libro que te deje sin aliento. Esto también tiene que ver, dicen, con el hacerse mayor. Las experiencias vitales pasadas restan el factor sorpresa a las nuevas. Y en el tema libros, se acentúa. Y si eres una criticona, como yo, ni te cuento. Creo que de todo lo que he leído este año, sólo salvo El jilguero, que varias semanas después de terminarlo aún me acompaña. Y seguirá conmigo mucho tiempo, como lo hacen los buenos libros, los que te dejan poso, te hacen pensar y se entrelazan en tu interior pasando a formar parte de ti. Sí, tras El jilguero no se es la misma persona. La historia de Theo es magnética y, a su modo, adorable. 

Vía.


Ahora estoy con Winter of the World, el segundo de la trilogía sobre el siglo XX del señor Follett. Hacedme caso: un bluf. Adictivo e interesante (Segunda Guerra Mundial) pero muy, muy, muy lejos de otros grandes libros que han hablado del mismo tema. Una lectura veraniega, ligera, en la que los personajes se confunden entre sí tanto que, a veces, tienes que pararte a pensar sobre de quién está hablando en ese momento el autor. Es decir, son planos, sosos y trazados con cuatro características comunes, pero, eso sí, esenciales en cualquier best-seller que se precie.

Sin embargo, y conecto con lo que decía al principio, seguro que habrá gente a la que el libro le haya fascinado. Pero a mí no porque yo he leído cosas como el maravilloso En compañía de extraños de Robert Wilson, y qué queréis. Eso sí es una historia de amor y aventura con la IIGM de fondo. Eso sí, señor Follett. 

Claro que estas cosas las puedo decir por aquí porque es mi blog y al que no le guste que no mire. Pero en la vida diaria, no. Porque te miran raro. Y aquí está el segundo problema de ser lector: que te miran raro. 

Entendedme, problema hasta cierto punto, pero sí es verdad que la gente no lee o lee poco. Y llegas tú que sí lees, y, aunque intentas ser tolerante, callarte la boquita para no quedar de pedante y respirar hondo para no salir corriendo en busca de un asilo político en cualquier otro lugar, pues es difícil. Hasta poner la tele es difícil. Muy difícil. Salir al mundo se convierte en una odisea, en general. 

Sí, yo


Porque eres diferente, porque sabes que todo está en los libros, que nada es nuevo, y conoces el poder de consuelo que las historias encerradas en ellos pueden tener. La empatía que se desarrolla tanto como se desarrolla la ortografía, materia por la que conviertes en talibán. Porque lees. Y porque lees quieres soltar puñetazos cuando oyes lo 'no me gusta leer o preguntas interiormente por una escopeta cuando escuchas a gente decir que no entiende cómo a sus hijos les exigen 'tanto' en el colegio, que no merece la pena que los niños lo pasen tan mal para aprender cuatro cosas. Y no puedes evitar pensar que estamos muy confundidos, que nos entregamos a lo superficial olvidando lo esencial. 

Bettie habla en su entrada de los universitarios de carreras de Humanidades que se vanaglorian de no haber tocado un libro si no era estrictamente necesario. Y se horroriza. Como me horrorizo yo. Pero más abracadabrante es conocer, saber, tener constancia de gente que se dedica al mundo periodístico y lo último que ha leído fue en el instituto. O sólo lee best-sellers, que algo es, pero no suficiente en este profesión. Eso sí, las ínfulas de gran profesional de lo suyo y de salvador de la humanidad (que abundan mucho en este ámbito) que no se las quite nadie. O sea. 

Qué queréis. Yo no puedo evitar sentirme superior a esta gente, aunque suene fatal decirlo así. Porque, como le decía a Bettie en el comentario a su entrada, alguien tiene que hacerlo, alguien tiene que ser inconformista y querer más. 

Vía.

Aunque eso suponga ir muchos días por la vida con book hangover. Cuánta verdad. 


En fin...

Vía.

No podía faltar en un día como hoy. Espero que todos hayáis llegado a tiempo para subiros en el Expreso. Hogwarts nos espera. 





13 comentarios:

  1. Sí, chica. Pero el wifi aquí es malíiiiisimo. Ains. A ver si lo compatibilizan con las lechuzas, que una cosa no está reñida con la otra, jolín.

    Vas un paso más allá y dices cosas que yo no me atreví a decir. Y olé tus ovarios. Chim-pón.

    Y te entiendo. Entiendo lo que se siente cuando, después de que se te escape un comentario en plan "Esta película no ha inventado nada nuevo" o "Hay libros mejores que la trilogía de Grey, que esa mujer no ha descubierto nada", o "Yo aprendí de esa novela que...", te echan esa miradita de "Ya está aquí la estúpida pedante esta". Ea. Inevitable. Qué le vamos a hacer.

    Bueno, yo callarme muchas veces.

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    1. Maldita, deja de recomendar libros. xD

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    2. Callarse, sí, no queda otra... :(

      Y jooo, es que no puedo evitarlo, me sale solo...U-U :)))

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  2. Acabo de descubrir tu blog gracias a esta entrada y comparto lo que dices en ella.
    Un saludo!

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  3. I'm that girl too!

    ¡Si los libros son el mejor invento de la humanidad! ¡Si desde pequeñita pedía libros por mi cumple! ¡Cómo puede vivir la gente sin leer! En serio... ¿cómo pueden vivir?

    Un besote gordo

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    1. Ays, qué consuelo es saber que hay gente así como yo... xDD Beso!!

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  4. Muy de acuerdo con Bettie y contigo. Ya lo sabéis las dos. A veces dan ganas de decir cosas, pero normalmente me muerdo la lengua. En mi trabajo, tengo un montón de compañeros, compañeros que les dan clase de lengua y literatura a los chavales, que no leen nada de nada. Nada en todo el año. No leen ni los libros que les mandan leer a los chicos, así que mandan unos bodrios que le quitan a uno las ganas de leer para toda la vida. Y estamos hablando de profes de literatura. ¿Dónde está eso de fomentar el gusto por la lectura, por los libros, por aprender...?

    Me cabreo.

    Besos.

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    1. Este caso que comentas me parece taaan triste ... no deberían dejar que nadie diera clase sin ser lector. He dicho. U_U.

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    2. JODER, GRACIAS POR CONFIRMARLO. Yo lo he sospechado siempre, que hay profesores que mandan libros porque los propone una editorial o por lo que sea, porque una persona en su sano juicio, que sabe cómo son ciertos libros, no los manda a los alumnos. A no ser que quiera que desarrollen alergia literaria o algo.

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  5. "estamos muy confundidos, que nos entregamos a lo superficial olvidando lo esencial"
    Hay, qué bonito. Al habla otra talibán, otra marisabidilla, otra que prefiere quedarse leyendo antes que ir a según qué saraos. Eso sí, yo soy la chunga, que hay que ver qué vieja soy por preferir quedarme en casa con el kindle antes que ponerme de ron hasta el culo y jugar a las cartas (WTF?). Y luego eres la rara porque criticas cosas que a tu juicio nos pierde como especie, pero ellos no se escandalizan de ponerte a ti la etiqueta de rara cuando probablemente hables con más argumentos que otros. Ay, me duele la vida.

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  6. Yo realmente llevo poco con esto xD porque lo de pequeña casi que no cuenta. Todavía tengo el subidón de que todos los libros que leo me parecen estupendos jajaja
    Pero bueno, poco a poco :P

    Tampoco es plan de agobiarme ahora leyendo como una posesa, sin disfrutar, porque esa no es la cuestión. Pero sí que puedo decir que no es muy común en un grupo de gente hablar de libros.
    Sigamos a lo nuestro y ya está :)

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  7. Completamente de acuerdo con todo lo que dices. Me quedo por aquí, un beso

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