martes, 29 de diciembre de 2015

El final de Downton

Es muy duro esto. La vida sin Downton. Qué mal todo, con lo de sí que nos da esa familia y lo que queda por pasar. Qué desgracia. 

En fin. Conclusiones sobre el capítulo final de la serie, ese en el que Edith alcanza la felicidad, ayudada por la siesa de su hermana, Lady Mary. Pues muy bonito todo, sí, precioso que Poor Edith se marcara un matrimonio por amor de los que le darían a Jane Austen para tres novelas. Marqués ricachón llegado al título -y al dinero- de rebote previa muerte en extrañas circunstancias de su primo el titular, que además de titular era gay, cosa malísimamente vista en aquellos tiempos y que complicaba cantidad el tema sucesorio, para qué engañarse. Y si además de marqués y millonetis el muchacho tiene un castillo de esos de caerte de espaldas, pues mejor. Porque qué castillo, oiga. Porque no era uno cualquiera, no, era Alnwick Castle, que viene siendo, para los castillo-frikis, lo puto MÁS. Con perdón. 

domingo, 27 de diciembre de 2015

The Force

Puede, sólo puede, que lo primero que haya hecho hoy al despertarme haya sido entrar en la web de El Corte Inglés en busca de un BB-8. Y que me haya sorprendido porque, uno, el que ofertan es de tamaño mandarina y vale 170 euros y, dos, está agotado.

Aunque, en realidad, no sé de qué la sorpresa. Es BB-8. Es la nueva adoración surgida de Star Wars. Es volver a casa.

Una semana después del estreno y tras esquivar spoilers como una loca, ayer por fin logré ir a verla. No voy mucho al cine, lo reconozco. No soy especialmente cinéfila, ya sabéis, y además el cine tradicional tiene problemas añadidos: hay gente, hay palomitas y es doblado. Y yo soy una vieja cascarrabias, ya.

miércoles, 23 de diciembre de 2015

Y la vida siguió...

Sí, ya lo sé, como siguen las cosas que no tienen mucho sentido. Pues sí, oiga. Sabina, para variar, tenía razón. La vida sigue y hay que seguir. 

Pese a las elecciones y tal. 

Que yo, a estas alturas ya lo voy diciendo, me conformo con que en abril no haya nuevos comicios. Por mi salud -mental y física- lo digo. Y porque caerían justo después de Semana Santa y yo, ya sabéis, en esos días me desfondo y me entrego con pasión (qué bien traído, EH) al tema procesional. Y terminar aquello y empezar con lo otro, me apetece cero coma. Ergo, que gobierne Rita The Singer o Perico el de los Palotes, pero elecciones NO. Por caridad. 

Por lo demás, mañana es Nochebuena y no me apetece analizar mucho pero alguna conclusión he extraído. A saber: 

jueves, 17 de diciembre de 2015

Posibilidades y probabilidades

- ¿Es probable que lo mejor que haya podido hacer en estos días es pagar por tener un Spotify libre y sin anuncios? Es probable. Es posible. Es. 

- ¿Es posible que aún no haya tenido tiempo para escribir con calma sobre el final(azo) de temporada del Doctor y de lo muchísimo que admiro a Steven Moffat? Es posible. Es. 

- ¿Es posible que ciertos viajes y visitas me provoquen insomnio durante varios días? Es. Se llama estrés emocional, creo. Y tristeza. :(

- ¿Es posible que no vaya ni a acercarme al reto de Goodreads? Yep. Qué vergüenza, amigos. Perdonádmelo. 

- ¿Es probable que Bettie sea un amor? No. No es probable. Es una realidad. (Nota mental: comprar postales de Navidad de una vez). 

miércoles, 16 de diciembre de 2015

Las electo-variadas-navidades

Llevo varios días de debates intensos vía Whatsapp (que es el único modo que tengo de debatir con estos horarios míos). Que si a quién voto, que si no sé, que si que mierda todo, que si yo a estos, que si yo a aquellos, que qué coño hacemos, que es que mira, yo conozco a tales y son majos, pero los otros más, y QUE NO SÉ, DEJADME, YA, NO VUELVO MÁS NUNCA AL AVE...

Esas cosas. Y vale, surge como inevitable decir aquello de que vaya democracia, que si ninguna nos gusta lo suficiente y va a tocar votar por descarte, o con una pinza en la nariz o a alguna opción sin opciones o yo qué sé. Sí. Pero también, seamos realistas, estas elecciones son muy diferentes a lo que habíamos vivido hasta ahora. Que no sé si porque son etapas, o porque está así ideado por los poderes fácticos y económicos o porque es lo que toca, pero son distintas. Dejadme ser ilusa por una vez. 

lunes, 14 de diciembre de 2015

De campaña

No, si a navideñear, sí. Pero hace que no aparezco por aquí ni se sabe. Que no se puede, no se puede, tener una campaña electoral en diciembre, que ni tiempo tiene una de comprar espumillón y brillos varios. Ahora, eso sí, ahorrar estoy ahorrando lo que no está escrito. Mira tú por dónde. 

El caso es que la campaña no se presentaba mal, pero al final ha sido una decepción. Es obvio que desde el periodismo local tienen mucha más relevancia, para qué engañarnos, las municipales. Más relevancia y más estrés. Pero pensaba yo, no sé, ilusa de mí, que tal y como se presenta el panorama, estas generales iban a tener más vidilla. Y no. La habrán tenido, no digo yo que no, pero en provincias con más peso que esta que me acoge. Que ni pincha ni corta ni chicha ni limoná y está todo ya repartido, aceptado y asumido. Parece ser. Así que iba a venir PdroSnchez y nos canceló en el último momento. Y yo que me había apuntado a cubrir el evento toda presta y dispuesta, pues mi gozo en un pozo. Que ya le he visto en un par de ocasiones y en la última unas cuantas de la prensa nos hicimos foto con él, en un momento tela de adolescente y vergonzante (no regrets), pero quería yo una tercera. Y nada. Buuh. 

jueves, 3 de diciembre de 2015

A navideñear

1 de diciembre. Oficialmente -aunque yo ya llevo algunos días- ya se puede escuchar esto:




Caigo rendida ante la versión country-ñoña de la Taylor. Ale, a practicar inglés!

También hablé de...

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...